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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Y el fiscal, como siempre, se lava las manos

08/05/2015 10:50 a.m.
Ni el periodista asesinado, ni el abogado muerto, ni los cuerpos despedazados, ni los secuestros, ni el ambiente de delincuencia, nada altera al fiscal de Veracruz. Dice que todo lo resuelve en cuestión de días y horas.
 
Ese es mi fiscal, chingao. Tan optimista el lic Luis Ángel Bravo Contreras. ¿Secuestros? No’mbre si en eso vamos a la baja. ¿Extorsiones? Pues tampoco. ¿Mutilados? Bueno sí, pero son casos aislados.
 
Y así lo oye uno decir que la cosa no es tan grave y que él, como fiscal general que es, hace su trabajo. Y que su trabajo funciona chido.
 
A ver, pues. Entonces estamos rematadamente equivocados. Los ocho millones de veracruzanos sufrimos paranoia o esquizofrenia, o las dos. Creemos que hay violencia y que a diario hay muertos a manos del crimen organizado. Y que la próxima víctima soy yo.
 
Ya decía yo. El problema está dentro de nosotros. Sí, dentro de los ocho millones de veracruzanos que imaginamos lo que no es.
 
Los ocho millones, menos el fiscal Bravo y el gobernador Javier Duarte de Ochoa, imaginamos que la cosa está del cocol, que la sociedad está cada vez más desprotegida, que los sicarios hacen lo que quieren, que toman a la gente, la tablean, la medio matan, y a otros los cortan en cachitos y luego los embolsan no vaya a ser que se dispersen las partes del cuerpo y después no los puedan armar.
 
Nuestra esquizofrenia nos ha llevado a ver lo que no es.
La esquizofrenia nos hizo pensar que a los ganaderos Leoncio, Felipe Sosa, sus esposas, su trabajador, un día los levantaron y los torturaron. Aparecieron por ahí, bien golpeados y hasta con el tiro de gracia. A pero qué pinches esquizofrénicos somos. Nada de eso fue realidad.
 
Los cuatro cuerpos que aparecieron en Soledad de Doblado, descuartizados y embolsados, tampoco ha de ser real. Es esquizofrenia, es distorsión de la realidad. Y nosotros, presas de miedo, puro paranoide.
 
A ver, güey. Sí, tú, Luis Ángel Bravo, fiscal de Veracruz, hablemos claro. Esa es realidad. Los levantados y los asesinados, la gente que termina en pedazos, es realidad. Los cientos de desaparecidos es realidad. Los extorsionados que viven entre el miedo y el llanto, es realidad.
 
Anduvo por Coatzacoalcos porque ahí la cosa también está cañona. Mataron a un abogado que se resistió a entregar el dinero que habría de depositar en un banco. Dicen que forcejeó con uno de lo asaltantes, que le asestaron un cachazo, pero el otro le metió un primer disparo. Aún así, siguió el forcejeo y le dieron el disparo mortal.
 
Todo el tiempo están asaltando negocios. La gente vive encerrada, temerosa. Muchos antros cerraron. Los bares tienen que poner vigilancia extrema y hasta la policía está afuera por si se presenta un hecho de violencia.
 
Las alarmas están por todos lados. El crimen del abogado obligó a que el fiscal Luis Ángel Bravo se trasladara a Coatzacoalcos. Tuvo reunión con las organizaciones de abogados y se comprometió a hallar a los responsables en cuestión de días. ¡Y hasta de horas, faltaba más!
 
La prensa lo cuestionó con lo de los secuestros en todo Veracruz. El fiscal dice que vamos a todisisisíma  madre. Ocupamos en cuarto lugar a nivel nacional, pero según Bravo Contreras, tenemos el tercer lugar en esclarecimiento de ese tipo de delitos.
 
A ver, carajitos. Ta’ pinche la cosa pero nos salió lo chingón. Somos cuarto lugar nacional en secuestros, pero casi los campeones en solucionarlos. Sólo falta que un día nos salga con que los secuestradores son cuates porque nos dieron chance de ser la estrella en solución de secuestros.
 
También lo abordaron sobre el caso del periodista Armando Saldaña Morales, asesinado en Cosolapa, Oaxaca. Dice que no le toca a Veracruz y que la Procuraduría oaxaqueña no le ha pedido colaboración. Pero Armando Saldaña hacía periodismo en Veracruz y escribía para medios veracruzanos.
 
El caso es que el fiscal, como siempre, se lava las manos. Dice que Veracruz tiene problemas delictivos, pero que son atendidos de inmediato.
 
¿Los ejecutados, los secuestrados, los asaltados, el miedo? Ah sí. Eso es esquizofrenia y paranoia.
 
(Comentarios y tips a: [email protected])

 

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