CFE quiere bronca. Y la va a tener. Porque qué es eso de que primero inventa consumos fantasmas, cobra lo que quiere y ahora crea delitos para criminalizar a los usuarios que protestan contra los abusos de los funcionarios.
 
Esta es la gota que derramó el vaso o la piedra que hace que el riñón se retuerza de dolor.
 
Y cómo no, si de lo que se trataba era de darle salida al conflicto entre la Comisión Federal de Electricidad y los usuarios que vienen denunciando que los cobros son excesivos, que CFE factura lo que quiere, que la tarifa no corresponde a la realidad y que usa la ley para perseguir a quienes levantan la voz.
 
CFE está en su plan y los usuarios organizados en el Movimiento de Resistencia Civil contra las Altas Tarifas de Energía Eléctrica en Las Choapas también. Y sí, están dispuestos a pagar, pero lo justo. Eso los ha llevado a una intensa negociación, a crear un frente en varios estados del país, a llamar la atención del gobierno federal, a suscribir acuerdos en los que no habría más presión de CFE, que se congelarían las acciones legales y que se reconsideraría la deuda.
 
Parecía chido el asunto. Iba a todas margaritas. Pero cuando todo se encaminaba a un final feliz, que CFE se endurece.
 
Ahora CFE está criminalizando a los usuarios. Les inventa un delito, supuestamente ocurrido los días 19 y 20 de mayo pasado, sobre la calle 20 de Noviembre, colonia La Sabana. La PGR les giró citatorios a ocho personas, supuestamente como testigos, pero se los quiere trabar.
 
El asunto está de locos. CFE dice que su personal fue presionado e intimidado, agredido y objeto de robo por una turba. Los hechos habrían ocurrido a la altura de Dipepsa, frente a la hielería “Antártida” y supuestamente la intención fue obstaculizar las labores del personal de la empresa.
 
Según la versión del dirigente del Movimiento de Resistencia, Francisco Jiménez Alejandro, la CFE dice que sus trabajadores fueron objeto de una “violenta agresión”, que dos vehículos en que se transportaban fueron interceptados y bloqueados, que participaron taxistas, motociclistas y vehículos particulares, y que los integrantes de la Resistencia portaban palos, machetes y hasta andaban armados.
 
Quesque les quitaron los medidores que había retirado para volverlos a colocar. Pero ese hecho no existió. La Resistencia no lo registra entre sus acciones. Los testigos del lugar donde habría ocurrido, dicen que es falso, que ellos no vieron nada.
 
Los ocho testigos comparecieron ante la PGR en Coatzacoalcos y ahí demostraron que es falsa la acusación de CFE. En la inspección realizada por la PGR quedó claro que no hubo tal agresión.
 
“La CFE reprime, miente, engaña. No ha dicho que el medidor digital va a servir para hacer prepago, ese es todo el objetivo. La CFE no ha dicho que Iberdrola (empresa líder en energía eólica) va a dar el servicio que ellos están dando; la CFE ha dicho muchas mentiras, y lo que no dice es que tiene en puerta el despido masivo de sus trabajadores. Oculta la verdadera razón del cambio de políticas en la ley de la industria eléctrica”, dice Jiménez Alejandro.
 
La Resistencia no va a dejar solos a los usuarios denunciados. Dice que va con todo, incluyendo la movilización de la red nacional, porque CFE está incurriendo en falsedades para actuar contra ellos y criminalizarlos.
 
Pero no se quedan ahí. Procederán contra Comisión Federal de Electricidad porque nadie puede acusar por algo que nunca ocurrió. Señalan a la Superintendencia de la CFE en Coatzacoalcos como la responsable.
 
La Resistencia contra las Altas Tarifas Eléctricas en Las Choapas está conformada por mil 800 personas. Aparte hay cientos o miles que se cuelgan del movimiento para no pagar el consumo, que CFE cobra en demasía. CFE dice que los que no pagan son 7 mil familias, lo que es gravísimo si se traduce en costos y precios del servicio. La deuda asciende a 42 millones de pesos de cinco años a la fecha.
 
El conflicto tiende a agravarse. Y es que habiendo compromisos firmados en la Secretaría de Gobernación, éstos no se cumplen dejando en evidencia que el gobierno habla, acuerda y luego traiciona.
 
Una cosa es que CFE reclame que le paguen el servicio. Otra que los usuarios protesten y no permitan que les apliquen un consumo fantasma. Pero lo que no tiene nombre es que para doblegarlos les inventen una supuesta agresión que nunca existió. Eso es criminalizar a los usuarios.
 
Por eso les digo: CFE quiere bronca y la va a tener.
 
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