Acá no somos menos. Acá la violencia es peor. Matan al vecino, al campesino, al ganadero, al conocido o al pariente, y no salimos a protestar ni les ponemos un hasta aquí. Alzamos la voz tibiamente y no exigimos que los responsables de la seguridad cumplan o se vayan.

 

Rodolfo Zapata Carrillo, en Coatzacoalcos, lo hizo ya. Convocó a la sociedad, organiza una marcha y reclama que los que han fallado, el tal Bermúdez, el secretario de Seguridad Pública de Veracruz, que se parece un chingo a Matute el de Don Gato, y el responsable del Mando Único en el sur, se vayan.

 

Dice que no dieron resultado. Dice que prometieron que estarían mes con mes evaluando, llevando el pulso de los hechos delictivos, metiéndole caña al asunto de la violencia, y nada. Se hicieron patos.

A Rodolfo Zapata le asaltaron su restaurant hace unos días y esa, para él, fue la gota que derramó el vaso. Y como él, a otros les han levantado familiares, amigos, empleados o conocidos y no pasa nada.
 
No aparecen. O los regresan super madreados con la amenaza de que si denuncian o hablan a los medios de comunicación, se los llevan de nuevo y esa vez no vuelven.

 

Rodolfo Zapata es un abogado con doctorado en leyes. Ha participado en asuntos electorales desde la oposición y es un tipo que, según se sabe, está, como miles de veracruzanos, harto de la inseguridad.

A la gente de Coatzacoalcos la convoca a marchar y a exigir la renuncia de Bermúdez, pero también está en la línea de que se tomen acciones y que quienes estén a cargo de la seguridad, qué cumplan o se vayan.

 

Uno de los reclamos es la tibieza del gobernador Javier Duarte de Ochoa para cesar a Bermúdez Zurita. Le tiembla la mano, dice.

 “¿Qué más hace falta para que cesen del cargo al secretario de Seguridad? ¿Qué complicidad tiene el gobernador con el secretario de Seguridad de este estado que está en llamas?”, señala.

También se tiene que ir el capitán Luis Enrique Barrios, coordinador del Mano Único Policial en la zona sur, porque no da resultados.

 

La policía es el hazmerreír de todo Coatzacoalcos. Un día, en medio de una balacera, una patrulla no arrancó. No se sabe si se quedó sin gasolina o si tenía una falla mecánica, pero no arrancó. Mejor que los saquen en “Ya Cayó”.

 

Bermúdez había prometido que llegaría a Coatzacoalcos cada mes. Arrojaría los resultados de las acciones policíacas, evaluaría las acciones y daría a conocer si habían cumplido las metas. Pero no lo hizo. ¿Y saben por qué? Por que no tenía a qué llegar. La violencia está perrona en Coatza, así como en el resto de Veracruz.

 

 “Se comprometió a que iba abatir el alto índice delictivo, cosa que ha incumplido, no nos ha dado la cara, prometió que mes con mes iba a estar aquí para dar un informe detallado de la manera en cómo se estaba abatiendo la delincuencia y tal parece que se puso de acuerdo con los delincuentes para decir: chínguense Coatzacoalcos, es de ustedes”.

 

Wow. ¡Chínguense Coatzacoalcos! Esa frase resume cómo interpreta el pueblo a Bermúdez y a todos los responsables de la seguridad, entregándolo a los malosos.

Arturo Bermúdez se comprometió a bajar a Coatzacoalcos cada mes. Eso fue hace cinco meses en la última mesa de seguridad. Y de entonces pa’ acá, nada.

 

Ayer llegó cuando vio que la irritación comienza a tomar tintes de revuelta popular. Y como siempre, las mismas mentiras, el mismo rollo, las patrañas con las que le quiere tomar el pelo al pueblo porque si de algo saben los ciudadanos es de inseguridad, delincuencia y violencia.

 

Coatza es seguro, dice Bermúdez. Sí, güey, y por eso en un mes ocurrieron 17 robos, entre ellos el asalto al restaurant Hidalgo Carrión, al hotel LossAndes, a la casa de la mamá del ex regidor del PAN, Alfredo Phinder, a comercios, bancos y domicilios.

Coatza está seguro y es una matazón todos los días entre bandas del crimen organizado que se disputan la plaza. Matan en la vía pública, en los antros, en el malecón, en las colonias. Matan jóvenes y gente mayor, pero Coatza, según el secretario Bermúdez Zurita, es seguro.

 

Sí, seguro que te asaltan. Seguro que te roban. Seguro que te levantan. Seguro que te matan.
El cinismo de Bermúdez me cae que es de película. Ahora promete que la evaluación será cada ocho días. Uta, si promete que viene cada mes y no lo hace y ahora sale con que será semanal. a la próxima dirá que la evaluación será cada 10 minutos.

 

Por lo pronto, convocan a una marcha para pedir que se vaya, que Javier Duarte le exija su renuncia, que acabe la complicidad con los delincuentes.

 

Así debiéramos actuar todos. Debemos protestar, salir a las calles y manifestarnos. Es nuestro  derecho, porque la seguridad es nuestra primera garantía constitucional.

En Coatza está canijo el problema, pero en Las Choapas, Mina, Acayucan, Agua Dulce, está peor. Algo hay que hacer.

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