Mire usted nada más, que filosita nos salió la diputada Patricia Peña Recio, legisladora por Coatzacoalcos y el azote de los migrantes que pasan por estas tierras por donde anduvo hace ya muchos ayeres don Quetzalcóatl.
 
La diputada ya mostró que odia y lo hace con odio jarocho. Y no quiere ver a los migrantes que entran por la frontera sur, se desplazan hacia Veracruz, entran a territorio y nos hacen pasar las de Caín, según ella.
 
Soltó una declaración que le ha provocado una condena generalizada porque no cualquier día un legislador se muestra tan hostil con los ilegales, sea por las causas que sea.
 
Patricia Peña dice que fuchi, que no los quiere aquí, que los migrantes son un “peligro” para México y que prácticamente son unos delincuentes.
 
En mi pueblo, señala la diputada Peña Recio, causan problemas por los rumbos en que se les da cobijo, en las casas de asistencia a migrantes, donde se les da alimentos y medicinas. Se dedican a andar por ahí, dice la legisladora, y qué pinche plaga resultaron.
 
Dijo así: “Además salían, asaltaban. El paso de ellos es un peligro porque son personas que llegan sin dinero y asaltan, hacen cosas indebidas en la vía pública y, bueno, es que no es nuestra responsabilidad las personas que vienen de otros lugares, la responsabilidad que tenemos es con los nuestros, los mexicanos que nos dieron su confianza”.
 
Doña diputada expresa que los migrantes se andan matando entre ellos, que agreden, extorsionan y hasta se prostituyen. Son malos malísimos.
 
Ah jija. Patricia Peña Recio no dejó títere con cabeza. No los quiere en Coatza ni en Veracruz. Y que se vayan de México porque su destino es Estados Unidos. Para allá van y cúchala, cúchala, güey, que se lancen pero ya.
 
Que les apliquen el 33. Que los echen del país. Que se los lleven. Que sean cerradas las casas de migrantes porque nos causan problemas a los mexicanos. Este es el repertorio de la diputada por Coatzacoalcos.
 
Y claro, no faltó la reacción en el tuiter y en el feis. Ya le dicen #ladyantiinmigrante. Y qué bueno porque la muy rejija no valora la vida de esa gente, el sufrimiento que traen, muchos andan hambrientos o sufrían persecución en sus países de origen.
 
Le han dado con todo a la diputada Peña Recio. Puede que haya algunos migrantes cabrones, algunos Maras, algunos delincuentes, pero la mayoría son gente de trabajo, que huye de donde vivían porque quieren tener mejores condiciones de vida. Y eso no es un pecado.
 
Si nos ponemos a comparar, es más nociva Patricia Peña Recio, que no da golpe en la Cámara de Diputados y sangra al país, pues su dieta, sus bonos, su apoyo para gestión legislativa, sus pasajes de avión, el salario de sus asistentes, el salarios de sus asesores, el pago de la tarjeta IAVE, lo paga el pueblo pero ella no sabe ni qué dicen las leyes ni cómo se hacen las leyes.
 
Los migrantes pasan por México y siguen su camino a Estados Unidos. La mayoría se van. Unos cuantos se quedan. Algunos andan pidiendo dinero en las calles. Algunos se ofrecen para corta el césped, para cargar bultos en las tiendas de autoservicio, para cuidar carros en los estacionamientos de las plazas comerciales. Y qué nos dice eso: que quieren trabajar, que quieren ganarse lo que se han de comer, si es que les queda para comer.
 
Y entonces yo me pregunto: ¿esos son delincuentes? No, señora diputada Peña Recio. Quizá unos lo sean, pero la mayoría no. Ellos pasan por México y no se quedan.
 
Pocos son los que han incurrido en delitos. Y es porque los delincuentes los agarran y los obligan, muchas veces amenazándolos de muerte. Otros sí, otros ya vienen maleados, han sido parte del crimen organizado o son delincuencillos. A eso sí, que les apliquen la ley. Pero, le repito, diputada Peña Recio, son los menos.
 
Se barrió la diputada. El asunto no es cerrar las casas de atención a migrantes sino ver quién llega ahí y a los que dan problemas, los que amenazan, agreden o se prostituyen, que sean objeto de cárcel. Pero que no generalice porque pagan todos por lo que hacen unos cuantos.
 
Yo no había leído algo así, que una diputada se pusiera tan filosa con los migrantes, que pidiera que se les corte la ayuda, que se les saque de Coatza, de Veracruz y de México. Yo no había visto algo así.
 
Es que no había hablado Patricia Peña. Cuánto odio le tiene la diputada a los migrantes.
 
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