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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Duarte, el piojo jarocho

30/07/2015 08:48 a.m.

 
Qué cosas. Acá tenemos nuestro Piojo, no Herrera (tampoco Herrera Beltrán), pero sí Duarte. Es nuestro Piojo Duarte y también le encanta la propaganda. Y como el Piojo, el ex del TRI, sus resultados son magros, engañosos y tramposos.
 
El TRI del Piojo Herrera gana con ayuda del árbitro, o sea hace fraude. Le conceden penales que no son. Se los dan en tiempo de compensación para apuñalar al rival, al que eliminan cuando el eliminado debió ser el equipo mexicano.
 
Y véalo ahí, pinche Piojo piojoso, saltando de gusto, abrazándose a todos, gritando y poniendo su cara de monstruo con gesticulaciones que se transformaron en memes y que inundaron las redes sociales, gozando de un triunfo que debió ser derrota. Pero para evitarlo ahí está el sistema, los dueños del futbol a los que se les debe que México sea un campeón Copa Oro de la manera más vergonzosa, robándose los partidos.
 
Ese piojo es, además, un enfermo mental, un gandalla de barrio que todo lo quiere resolver tirando putazos, mentando madres, amenazando. No aguantó la crítica de Martinoli ni los dardos de Luis García. Y allá va la Pioja, su hija, su liendre, en el aeropuerto, buscando camorra la chamaca imbécil, golpeando e insultando a los periodistas de TV Azteca y sentenciando la salida de su papá piojo de la selección de los ratones verdes.
 
Al Piojo Herrera no lo corrieron por la agresión a Martinoli y las machorradas de su liendre. Lo corrieron por el pobre espectáculo que dieron sus seleccionados, por andar ensayando nuevos estilos de juego en partidos en Copa América y Copa Oro. En uno quedó en penúltimo lugar y en el otro quedó campeón. Pero lo echaron por haber caído en la mediocridad y ganar con fraude.
 
Ese es uno. El otro piojo está en Veracruz, robándose otra cosa, robándose el dinero de los veracruzanos. No se roba un partido o dos. Se roba los recursos de todos. Y a este güey nos lo tenemos que recetar año y medio más.
 
Hablemos del piojo jarocho, al que no hay quien lo corra, porque a los políticos les interesa satisfacer a la opinión pública en temas deportivos y de la farándula, no en los temas sociales y políticos. Al pueblo pues, a falta de pan, circo, espectáculo.
 
Y eso es lo que hace el Piojo Duarte.
 
Estos días la entidad han sido de extrema violencia, contrastando brutalmente con la publicidad duartista, oda al cinismo, que en Veracruz no pasa nada.
 
Un gobierno altamente corrupto deriva en un clima de brutal prepotencia y violencia institucional y delincuencial. Van de la mano.
 
No hay día que no arrojen muertos a orilla de carretera o que los encuentren tirados en el campo, en un rancho o en el ejido. Unos aparecen esposados o con el tiro de gracia; otros no tienen cabeza; otros fueron desmembrados; otros tienen el mensaje de un grupo criminal advirtiendo que van por más, por matones y policía, por todos aquellos que representen la parte rival.
 
No veo esto como el final del gobierno del Piojo Duarte. Lo veo como al principio. Recuerdo que así empezó todo, con cuerpos mutilados en las calles, en el campo, en casas de seguridad, cerca del palacio de gobierno.
 
La violencia se ha recrudecido. Matan a más de 20 en cuestión de días, desaparecen gente, atacan a patrullas policíacas, pero dice el Piojo Duarte que no hay pedo, que estamos en Chingonolandia, que mienten todos aquellos que no reconocen que en seguridad estamos avanzando, a paso firme, con la mejor policía del país.
 
Y esto es ya para una película de terror. Hay una masacre por día.
 
Pero la propaganda del Piojo Duarte sigue. Los promocionales nos dicen que Veracruz va viento en popa, que el Piojo Javier Duarte ha logrado para Veracruz lo que nadie, que somos número en todo.
 
¿Y qué nos dice la realidad? Que no seamos pendejos, que no es así, que estamos peor que nunca, que pese a la publicidad oficial, el Piojo Duarte nos tiene en la olla.
 
El Piojo Herrera le transmitió a la selección su mediocridad, su falta de educación, su soberbia, su altanería y al final sus resultados son una vergüenza. En Copa América queda el TRI en penúltimo sitio y en Copa Oro gana con trampa, con la ayuda de los árbitros, con penales inventados.
 
El Piojo Duarte es un depredador. Se ha ido acabando la riqueza de Veracruz, nos ha endeudado como nadie más, peor que Fidel Herrera, ha provocado niveles de violencia como nunca antes.
 
Los dos han sido circo para el pueblo hasta que el pueblo llega al límite. La diferencia es que el Piojo Herrera fue corrido por quienes mandan en la selección, mientras que el Piojo Duarte ahí sigue, protegido por quienes mandan en la política mexicana.
 
(Comentarios y tips a: [email protected])

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