Ella está en medio del dolor. Pueden decir mil cosas de su hijo, pero a ella ni le van a cambiar su imagen ni va a aceptar algo malo del muchacho, simplemente porque ella es su madre.
 
Yara Jiménez Martínez ya carga con el dolor de haberlo perdido. Ahora carga con el suplicio de escuchar que el joven de 15 años, Saúl Jiménez Martínez, andaba en malos pasos y que por eso, hace una semana, lo ejecutaron en el balneario San Antonio, en la congregación San José del Carmen.
 
Dice, para empezar, que Saúl era un buen estudiante, que quería ser marino o policía federal, que sus calificaciones eran de lo mejor, un 8.5 o 9 en cada examen, y eso habla de que no tenía por qué ser delincuente.
 
Le duele lo que dicen de él y por eso se decide a hablar. Yara Jiménez Martínez es madre soltera, lo crió sola aunque su padre nunca dejó de estar pendiente de lo que Saúl requería y se sostiene con la venta de productos de belleza.
 
Ella le dio permiso de ir al balneario con unos amigos. Un día antes él le dijo y ella accedió. No imaginaba que ya no lo volvería a ver con vida.
 
Yara está segura que lo confundieron. Sostiene que al otro personaje asesinado, Juan Carlos García Jiménez, de 47 años, apodado “El Chirol”, no lo conocía. Por eso aumenta la sospecha de que todo fue una confusión.
 
El relato es coherente. Dice que Saúl le pidió permiso para ir al balneario con unos amigos. Ella lo vio normal. Por eso accedió.
 
El lunes por la noche, Saúl ya no llegó a la casa. A Yara le preocupó el hecho pero pensó que se había quedado con su papá. Y con esa idea se quedó.
 
La mañana del martes escuchó al voceador que daba la noticia del asesinato de un adolescente. No se imaginaba que se trataba de su hijo. De pronto una vecina llegó a verla y en medio del llanto le decía que uno de los muertos era su hijo.
 
Asegura que quedó en shock. Y cómo no si Saúl era su hijo único, el “bebé, como le llama Yara. La vecina le dijo que tendrían que ir a reconocer el cuerpo.
 
En esa parte del relato hay algo que a mí y quizá a ustedes también, me llama la atención. Yara Jiménez asegura que llegó a la funeraria, donde tenían el cuerpo de Saúl. Le pidieron que se identificara. Mostró su credencial de elector. Era que alguien ya había llegado diciendo que era la mamá del joven y que no quería el cuerpo, que hicieran lo que quisieran con él.
 
A ver, a ver. ¿Cómo que otra mujer se hizo pasar por la mamá, reconoció el cadáver y dijo que no lo quería, que dispusieran del cuerpo?
 
Yara demostró que ella era la mamá y reclamó el cadáver. Y se los dieron como dice la ley.
 
Entonces, ¿quién era esa otra persona?
 
Yara dice que la querían suplantar. “Alguien quería suplantar mi identidad, no sé por qué, si yo hubiese sabido antes hubiera reclamado el cuerpo, cómo no lo voy a hacer, si es mi único hijo, es un ser humano”, asegura en medio del dolor.
 
Tiene esa duda y otras más. Por ejemplo, las versiones que se han soltado en los medios de comunicación que aseguran que Saúl no vivía con ella, que había dejado el hogar y que andaba en malos pasos. No era así, aclara Yara. Vivía, dormía y comía en la casa donde habitaban los dos.
 
También se molesta con la supuesta entrevista que le hicieron, la cual, dice, es mentira. Nunca se acercaron a entrevistarla porque, además, no estaba en condiciones de hablar para los reporteros, pues estaba en shock.
 
“Quiero pedirle a la gente que deje de decir cosas que no son, porque todo lo que dicen es mentira. Mi hijo era un estudiante excelente, no tenía problemas con nadie y no se vale que digan esas cosas y mucho menos que publiquen cosas que yo no dije”, señala.
 
El asunto es por demás extraño. Ella no da muestra de que esté ocultando algo. Es más, pide a las autoridades que investiguen todo, que lleguen al fondo del asunto y se pueda identificar a los culpables del asesinato de Saúl Jiménez. Martínez.
 
A las autoridades les queda investigar con qué amigos fue al balneario, como Saúl le dijo a su mamá; con quiénes estaba a la hora en que los sicarios iniciaron la ejecución; por qué hubo una mujer que llegó a la funeraria y se hizo pasar por la mamá, supuestamente reconoció el cuerpo de Saúl y dijo que no lo quería, que hicieran con él lo que quisieran.
 
Son algunos puntos que están en el ánimo de todos. Aquí lo que hay que saber es quién está detrás del crimen de Saúl Jiménez y por qué lo quieren manipular.
 
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