​Dos buenas y tres malas para Renato: su abogado es un chingón y ya sacó de la cárcel a uno de los implicados en el crimen del periodista Moisés Sánchez Cerezo; las otras tres, las malas, son que no pudo evitar el desafuero del alcalde Omar Cruz Reyes, que el Ratón será desaforado y que ya no será candidato al gobierno de Veracruz.

Uta, qué dolor. Sí qué dolor para los tronquistas que pronto van a tener que llevarle cigarritos al penal, algunos cobertores pa’ que no se enfríe en la temporada de invierno y algunas revistas Playboy pa’ que le dé gusto al ojo y no se aburra. Y si se pela antes que lo entanquen, a vivir del recuerdo todos.

Las dos noticias buenas para el líder del tronquismo, diputado local por añadidura, es que Sergio Vaca Betancourt es un hueso duro de roer para el gobierno, un excelente abogado penalista con sonados triunfos en los tribunales y que entre sus trofeos presume al cacique Cirilo Vázquez Lagunes, que Dios lo tenga quién sabe dónde.

A Cirilo lo defendió dos veces y dos veces lo puso en libertad. La primera cuando lo acusaron de acopio de armas, en 1087, cuando Fernando Gutiérrez Barrios acababa de convertirse en gobernador de Veracruz.

Cirilo Vázquez tenía más base social que Renato. Lo adoraban en decenas de municipios en el sur de Veracruz, movilizaba gente de a madres y todos daban la vida por él. Pero cuando el Ejército se llevó al cacique, no hubo poder humano que lo impidiera. Se organizaron, tomaron carreteras y luego le tuvieron que bajar porque desde adentro, tras las rejas, cualquiera entiende aquella frase del abuelo de los Beverly de Peralvillo: “No somos nada”.

Las reacciones populares le valieron a Gutiérrez Barrios. El asunto era federal. Obviamente que él movió sus influencias, pidió que Cirilo fuera enfriado y adiós cacicazgo.

El caso fue defendido por Vaca Betancourt, quien en un año ganó todos los amparos que tramitó y Cirilo finalmente quedó en libertad. Salió del penal Ignacio Allende y salió también de Veracruz porque entendió que una cosa es creerte chingón y otra es ser chingón. 

Cirilo Vázquez se fue a Puebla. Allá vivió aunque no dejaba de tener su control, muy disminuido en algunos municipios del sur. Allá lo encarceló el gobernador Manuel Bartlett porque no le permitió que retara a los poderes establecidos. Le imputaron un caso de drogas y para salir casi lo dejaron en la miseria.

Regresó a Veracruz y volvió a las andadas. Impuso alcaldes en algunos lugares, entre ellos a su querida en San Juan Evangelista, hasta que lo acusaron de varios crímenes y volvió a prisión. De nuevo apareció Vaca Betancourt y lo sacó de la cárcel, porque en eso, en lo penal, el abogado es de lo mejor.

Renato está acusado del crimen del ex regidor panista Alfredo Pérez Juárez, ocurrido el 6 de junio de 2006, cuando era alcalde de Las Choapas por primera vez. La Procuraduría de Veracruz tomó las declaraciones del asesino material, quien dijo que el trabajito lo ordenó Renato, y así le encajó la autoría intelectual.

Fidel lo quebró, lo jaló, lo hizo su operador, le concedió volver a la alcaldía y Javier Duarte lo convirtió en diputado local. Pero se le subió la cajeta a la cabeza, retó al gobernador y ahora le reviven la acusación y está a punto de ser desaforado para enfrentar a la justicia de Veracruz.

Renato no se presentó a ejercer su derecho de audiencia en el Congreso y las pruebas que envió son irrelevantes: el sobreseimiento de la Procu hacia su persona, pero que ya fue invalidada por una impugnación que interpuso la viuda del ex regidor, Orfelina Galindo Jaimes.

Vaca Betancourt fue el abogado del alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes, acusado del crimen del periodista Moisés Sánchez Cerezo, a quien no pudo librar del desafuero y el edil tuvo que fugarse.

Vaca Betancourt sostiene que a Renato le van a retirar el fuero porque así está actuando el Congreso. Eso es cierto. Hay consigna de cargarse al Ratón Vaquero y se lo van a cargar.

Dice también que con ese problema legal encima ya no será candidato independiente a la gubernatura de Veracruz, lo que acaba con los sueños guajiros de Renato de meterse en la contienda electoral del 2016.

O sea que lo de Renato está más cañón de lo que parece. Si su abogado dice que será desaforado es porque el asunto tendrá que dirimirse en el ámbito penal y no en el Congreso.

Omar Cruz Reyes lleva meses a salto de mata, huyendo para que no encarcelen. Renato Tronco va a tener que huir porque no hay amparo que lo libre de la prisión en una acusación de asesinato.

Y ya debe ir poniéndose las pilas porque para diciembre será considerado prófugo de la justicia. Quién lo iba a imaginar.

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