Esta película ya la vi. Es la de lo buenos contra los malos. Y lo que más me puede es que los malos siempre ganan. Se llama democracia y la filmaron en Veracruz.

 

Es como las luchas triple A. Debiéramos esperar que ganen los técnicos, los que respetan las reglas, los que no pican los ojos ni dan patadas, los que no atacan por la espalda, los que no arrancan la máscara el rival. Ellos debieran ganar porque en sí, representan la parte buena. Pero no es así. Los que ganan son los rudos.

 

La democracia en Veracruz es igual. Ganan los que hacen trampa, los que usan los programas sociales y los canjean por votos, o los que los obtienen a cambio de entregar gorras, playeras, despensas y algo de dinero.

 

Arrancamos esta semana con denuncias de fraude electoral. La del Partido del Trabajo es un madrazo de poca. Descubrieron una bodega del C-4, el centro de espionaje del gobierno de Veracruz, en Cosoleacaque, repleta de despensas, unas 10 mil, y cerca de 5 mil cobertores.

 

Dio la voz de alerta el representante del PT ante el Instituto Nacional Electoral, Rafael Carvajal Rosado. Dijo que PT y Morena hallaron la bodega y que se apersonaron ahí. El que no quería ir era el vocal presidente del INE. ¿Por qué? Porque seguro está en el ajo, el muy cábula no quería certificar el hecho pero tuvo que morderse uno y la mitad del otro.

 

 Luego llegó personal de la Secretaría de Protección Civil, que constató que ese material eran apoyo correspondiente a daños ocurridos en 2009. ¡Qué poca! Seis años guardando esa ayuda y ahora la quieren usar para comprar votos.

 

Al titular del INE, Feliciano Hernández Hernández, lo van a denunciar por negarse a certificar el hecho y señalan que fue irregular que los apoyos se los llevaran en camionetas que no son propiedad de la Secretaría de Protección Civil sino vehículos particulares.

Es fue un caso. El otro tiene que ver con el propio gobernador Javier Duarte de Ochoa. Al gobernador lo acusan de andar autorizando la asignación concesiones y placas de taxi en plena temporada electoral.

 

La denuncia aparece en el portal Plumas Libres. Ahí se dice que hay señalamientos públicos sobre la proliferación de taxis en Xalapa. Menciona tres casos con los números económicos 7858, 7608 y 7522, que aparecen en fotografías que circulan en las redes sociales.

 

El partido Movimiento Ciudadano denunció al diputado panista Víctor Serralde y al alcalde de Huatusco, también panista, Santiago Chicuéllar Aguilar, por entregar apoyos oficiales a cambio de votar por la candidata del PAN, Patricia Montiel Escobar.

 

Les cayeron en un evento, el domingo 12 de abril, cuando el legislador y el alcalde encabezaban la entrega de una obra de agua potable. Los denunciaron ante el MP y solicitan la intervención de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales. Del asunto y como prueba, hay un video donde aseguran que consta cómo piden el voto para la candidata panista.

 

A Erick Lagos Hernández, candidato del PRI a la diputación federal por Acayucan, lo acusan de obligar a los beneficiarios de programas sociales federales a participar en los mítines del tricolor. Sus operadores usan los apoyos de Prospera, 65 y Más y otros, para amenazar a la gente con que se los retirarán y los excluirán del padrón si no respaldan al ex secretario de gobierno. La denuncia la hace el PT.

 

Erick Lagos es acusado de comprar a los funcionarios de casilla. Les paga 3 mil pesos a cada uno. Son 447 casillas y compra a tres funcionarios. Se estaría gastando más de 4 millones 300 mil pesos. Con eso, dicen los del PT, estaría triplicando el tope de gasto de campaña fijado por el INE.

 

Eso prácticamente ocurrió en un fin de semana. Las denuncias van y vienen pero no se sabe que les den curso, pues hasta los titulares de las juntas distritales del INE están involucrados o se hacen de la vista gorda.

 

Por eso les digo que esta película ya la vi. Es la historia de siempre. El PRI con su fraude; las autoridades ayudándole; los programas sociales del gobierno federal siendo usados para asegurar el voto para los candidatos tricolores, y el juez, el árbitro electoral, del lado de siempre, del lado del PRI.
 

La democracia en México es como la lucha triple A. Todo mundo le echa porras a los técnicos y siempre ganan los rudos, porque la empresa que realiza la inversión, los luchadores marrulleros y el referi están en la misma esquina.

Así no se puede cambiar a México.
 
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