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Miguel Alemán Velasco es como Enrique Peña Nieto. Éste promueve el spot del “ya chole con tus quejas” y el ex gobernador de Veracruz nos insta a dejar de buscar culpables y mejor hacernos responsables todos de hallar soluciones.

A Peña Miento le fue como en feria por intentar la descalificación de los que alzan la voz ante los grandes rezagos del país. Lanzó el spot y le llovió de todo, desde condenas hasta mentadas. Y sacó el spot del aire.

Alemán Velasco acaba de confirmarnos que lo jijo se hereda y que a los políticos no les gusta que el pueblo les reclame lo que le hacen a México.

Dice el ex gobernador de Veracruz no busquemos culpables y que, en cambio, todos podemos hacernos responsables de hallar soluciones a los múltiples males que aquejan al país.

No sé dónde había oído eso pero ya lo había oído. Creo fue con López Portillo. Ah sí, “la solución somos todos”. Y en qué terminó aquel sexenio. El pinche llorón que se había construido tres mansiones en la Colina del Perro.

Y después la “renovación moral” de Miguel de la Madrid que fue puro barniz porque los transas siguieron siendo transas y quienes no sabían cómo era la corrupción aprendieron y hasta superaron a sus maestros.

Con Salinas de Gortari se reordenó la economía, hubo Tratado de Libre Comercio, vendió las paraestatales y creó Solidaridad. Al final se descubrió que él y su hermano Raúl habían saqueado al país y hasta le cobraron su cuota a los narcos colombianos para que pudieran meter su droga a Estados Unidos, a través de los cárteles mexicanos.

Zedillo parecía el más tonto. Pero de tonto no tenía nada. Se quedó con gran parte de los 40 mil millones de dólares que Estados Unidos le prestó a México cuando ocurrió el error de diciembre. Y esa deuda no la pagaron los que provocaron el desplome de la economía sino el pueblo con sus impuestos.

Fox fue un rebane. Quiso que México se convirtiera en Changarrolandia, que cada político panista tuviera su casino, que los hijos de Martha Sahagún, o sea sus entenados, compraran medio país.

Calderón no lo hizo tan mal en lo económico pero declaró la guerra a las drogas y los gobernadores priistas le dijeron a los narcos “ora es cuando”, y ahí se desató la violencia que ha convertido a México en un cementerio gigante, con ejecuciones todos los días. Calderón perdió el control, pero los priistas no fueron ajenos al crecimiento de los cárteles.

Ahora Peña Miento. Éste llegó a la presidencia a hacer negocios, a darle contratos a sus cuates, a construirse una mansión de 86 millones de pesos, a mover la corrupción porque a ellos, los políticos, eso les deja. Le reventó el asunto de Ayotzinapa y Tlatlaya, donde los militares no son ajenos porque en un caso no actuaron a sabiendas que los normalistas estaban siendo retenidos por la policía y luego fueron entregados a los narcos, y en el otro caso los soldados fusilaron a los narcomenudistas, que no serían unas blancas palomas pero que merecían un juicio justo y no que les aplicaran un juicio sumario.

¿Ya tienen el retrato? Ese es México. ¿Ya identificaste a los actores? Son los políticos que gobiernan, quizá no todos, pero sí la mayoría de quienes toman las decisiones en este país, serán del PRI, del PAN, del PRD, del PVEM, de Movimiento Ciudadano, del PT.

Y ahora nos sale Miguel Alemán Velasco conque no hay que buscar culpables, sino que mejor compartir las responsabilidades.

La verdad, no puedo ni quiero. Buscar culpables en lugar de ser responsables, es una reflexión que en cualquier manual barato de cinco pesos, pudo haber leído el “principito” Miguel Alemán Velasco, cuyo padre, Miguel Alemán Valdés, fue una de los presidentes que hizo de la corrupción todo una leyenda en su administración.

Alemán, quien fue de “buen humor” a un evento empresarial a Guadalajara, donde causó más estragos el miedo inyectado a sus habitantes, que las contingencias provocadas por el huracán Patricia, es ejemplo viviente de la irresponsabilidad que hemos actuado los mexicanos al no encarcelar a todos esos políticos corruptos que roban y dejan faraónicas herencias de las cuales se alimentan sus descendientes, nuestra real pritocracia mexicana.

¿Por qué hemos de ser corresponsables todos cuando los que se enriquecen son quienes tienen el poder en las manos? ¿Por qué debemos ser responsables de buscar soluciones todos si los que causan el problema de la corrupción son los políticos y los empresarios que se han venido repartiendo la riqueza de nuestro país?

Lo que dice Miguel Alemán es cómodo para ellos. Ellos roban y el pueblo que le busque cómo remediar el problema. Pero qué se puede esperar del principe idiota, como solían decirle a Miguelito cuando papá era el presidente de la corrupción.

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