Ajá. Los oye uno decir que tengan cuidado, que está del nabo tratar de llegar a los yunaited esteits, que aguas porque hay gente mala que los extorsiona y secuestra. Y yo pregunto: ¿pa’ qué está pues el gobierno? ¿acaso no para proteger a todos?
 
Reconocen los del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración que el trayecto de los migrantes es peligroso, que la delincuencia los asedia y los esquilma, que les roba lo poco que traen los migrantes indocumentados y que están en territorio peligroso. Es como si en vez de garantizar su integridad, los quisieran espantar.
 
Y de que se espanta uno, pues se espanta. Si uno es de carne y hueso. Y los migrantes también.
 
Ellos vienen huyendo de la pobreza, de la injusticia y de la represión. En sus países se mueren de hambre. El trabajo es escaso y mal pagado. Y de ahí nace el sueño americano.
 
Pero el “american dream”, o el “gringo drim” la mayoría de las veces se queda en sueño. Muchos no llegan porque son deportados. Otros se quedan en México porque bien que mal, está mejor que en su país. Otros huelen calzón y se olvidan del calzón que tenían en su tierra de origen. Y otros mueren en el intento, apenas cruzan la frontera con Estados Unidos, si no es que los matan aquí, en Veracruz.
 
Los hay que no pasan del desierto en Arizona o son víctimas de la barbarie de los polleros, que una vez que cruzan la línea divisoria, los matan a sangre fría. O los dejan a su suerte, para que la Border Patrol los detenga y los envíe de regreso a su país.
 
Pero lo que dice el Grupo Beta aquí, en Veracruz, no tiene mother. Alerta a los migrantes. Les dice que andan en territorio peligroso, que pueden caer en manos de bandas que los van a extorsionar, les van a bajar el varo, y si no traen, los arrojan de La Bestia y quizá les vaya peor, o sea, los golpeen y hasta los maten.
 
Los del Beta no son un grupo que detiene migrantes. Es un grupo de apoyo, que les da ayuda humanitaria y que cuando los indocumentados dicen “aquí le paro y me regreso”, ellos los trasladan a la garita más cercana y de ahí se programa el regreso a su país.
 
Hasta ahí suena padre. Los mexicanos, campeones de la hospitalidad. Pero también hay leyenda negra. Hay cientos de denuncias en que se acusa a miembros del Grupo Beta de estar coludidos con las mafias que trafican con seres humanos, que extorsionan a los migrantes, que se llevan a las jovencitas y las violan. No son todos, pero las denuncias ahí están.
 
El caso es que aquí, los del Grupo Beta andan recomendando a los migrantes que tengan cuidado, que porque en Veracruz, está gruesa la mafia.
 
Los migrantes, claro, preguntan: ¿Y eso en qué tramo, de dónde a dónde, por dónde jalamos, cuál es la ruta segura? “Ándele, señor, díganos”.
 
Y es ahí donde surge la pregunta: Si ya saben qué hace la mafia, cómo opera la mafia, en qué lugares opera la mafia, ¿por qué todo sigue igual?
 
Los del Grupo Beta ubican el problema, pero Migración no actúa. Tampoco lo hace la PGR, ni la Policía Federal, ni las autoridades de Veracruz. Es la indolencia total, pues todos hacen como que no pasa nada hasta que pasa.
 
Veracruz, dicho por el padre Alejandro Solalinde, es el peor estado para el cruce de migrantes hacia Estados Unidos. Aquí están en manos de delincuentes que los extorsionan cobrándoles derecho de piso, o sea cuota, por dejarlos seguir su camino. Quienes no tienen los 100 dólares que les piden o que se niegan a darlos, son agredidos, arrojados del tren y a veces asesinados.
 
Eso ocurre a diario. La Bestia, pese a las disposiciones dictadas por Peña Nieto, sigue siendo transporte para los migrantes, que se trepan en el lomo del ferrocarril y ahí van hasta llegar al centro del país. De ahí en adelante, ya verán cómo siguen su camino.
 
Lo que no tiene mother es que esté identificado el tramo en que operan las bandas de extorsionadores y asesinos y no se haga nada.
 
Que el Grupo Beta alerte sobre el peligro, no es suficiente. La autoridad, llámese federal o estatal, está obligada a garantizarle la vida y su seguridad a cualquier persona, mexicana o extranjera, independientemente de su condición migratoria, en términos de la Constitución Política, de la Ley de Migración y de los tratados internacionales.
 
Si ya está identificado qué hacen los delincuentes, cómo operan y dónde operan, lo lógico es que actúen, desmanteles la mafia y retorne todo a la tranquilidad.
 
Pero si no hacen nada es porque en el negocio van todos.
 
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