Ha de ser la menopausia. O quizá el cinismo. Pues cómo explicar que después de tanto llorar ahora nos salga Sarita con que no hay bronca con el gobernador, con que son cuadernos en las buenas y en las malas y que son los medios los que los subieron al ring.

Ha de ser que no tiene ovarios. O que le apretaron las tuercas y aflojó, sí aflojó el paso y la denuncia. Ahora nos sale con que ella y Javier Duarte, así como la UV y el gobierno no tienen diferencia alguna, no hay conflicto, que todo fue un pinche enredo armado por la prensa.

Me purgan estas cucarachas molachas con espíritu de Chimoltrufia, que como dicen una cosa, dicen otra; que incendian el bosque y luego quieren apagarlo a salivazos.

El pleito de la UV con el gobierno de Veracruz es asunto de Sara Ladrón de Guevara, la rectora, y Javier Duarte, el gobernador. Ella quejándose que le ahorcan los recursos y él diciendo que no hay deuda, que es subsidio y que lo dará cuando tenga dinero.

Sarita se lo dijo a tres diputados federales con la intención de que gestionen más recursos de la Federación para la UV. Les dijo que el gobierno de Duarte les debe casi 2 mil millones de pesos, provocando un estado de insolvencia y colocando en riesgo sus actividades y el salario del personal.

Uno de ellos fue Miguel Ángel Yunes Linares, quien salió de la reunión a lanzar granadas y cohetones. Habló en la radio y armó un escándalo porque tener un adeudo de ese tamaño, 2 mil melones, y no querer pagar es un atentado contra la UV.

Duarte respondió airado. Dijo que el gobierno no le debe un peso a la UV, que es subsidio y será entregado en la medida de las posibilidades financieras, si es que puede y tiene con qué. Y que no lloren los universitarios porque su gobierno le ha dado a la UV más de 10 mil millones durante su gobierno.

Han hablado todos y los hemos oído a todos. El gobernador emperrado en que obligado no está. La rectora haciendo como que puja y despuja, apretando y aflojando, hasta verse obligada a hacer las cuentas del gran capitán.

Así encontró que año con año el gobierno de Veracruz le queda a deber a la universidad y que en total son más de 3 mil millones de pesos pendientes.

Qué rugido de la rectora. Todos pensamos que era leona. Olvidamos que era ratita y que come entre la basura y se mete en el drenaje.

Creyeron en ella los académicos, los investigadores, los alumnos y los trabajadores. Sacó la cara, se enfrentó al gobernador y exigió que cumpla Javier Duarte con el recurso económico para la UV.

Este martes se publicó un desplegado en el periódico La Jornada, suscrito por los integrantes de la Junta de Gobierno de la UV, enterando a la opinión pública nacional que el gobernador de Veracruz no le quiere pagar a la universidad y que eso atenta contra la Máxima Casa de Estudios y contra la formación de miles de estudiantes.

Un rato después, Javier Duarte se encerró con la rectora y el cuerpo directivo de la UV, trataron el asunto del dinero, los casi 2 mil millones de pesos, y salió a decir que no hay purrum, que se atenderán los pendientes, lo que requiere la universidad.

Y de ahí la foto. Qué chido. Qué chingón ver a Duarte y a la rectora, junto a la primera dama Karime Macías y los directivos de la UV.

Y luego la declaración de la ratita universitaria: “No hay guerra, no hay guerra, no existe guerra. Cuando una institución de educación superior pública tiene cuentas, son del dominio público, son transparentes y han estado a la vista. No hay guerra, no hay tregua, no hay tregua cuando no hay guerra, eso lo están haciendo ustedes (los medios). Con toda honestidad, la comunicación con el Gobernador siempre ha sido fluida”.

Guácala con la señora. Dice que entre ella y Javier Duarte no hay fijón y que quienes los subieron al ring fueron los medios de comunicación.

Duarte no le dio nada. Le hizo promesas e instruyó a funcionarios de la Secretaría de Finanzas y Planeación para dialogar e ir destrabando los adeudos. Pero no habría actuado si la prensa no le hubiera dado cobertura al conflicto por los dineros de la UV.

La que se subió al ring fue la rectora cuando reveló a los diputados federales que el adeudo del gobierno es de 2 mil millones de pesos, cuando le respondió al gobernador que le debe a la UV a lo largo de su gestión más de 3 mil millones, cuando le recordó que el subsidio es una obligación legal.
Ahora sale con que fue la prensa la que los subió al ring. Qué concha.
 
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