Está gacho que te digan qué hacer, cómo actuar, cómo evitarle problemas a los demás y problemas a ti mismo. Y qué gacho que sea otro alcalde, el de Minatitlán, el que te diga que no, que ya no puedes tirar basura y que lo pienses mejor antes de hacerlo.
 
Pues eso le ocurre al presidente municipal de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol, con el problema de la basura. Así, con toda frescura, seguía depositando en el tiradero de Las Matas y ya provocó que el alcalde de Minatitlán, Héctor Damián Cheng Barragán, le ponga un hasta aquí.
 
Cheng anuncia que le cierra el acceso al tiradero de Las Matas, ubicado en el ejido Tacoteno. Dice que las nuevas montañas de basura son de Coatzacoalcos, que el problema se lo están provocando a Minatitlán y que de alguna de manera lo deben resolver, pero no a costa del medio ambiente en aquel lugar.
 
Tiene razón. A nadie le gusta que el vecino le eche basura en su terreno. Eso es lo que ocurre en Las Matas. Es tierra de Minatitlán pero caprichosamente el alcalde de Coatzacoalcos dispone que la basura se llevé allá y para colmo, que se haga de manera clandestina.
 
Héctor Cheng dice que se está trabajando en la remediación del predio, justo donde Coatzacoalcos ha venido tirando la basura y que es el centro del conflicto.
 
Eso dice pero tampoco se vale. La ley establece que quien contamina debe reparar el daño. La ley señala que quien deposita basura debe remediar el terreno. Pero la ley también considera que para usar un predio como basurero se deben observar ciertas normas.
 
Eso no ocurre en Las Matas. El predio está clausurado porque ya no había más lugar dónde depositar los desechos. Las autoridades ambientales señalaron que no se podía tirar más basura y que el daño al entorno ecológico es sumamente grave.
 
Durante un tiempo se suspendió el tirar basura, acatando todos lo que la autoridad estableció y cada municipio, Coatza, Minatitlán y Cosoleacaque, se dieron a la tarea de buscar nuevos espacios donde colocar su basura.
 
El caso de Coatzacoalcos es el más grave. Diariamente maneja más de 400 toneladas de basura y los terrenos que le prestaron para depositar los desechos en seguida se saturaron, además que ninguno de ellos reunía las características que demanda la ley ambiental.
 
Entonces volvieron a Las Matas. Y lo hicieron clandestinamente, sin enterar a la autoridad ambiental, llámese Profepa o Semarnat, ni tampoco al ayuntamiento de Minatitlán por tratarse de un predio ubicado en suelo minatitleco.
 
El caso es que como los globos, inflaron tanto el problema hasta que estalló. Se descubrió que seguían tirando basura, que algunos de los ejidatarios habían pactado a cambio de una cantidad de dinero y creyeron que nadie los molestaría porque era un acuerdo de caballeros.
 
Sí, fue un acuerdo de Caballero, el alcalde, con los ejidatarios. Pero todos estaban violando una disposición de la autoridad ambiental, como fue la clausura que se estableció en el predio Las Matas y que nadie podía pasar por alto.
 
Pues se suponía que la clausura debía ser respetada, pero el alcalde de Coatzacoalcos se pasó por donde no le da el sol la orden de la autoridad ambiental.
 
Cacharon al personal del ayuntamiento de Coatza arrojando los desechos en el derecho de vía de la Comisión Federal de Electricidad, debajo de los postes de energía eléctrica, que se supone es terreno intocable.
 
El caso es extremadamente serio para Joaquín Caballero, porque su ayuntamiento incurrió en un delito de orden federal, además de violar la clausura del tiradero de basura.
 
Ahora es el alcalde de Minatitlán, Héctor Cheng Barragán, quien le dice que ya está bueno, que ya ordenó cerrarle los accesos al predio Las Matas, que tendrá que revisarse lo ocurrido y que ese terreno va a ser remediado como dice la ley.
 
Si bien le va a Joaquín Caballero, lo único que enfrentará será el escándalo y ponerse a buscar dónde tirar la basura ajustándose a lo que indica la ley, pues no cualquier terreno sirve como depósito de desechos sólidos. En eso hay que ajustarse a una normatividad.
 
Pero si le aprietan los tornillos, va a tener que enfrentar el delito ambiental, la violación de la clausura del basurero de Las Matas y el pago de la remediación del terreno, que por la cantidad de desechos, que ahí se encuentran costaría una millonada.
 
Pero lo primero que tendrá que hacer Caballero es quitarse de la mente la idea de que Minatitlán es el basurero de Coatzacoalcos.
 
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