Diciembre me gustó pa’ que fueras, dice la canción de José Alfredo. Y cómo no. Diciembre me gusta para que te esfumes, Javier Duarte, porque has dejado a miles de pensionados en la mayor de las angustias, sin su dinero, sin su aguinaldo, sin esperanza alguna. Una amarga Navidad para ellos.

Ayer lo decíamos. Es una desgraciadez que pasen los meses y las pensiones de estos antiguos lleguen a destiempo, a veces incompletas, a veces con descuentos. Y en el colmo de los descaros, los de Pensiones del Estado simplemente les digan que no hay dinero para pagar.

Ayer, se suponía, ocurrió lo peor, saliendo a las calles esos hombres y mujeres de pelo blanco, encanecidos por la edad, achacosos por la enfermedad, hasta en silla de ruedas, en muletas, con andadera, con bastón, sí, casi derrotados por la vida pero dándonos una lección de dignidad.

Los vimos en Xalapa, en Córdoba, en Veracruz, en Orizaba, en Coatzacoalcos, en Poza Rica, marchando y protestando porque ni les llegó su pensión y en un ardid para sofocar el malestar, les dieron cheques de hule, de los que rebotan en los bancos por falta de fondos, y eso además de ser un fraude, se convierte en burla para los afectados.

Y me enchila como a muchos, como a miles o cientos de miles, o quizá nos purga y nos encabrona a los ocho millones de veracruzanos que vemos que este gobierno, el de Javier Duarte, no tiene piedad de nadie, que le roba su lana a los pensionados y le importa un carajo que salgan a protestar.

Retomo el tema porque la protesta tenía una intención: que el gobierno de Veracruz, a través del Instituto de Pensiones del Estado, pagara sus quincenas, el aguinaldo, el retroactivo y otras prestaciones a los pensionados. Que dejara de retenerles un dinero que es de ellos.

Habían salido a las calles porque el 10 de diciembre les dieron cheques posfechados que debieran cobrar el viernes 18. Pero ocurrió que no tenían fondos y los bancos los rebotaban.

Salieron a protestar porque a muchos no les han depositado en sus cuentas bancarias. Acuden a los cajeros automáticos y no hay registro del pago de su pensión. Les dijeron que este lunes 21 ya se habría normalizado la situación y todo siguió igual.

Este martes 22 la protesta se recrudeció. Ha ido subiendo el tono de lo que le dicen al gobernador Javier Duarte, acusando que se están robando el dinero de los pensionados.

La prensa nacional e internacional difunde imágenes que no se han visto en ningún gobierno veracruzano, ni en el de Fidel Herrera, que ya es mucho decir.

Un pensionado con una cartulina reclama. En el texto dice: “Exijo se me pague el retroactivo de mayo 2014 a junio 2015 con sus respectivas percepciones”. Un año, carajo.

Tienen un lema: “¡No falta dinero, sobran ladrones!”. Y tienen razón.

El dinero ahí está. El dinero existe pero lo han desviado, o lo retienen con la intención de que los que lo tienen que reclamar, se cansen y claudiquen.

La protesta de ayer fue mucho mayor. Bloquearon la entrada a Xalapa, la autopista de cuatro carriles, que es salida hacia la zona portuaria de Veracruz; los accesos a Plaza Américas, que es un motor de la economía de la capital del estado, y el Centro Histórico.

Al rato se presentó el director de Pensiones del Estado, Armando Adriano, que además de ser un político maniobrero tiene una labia y una facilidad para mentir que hay que quitarse el sombrero.

Pero ahí le falló. Llegó a decir que voluntad hay pero que aún no reunía el monto total del dinero destinado a pago de los pensionados. Al tipo casi lo linchan y tuvo que ser rescatado por una unidad policíaca y sacado del lugar porque si no lo regresan en cachitos.

El gobierno se hacía güey y los pensionados se la cantaban derecha. “Duarte, acuérdate que vienen las elecciones 2016”, le decían al gobernador. “¿Dónde está la honestidad y transparencia que pregonas?”, “no más promesas… queremos aguinaldo, adeudos y la pensión completa… basta de mentiras”.

Y cuando oyó que se la van a cobrar en las eleciones del 2016, rompiéndole toda la maceta al PRI, entonces se quebró.

Cerca de las tres de la tarde, el gobierno de Veracruz emitió un boletín diciendo que la Secretaría de Finanzas y Planeación había transferido 894 millones de pesos para saldar los pendientes con los pensionados y que en el curso de este 2015 la cifra total depositada es de 4 mil 95 millones de pesos.

Charros. Algo no cuadra. Si el presupuesto anual del IPE es de mil 256 millones de pesos para 2015, ¿cómo fue que lleva transferidos 4 mil 95 millones? Y ojalá este miércoles les paguen.

Qué vergüenza. Muchos de ellos ancianos, le han dado una lección de dignidad al gobernador, quien le digan que no falta dinero, lo que sobra son ladrones.

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