Ah, esta memoria tan rejega, tan obstinada, tan empeñada en recordarme que Peña Nieto dijo que sería “imperdonable” que El Chapo se fugara nuevamente de la prisión. ¿Y qué creen? Se peló.
 
Y claro, es imperdonable que así haya sido, que el narco más buscado del mundo sólo les haya servido para dar un golpe de audacia, un golpe mediático, para decirle a todos, mexicanos y extranjeros, que el gobierno de Peña Nieto tenía un compromiso con la justicia, y que después se les haya ido.
 
Algunos le creyeron cuando hace más de un año, el 22 de febrero de 2014, Joaquín Guzmán Loera era aprehendido en un condominio de Mazatlán.
 
Enrique Peña Nieto parecía ser diferente a Vicente Fox y a Felipe Calderón. Bueno, eso decían sus propagandistas. A Fox se le fugó El Chapo de la prisión de Puente Grande. Calderón desató una guerra contra las drogas y los cárteles, que produjo miles de muertos, algunos capos abatidos como dicen los militares cuando le dan en la madre a alguien y lo mandan con San Pedro, y otros encarcelados. Pero al final de cuentas, el negocio de la droga sigue y no hay cómo detenerlo.
 
León Krauze, periodista de radio, entrevistó a Peña Nieto. Le preguntó que si se comprometía a que no volvería a fugarse El Chapo, como le ocurrió a Fox. El presidente respondió a su modo, hilando frases como mejor pudo.
 
“Es una obligación que tiene el Estado mexicano; y más, creo yo, frente a lo que ya ocurrió en el pasado, sería verdaderamente algo más que lamentable, digo es imperdonable, que ahora el Estado y el gobierno tomen las debidas providencias para asegurar que lo ocurrido hace algunos años se pudiera repetir”.
 
Tan chorreada estuvo la respuesta de Peña Nieto que como en los tiempos de Fox, alguien dijo por ahí: “lo que el presidente quiso decir...”. Y comenzaron las interpretaciones.
 
Lo resumieron: Sería imperdonable que Guzmán Loera f