Hágase la ley… pero en los bueyes de mi compadre. Y con esa máxima política, que parte del refrán popular, que expresa que la justicia no es pareja ni toca los que de casa, se ha dado paso a la impunidad en beneficio de los que detentan el poder y, por el contrario, que la ley se haga sentir en los enemigos.

Así se las quiere aplicar Javier Duarte de Ochoa a quienes lleguen al gobierno de Veracruz cuando él se marche. Lanza una iniciativa para retirar el fuero a quien detente el cargo de gobernador, secretarios de despacho, alcaldes y síndicos. En cambio, mantiene el fuero del fiscal general y del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Quiere el gobernador que la figura del fuero constitucional, la protección de que gozan los servidores públicos de alto nivel y que ha servido para encubrir a auténticos delincuentes, ya no aplique.

Quiere Javier Duarte ir acorde con la reforma política y que el fuero deje de ser usado para protección de personajes que desde los principales cargos políticos delinquen.

Envía la iniciativa de ley al Congreso de Veracruz, diciendo que así la justicia será más pareja y que ya no habrá más personajes públicos que se escuden en el fuero cuando se les acusa penalmente por tener problemas con la justicia.

Y todo suena de poca, peroooooo. 

Lo chido para Javier Duarte es que echa abajo el fuero constitucional cuando él ya va de salida, cuando el proceso legislativo tardará uno o dos períodos más en la Legislatura estatal y no le tocará a él en funciones de gobernador.

O sea, esta es una iniciativa con dedicatoria para el próximo gobernador, quien podrá ser acusado penalmente por equis delito, quien tendrá que defenderse a la par que gobierna, quien podría ser consignado mientras se desempeña como gobernador, quien podría ser aprehendido, encarcelado y procesado mientras está al frente del gobierno de Veracruz.

Si el asunto fuera meramente jurídico, pues bien. Pero si obedece a razones políticas, como todo indica, entonces estamos a punto de entrar en un vacío político.

Si el próximo gobernador es denunciado, enjuiciado y condenado, ¿quién gobernará a Veracruz? Y si al que lo suceda en el cargo le va igual, ¿cuántos gobernadores nos vamos a echar?

La iniciativa de Javier Duarte tiene dedicatoria para los Yunes. Sí, para los Yunes del PAN y también para los Yunes del PRI.

El gobernador está viendo que quien sea su sucesor, estará en la posición de actuar legalmente contra todo lo que representa Javier Duarte y su grupo en el poder.

Pese a que José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa son del PRI, ambos lo tienen sentenciado. Los ha golpeado tanto que si llegan a la gubernatura, cualquiera de los dos, lo van a llevar ante la ley.

Está peor el caso de los Yunes del PAN. Miguel Ángel Yunes Linares podría ser el próximo gobernador y ni dudar que persiga y acuse a Javier Duarte y al mismo Fidel Herrera Beltrán por la corrupción que ha imperado en sus gobiernos, pues él mismo ha sido quien ha documentado y promovido que la Auditoría Superior de la Federación haya realizado denuncias penales contra los gobiernos priistas de Veracruz.

Duarte la trae contra Yunes Linares. Al hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, le promovió denuncias por enriquecimiento ilícito, asociación delictuosa, lavado de dinero y muchas otras acusaciones. La Fiscalía General de Veracruz solicitó que se le retire el fuero constitucional para llevar adelante la indagatoria y poder consignarlo.

Javier Duarte está viendo venir que cualquiera de los Yunes, tanto los del PRI como los del PAN, van a proceder legalmente en su contra y no se la va a acabar cuando, él sí, ya no tenga fuero que lo proteja. Entonces va a huir y tarde o temprano la mano de la justicia lo alcanzará porque son muchos los delitos que se han cometido en su administración.

Y ahora sale con que el fuero es una figura jurídica que ha sido mal empleada, que sirve para encubrir a los delincuentes, que la usan los políticos para burlar la ley. ¿Y él, acaso no hizo lo mismo?

Javier Duarte debió enviar esta iniciativa de ley para suprimir el fuero al gobernador, secretarios de despacho, alcaldes y síndicos cuando iniciaba su administración, no al final.

Lo de suprimir el fuero es una vacilada. No lo hace para que el próximo gobernador se conduzca con limpieza y honestidad, sino para que si proceden contra él y su grupo político, inunde de denuncias el escenario y le amarre las manos al próximo gobernador.

Lo que hace es burdo. Y lo peor es que no hay quien le crea.

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