¡Upsss! De tontita, Fabiola sólo tiene la carita, la pinta y la vocecita. Pero en un abrir y cerrar de ojos, cuando todos duermen o pueden ser burlados, se embolsó nomás unos 51 millones de pesos en su paso por la alcaldía de Acayucan.

Y no es chisme. Eso lo dictaminó el Órgano de Fiscalización Superior, que en la cuenta pública de 2014 le encontró al alcalde actual, Marcos Martínez Amador, la cancelación de dos pagos a la cuenta contable de la anterior presidenta municipal, Fabiola Vázquez Saut.

Lo de menos es la cancelación del adeudo. Lo cañón es que Marcos Martínez no presentó documentación con la que pudiera acreditarse que la hija del cacique ganadero, Cirilo Vázquez Lagunes, hubiera restituido el dinero a las arcas.

Fabiola Vázquez es peor que su hermana Regina. Es más soberbia y ambiciosa. Dos veces fue alcaldesa de Acayucan, dejando pésima imagen y repudio social. Y en cuanto a dinero, siempre cuidó no dejar huella, pero esta vez le falló.

La historia es así. Son difundidos los resultados de las cuentas públicas de los 212 municipios de Veracruz, el gobierno del estado, el Congreso y el Tribunal Superior de Justicia. En la página del ORFIS está el balance, uno por uno, con sus detalles, con sus inconsistencias, con su posible daño patrimonial.

En el caso Acayucan, en el ejercicio 2014 aparece un detalle, detallito, perdidito como para que nadie le diera mayor importancia. Pero ese punto puede ser el origen de una tormenta.

Hay dos observaciones. Una es la FM-003/2014/049 y la otra la FM-003/2014/010. Las dos tienen que ver con el dinero que se le entregó a Fabiola Vázquez por parte de la tesorería y que no volvió a las arcas ni se justificó su uso.

Uno de los pagos es por 12 millones mil 479 pesos y el otro por 38 millones 876 mil 94 pesos. Los dos están registrados en la contabilidad del ayuntamiento en la cuenta 1106-04-03012 a nombre de la entonces alcaldesa Fabiola Vázquez Saut.

Cuando Marcos Martínez Amador llegó a la alcaldía, obviamente con el apoyo de Fabiola y su hermana Regina, actual secretaria general del PRI en Veracruz, por el partido Alternativa Veracruzana, el AVE, en coalición con el tricolor, su primera misión fue hacerse güey con el desmadre financiero que le dejó la heredera del cacique.

Y como eso de hacerse tarugo le sale tan bien, pues que le pone cancelado a esos pagos y ni quien se preocupara por lo que pudiera ocurrir a futuro.

Las auditorías comenzaron. Ahí no podía pasar nada porque, en primera, Fabiola y Regina son consentidas de Fidel Herrera y de Javier Duarte. Y no por su bonita y tontita cara sino porque Acayucan siempre ha sido una especie de caja chica del PRI y sobre todo del ex gobernador y del actual gobernante jarocho.

Era de esperarse que el ORFIS se hiciera el desentendido, que los auditores no le pusieran crema a sus tacos y que la cuenta pública 2014 pasara desapercibida, con observaciones menores.

Pero resulta que no. En el “Informe del Resultado de la Fiscalización Superior”, Marcos Martínez fue pasado a arder por los 51 melones que Fabiola Vázquez recibió y que no se acredita que los haya devuelto.

Y eso es lo cañón. Dice el resultado de la auditoría que no presentó “constancia de su recuperación, comprobación y/o dictamen aprobado mediante acuerdo de Cabildo”.

A ver, dijo un ciego. La contabilidad del ayuntamiento de Acayucan, año 2014, dice que ambas cantidades, que suman 50 millones 877 mil 573 pesos, eran un adeudo que fue cancelado. Sí, pero ¿cómo fue reintegrado el dinero, en qué fecha, por qué vía, mediante cheque o transferencia bancaria?

Ahí se le complicó el asunto al alcalde. Lo de menos es que un adeudo aparezca “cancelado”. Lo cañón que se pueda soportar con la transferencia o el depósito en cuentas del ayuntamiento o con documentos que avalen que el dinero fue usado en conceptos inherentes al cargo.

Cuando ORFIS dice que no existe constancia de la recuperación, comprobación y/o dictamen aprobado por el cabildo, es que el dinero, o sea los casi 51 melones, no regresaron a las arcas.

Regina es la oveja negra de la familia. Fabiola es la oveja renegra. Y no por el color, pues una es rubia y la otra trigueña. No, es porque una es transa y la otra es retransa.

Regina Vázquez es secretaria general del PRI. Fabiola es subsecretaria de Desarrollo Agropecuario del gobierno de Javier Duarte. Las dos han sido alcaldesas de Acayucan. Las dos han dejado malas cuentas. Las dos han sido encubiertas por Fidel y Duarte. Pero algo pasó.

Mal augurio para las hijas del cacique. Pronto será echado el PRI del gobierno estatal y por una cantidad así cualquiera se va a la cárcel.

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