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Juan Ciudadano

Los Gobernados

Veracruz se llena de sangre… otra vez

04/11/2015 08:22 a.m.

Esto está de miedo. Es otra ola de violencia que nos deja dos o tres muertos por día y que tiene a los veracruzanos aterrados, sin saber qué onda, sin saber en quién confiar, sin saber qué pasará.

Díganme si no. Al abogado Rodolfo Zapata Carrillo lo mataron en Coatzacoalcos luego que denunciara que el gobierno no puede con la inseguridad y que exigiera la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita. Y aquí, en Las Choapas, le quitan la vida a Omar Domínguez Benítez, ganadero.

Y el asunto no para ahí. En Antón Lizardo, municipio de Alvarado, sufre un atentado el empresario del transporte, Alfonso “El Pollo” Enriquez Boussart, quien resultó herido pero fuera de peligro, mientras cuatro acompañantes, entre ellos el jefe regional de Tránsito, Miguel Ángel Sarmiento Uribe, perdieron la vida.

La violencia está fuera de control. A Omar Domínguez, conocido como “El Mocho”, lo acribillaron en su automóvil a unos metros de la casa de su suegra, en la colonia Aviación.

Viajaba con su esposa, Rosalía Córdova Meza, a eso de las ocho de la noche, el lunes 2 de noviembre. Al llegar a la vivienda, ella descendió del vehículo y se internó en el domicilio. Omar Domínguez permaneció  acomodando el auto. Los sicarios se aproximaron a bordo de una motocicleta y le dispararon a corta distancia. 

Recibió ocho disparos que resultaron mortales. Según testigos, eran dos sicarios, quienes luego de accionar sus armas huyeron a toda velocidad sin que nadie pudiera impedirlo.

El cuerpo de “El Mocho” quedó en el asiento del piloto, sangrando abundantemente, al tiempo que su esposa pedía auxilio y observaba cómo se le escapaba la vida al ganadero.

El caso conmocionó a los choapenses. Y es que todo el año ha sido así. Secuestran y asesinan a la gente y no hay autoridad que pare esta oleada de terror.

Lo que ocurrió con el abogado Rodolfo Zapata, en Coatzacoalcos, cimbró a todos y nos remitió al Veracruz violento donde los señores del crimen organizado imponen su ley.

Rodolfo Zapata denunciaba la falta de resultados de la Secretaría de Seguridad Pública, la corrupción en áreas de la Fiscalía General y casos de tortura y asesinatos en el reclusorio regional Duport Ostión.

También lo mataron el 2 de noviembre cuando se encontraba a las puertas de un taller mecánico. Dos tipos llegaron hasta él en un automóvil. Uno de ellos accionó una AK-47, la llamada “cuerno de chivo” que usan los narcos, y le quitó la vida.

Estaba a menos de dos cuadras de las instalaciones del Mando Único de la policía, lo que pareció no preocuparle a los sicarios. Lo mataron y se fueron sin que nadie se cruzara en su camino.

Algunas agrupaciones, como la Barra de Abogados, sostienen que en unos días más Rodolfo Zapata sería el nuevo director del penal Duport y que por eso lo enfriaron, porque había denunciado que ahí han matado reos, que los torturan en cuanto llegan al reclusorio por diversos delitos y que por no tener dinero para pagar la talacha los tunden a golpes y a veces se les pasa la mano.

El tercer caso ocurrió el martes 3. Las autoridades aseguran que se trató de un asalto en una vivienda de Antón Lizardo, municipio de Alvarado, donde se encontraba el vicepresidente de la Asociación de Transportistas del Estado de Veracruz, Alfonso “El Pollo” Enríquez Boussart, quien resultó herido aunque no de gravedad.

El que sí murió fue el delegado regional de Tránsito del Estado en la zona de Córdoba, Miguel Ángel Sarmiento Uribe, dos escoltas del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial (IPAX), y dos albañiles.

De inmediato dijo la Fiscalía General de Veracruz que no se trató de un atentado sino de un asalto a la vivienda. Y cómo no, pues reconocer que fue un ataque directo o un ajuste de cuentas deja mal parado a quienes representan al gobierno estatal.

Lo de menos es por qué los matan. Lo grave es que los matan y que usan violencia desmedida, con armas de alto poder, de manera alevosa y de la forma más descarnada que uno se pueda imaginar.

Estamos, otra vez, ante una ola de violencia que deja a Veracruz ensangrentado y al pueblo sumido en la zozobra, al ver que la delincuencia actúa con total impunidad y la autoridad no rinde resultados a la sociedad, pese a las millonarias inversiones en equipamiento de la policía y en operativos que han demostrado su absoluto fracaso.

En menos de 48 horas fueron asesinados Rodolfo Zapata, en Coatzacoalcos; Omar Domínguez, en Las Choapas, y el delegado regional de Tránsito en la zona de Córdoba, Miguel Ángel Sarmiento Uribe, en Antón Lizardo. 

Y lo peor de todo es que sabemos cuándo ocurren los hechos, cuando comienza esta barbarie, pero no tenemos idea de cuándo habrá de terminar.

(Comentarios y tips a: [email protected])



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