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¿La vieron? Era La Potra, la misma que se dice perredista y de izquierda, que carga con un muerto en la conciencia y que es una maestra de la traición. Ya es priista de nuevo cuando unos días atrás era del PRD y apoyaba al panista Miguel Ángel Yunes Linares.

¿Y ven a Marco Estrada? Quesque pensando si regresa o no al PRI cuando que el PRI estatal ya difunde que él y otros tres alcaldes perredistas o que llegaron a sus presidencias municipales apoyados por el PRD, ya son tricolores otra vez.

Adelanta el presidente del PRI en Veracruz, Alberto Silva Ramos, El Cisne, que serán más alcaldes del PRD y del PAN, así como luchadores sociales y personajes de prestigio los que ingresarán al PRI y se sumarán a las próximas campañas electorales.

Este Cisne más bien parece gorgolocha, una avecita que se supone es de buen agüero y, sin embargo, queriendo aletear ha provocado un rompedero de cuanto encuentra en su camino.

Pues la Gorgolocha Silva se aventó al puntada de reclutar toda la basura política del estado de Veracruz y se ha llevado a las filas del tricolor a cada ejemplar que si no nos dicen que aquello es el PRI, bien pudiéramos pensar que es una sede alterna del penal Duport-Ostión.

Entre lo peorcito está esa señora de pelos de estropajo, gritona y mandona, de las que quieren hacerse notar con palabrotas y mentadotas, echando pestes por lo que sea. Isabel Morales Aguirre, a quien todos conocen como La Potra, era o es perredista y un día finta que se va a la alianza con el PAN y en cosa de días ya la ve uno colgada del brazo del presidente del PRI.

Cuando se escucha el nombre de La Potra, los de Minatitlán rajan y recontrarrajan porque la mujer fue sindica y puso de cabeza al cabildo.

Un día nos dieron una noticia que nos dejó pendejos. Sí, la verdá, se nos cayó la quijada. El marido de la señora, o sea El Potro, ya formaba parte del equipo de San Pedro. Sí, lo mandó al más allá sin boleto de regreso. Lo mató, pues.

Dicen que discutieron en la casa del rancho donde vivían. De pronto se oyeron varios disparos y los empleados del rancho salieron hechos la madre a la habitación. El cuate estaba en un charco de sangre, bien peladito, y La Potra con cara de ya me cargó el carajo.

Fidel Herrera, que era gobernador de Veracruz, agarró el asunto, escribió un guión, el ministerio público constató que El Potro se suicidó de tres balazos, mientras ella tuvo que ser llevada a una clínica donde le tomaron su declaración. Obviamente, doña Potra dijo que sí, que el marido estaba fuera de control, que lo poseyó el diablo, que ella lo cortó, que él no lo soportó —¡Uta, tará tan buena!— y trató de matarla. Le dio un balazo y la dejó herida. Se horrorizó El Potro ante lo que había hecho y optó por darse un tiro. Y como no se murió a la primera, se dio otro. Y luego llegó uno de los ayudantes, quien al verlo sufrir, le surtió otro balazo. Ya después de tres chingadazos habría estado cabrón que no se muriera. Ni que fuera biónico.

¡Qué mente la de Fidel! Con ese guión logró dos cosas: que La Potra Morales saliera bien librada y que se largara para no volver a dar lata. ¿La justicia al muerto? Qué va, esa no existe. 

La Potra se peló varios años. Luego regresa y se afilia al PRD hasta llegar a ser regidora en el ayuntamiento de Minatitlán. Hace una semana se le vio dialogando con el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares y se comprometió a apoyarlo en su campaña a gobernador de Veracruz.

Y de pronto aparece con el presidente del PRI en Veracruz, El Cisne o la Gorgolocha Silva, muy sonrientes y mostrando el pulgar luego de pactar que doña Potra jale con el próximo candidato del PRI. Esa Potra es sucia por dentro y también por fuera.

Del caso Marco Estrada ya hemos hablado. Se da a querer. Que lo está pensando, que no es tiempo para hablar de su regreso al PRI, que todo es especulación. Y yo digo: quién madres le va a creer, si al PRD lo usó para llegar a la alcaldía pero ahí no hay quien lo soporte porque lo priista lo trae muy adentro de su alma.

Pues esas son las adquisiciones del señor Cisne, que abre la cartera y va de compras por todo Veracruz adquiriendo a precio de oro lo que no vale ni tres pesos. Es el caso de La Potra y es el caso de Marco Estrada.

El Cisne Silva anuncia que habrá más alcaldes del PRD y del PAN que se pasarán a las filas del PRI. Pero eso es lo de menos. No se trata de que sean muchos sino de que no sean ratas o déspotas, que no abusen de la población o que expriman las obras públicas.

Eso lo vemos nosotros, pero no la Gorgolocha Silva. Él anda comprando la basura política y con eso cree que se puede ganar una elección. Allá él.

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