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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Cómo chilla el Pipo llorón

18/03/2015 11:40 a.m.

¿Quién llora, quién llora? Escucho los lamentos y los quejidos. Y vienen del palacio municipal. Dicen ahí que de una oficina importante. Sí, la del síndico que llegó de rebote, la del Pipo Basáñez Silván, que lo mismo difama, miente, se equivoca, se niega a rectificar y cuando lo hace vuelve a llorar.
 
Ah qué güey tan Magdaleno. Llorando por unas playeras, amarillas como el color por el que llegó a la Sindicatura, el amarillo del perderé, que tuvo la fuerza de enfrentar al caciquillo Renato Tronco y le impidió que su hermanito Miguel Ángel se apoderara de la alcaldía de Las Choapas.
 
Les platico.
 
Javier Basáñez acusó al regidor Fernando Álvarez Yamada de haber dispuesto de recursos municipales, dinero del pueblo pues, para patrocinar las playeras y las gorras que serían usadas en la caminata del domingo 15. Lo dijo así, sin pelos en la lengua, y se equivocó.
 
Pipo pretendía enlodar la caminata y se valió de una vil mentira, de la que luego se tuvo que retractar. Le metió ruido al asunto. Denunció que habían recursos públicos y eso es delicado, incluso pudiendo ser acusado de daño moral.
 
Álvarez Yamada le aclaró que no eran recursos públicos, que los patrocinadores de la caminata estaban cubriendo el costo y que además se disponía de una cuota de recuperación de 25 pesos por cada participante.
 
Hizo todo el ruido que pudo, con toda la mala leche que lo caracteriza. Y había que verlo llorar, y peor todavía escuchar sus quejidos. Chilla. pues, el síndico tronquista.
 
Álvarez Yamada fue poniendo las cosas en claro. Pipo decía que revisando las cuentas del ayuntamiento había visto el cheque para cubrir el pago de las gorras y camisetas, pero resultó que ese cheque era para pagar los uniformes del personal del ayuntamiento. Eran 45 mil pesos.
 
Se le aclaró el tema y en la sesión de Cabildo salió con que está bien, están bien, güey, no me requeteconfundí y no hay fijón. Pero no se disculpó. Y siguió buscándole chichis a la gallina.
 
Entonces el asunto ya no era el dinero sino el color. Óyeme Yamada, cómo se te ocurrió que los de la caminata usaran gorras y camisetas amarillas. ¡Óigame no! Eso es partidista, es el color del perderé y ya están politizando la marcha.
 
Y claro, todos se quedaron de a six. O sea que si no fue lo del dinero, entonces tiene que ser lo del color. El Pipo, como el gallego: si se muere en Granada que lo entierren en Bilbao, y si se muere en Bilbao que lo entierren en Granada. ¿Y por qué? Por joder, hombre, por joder.
 
No pescó a Yamada con lo del pago de los uniformes y entonces se fue con el color. Algo así como aquel que decía que eran muy celoso de su deber, todo un cuidador de los dineros del pueblo.
 
Hacía como que se disculpaba y volvía con la misma. Que si Yamada sorprendió a los patrocinadores de la caminata al vender el kit de gorra y playera, o que si mejor hubiera evitado politizar el evento usando color blanco en vez de amarillo.
 
Álvarez Yamada dijo dos cosas que están bien cañonas: que Pipo Basáñez no tuvo la honestidad de disculparse por la declaración sin sustento, y que si así revisa las cuentas en la comisión de Hacienda, “estamos fregados”. Y hasta calificó a esa comisión que encabeza Pipo como “inepta”.
 
Pipo Basáñez ya se olvidó del derroche de su patrón Renato Tronco. Cuando era alcalde, el Ratón Vaquero gastaba en lo que no debía, usaba los bienes municipales para eventos particulares, tenía las patrullas de policía a su servicio para cuidarlo a él, a su familia y resguardar la Unión de Ejidos 25 de Abril.
 
Nunca dijo nada porque es un empleado lamebotas de Renato. Es un esquirol que nunca abrió el pico cuando el Ratón derrochaba cientos de miles de pesos para promover su imagen, incluso en medios que ni siquiera circulaban en Las Choapas y que más que publicitar obras eran pura vanidad y culto a la personalidad.
 
Pipo Basáñez puede olvidar todo, pero yo no. Yo no olvido lo que decía el profesor Alfredo Pérez Juárez, el regidor asesinado cuando Renato era alcalde. Lo denunciaba porque recibía recursos municipales y gasolina sin trabajar en el ayuntamiento.
 
O sea, era aviador. Era de esos que cobran sin dar golpe, dañando el erario público. Aviador y vividor.
 
Y ahora no ve bien los cheques, se equivoca cuando acusa, no se quiere retractar y cuando lo hace sale con que la caminata se politizó porque la gente marchó vestida de amarillo. Y cuando el Ratón Vaquero derrochaba, qué dijo.
 
No dice nada coherente, pero cómo chilla el Pipo llorón.
 
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