Chútense esta. La Bestia ha vuelto a ser La Bestia. Vuelve a llevar migrantes indocumentados y cuando se niega el maquinista a hacerlo, lo amenazan los polleros, los traficantes de ser humanos.

Les digo que se la chuten porque estamos volviendo a ver esas escenas en que el tren que viene del sureste lleva en el lomo a los extranjeros sin documentos que se internan en México y quieren ir a hacer realidad el “american dream”, el sueño americano.

Otra vez se sabe que hay indocumentados que abordan el tren cuando éste disminuye su velocidad o cuando llegan a algunas de las estaciones intermedias. Otra vez se ve a La Bestia con esa mancha humana trepada sobre la estructura metálica que se desplaza sobre las vetustas vías. Otra vez sabemos que hay extorsión y mafias que los despojan de lo que traen.

A ver, güey. ¿Qué no había un operativo del gobierno de Peña Nieto para acabar con tanta anarquía y tanto crimen en las máquinas del ferrocarril? ¿Qué no estaba prohibido hacer circular a La Bestia si se trepaban los migrantes? ¿Qué no iban a trabajar mancomunadamente la Policía Federal y las policías estatales.

Pues esto ya vuelve a ser un merequetengue. La Bestia circula, lleva ilegales, la policía se requeteapendeja estilo Duarte y los que van con el alma en un hilo son los maquinistas.
O sea, ya valió el operativo del gobierno federal y al rato van a volver los crímenes, los heridos, las trifulcas y las mujeres violadas.

Hay que ponerse en el lugar de los maquinistas y sus ayudantes en el ferrocarril. Ven que se comienzan a subir los migrantes y detienen la marcha. Y si ocurre en algunas de las estaciones de paso, no salen. Ellos cumplen con lo que les han ordenado y, por supuesto, dan aviso a sus superiores, y éstos a los cuerpos policíacos.

Y hasta ahí suena padre. Ya se hizo la ley, se aplicó la voz del presidente Peña Nieto y se inhibió tanta muerte y tanto atraco a los indocumentados.

Pues si, pero pues no. Ellos cumplen pero el gobierno los deja solos.
Y vuelve al burra al trigo. Después de tanto asalto y de heridos y muertos, un tiempo los migrantes no pudieron abordar La Bestia y tuvieron que transportarse en camiones, en autos, pagándole a los polleros para que los llevaran, como antes, o de plano en su Dosh-patash, o sea, a pie.

Los veía uno a orilla de carretera caminando de pueblo en pueblo. Se exponían a que cualquiera los levantara o que la policía los detuviera, los pusiera en manos de Migración y que los deportara.

Pero eso era lo menos malo. Cañón cuando las bandas del crimen organizado los hallaban. Entonces sí. La lana, lo que trajeran de valor. Y una madriza. Y a algunos todavía se los llevaban para que comenzaran a trabajar para ellos.

Por eso algunos migrantes preferían caminar de noche, cuando había pocos vehículos, cuando ellos podían pegar la carrera, perderse entre el campo sin que nadie los pudiera encontrar. Caminaban de noche y descansaban de día. Y después, cuando caía la tarde, a chingarle de nuevo hasta alcanzar el “american dream”.

Pero hoy volvemos a lo mismo. En Chiapas y Tabasco sí hay apoyo de la policía. Detiene La Bestia el maquinista, da aviso y los policías llegan como gas de Tehuacán. Y bájense que me los pongo en la de cuadros y de ahí a su país de origen.

Pero en Veracruz es el desmadre estilo Duarte. Pasando el río Tonalá, cero acción del gobierno. Los maquinistas paran la Bestia en las estaciones, avisan que los migrantes están abordando y no hay respuesta. La policía no llega, Migración tampoco, la federal nada.

Eso pasa en Veracruz y entonces los señores el crimen organizado vuelven a extorsionar. Los maquinistas son amenazados por gente armada, que obvio ya saben que aquí no hay ley. O corrijo, sí hay ley pero no hay quien la haga cumplir.

La Bestia vuelve a llevar migrantes porque si los maquinistas se resisten, los matan o les dan una madriza de pronóstico reservado. La Bestia vuelve a ser el tren de la muerte. La Bestia vuelve a llevar gente indocumentada y esta gente es objeto de extorsión, les quitan lo que traen y al que no le pueden arrancar nada, le dan su golpiza.

Se comienza a dar de nuevo ese fenómeno en Veracruz y no lo evitan porque por alguna razón, los criminales tienen permiso para hacer de las suyas.

La Bestia vuelve a ser noticia. Hoy es que los migrantes se trepan en ella. Mañana, que por negarse a extorsionados, los agreden y los matan. Ya verán.
 
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