​Hay que hablar por ellas. Hay que hablar y actuar. Porque son más de mil denuncias por desaparición de mujeres en Veracruz y no se sabe cuántas regresaron con bien y cuántas no, o cuántas perdieron la vida.

Si son lo más precioso de la creación, cómo no tener un sentimiento de angustia al saber que Veracruz elevó dramáticamente el número de mujeres desaparecidas. Y esto ocurrió en el sexenio actual, en el de Javier Duarte de Ochoa.

Las cifras las divulga el periódico Reforma. Da el contexto de los últimos dos sexenios estatales y cómo tenía que ser, "Javidú" se lleva las palmas.

Ahí le va.

De acuerdo con datos de la Fiscalía General, antes Procuraduría, actualmente encabezada por Luis Ángel Bravo Contreras, la cifra de desaparecidas en Veracruz de 2006 a la fecha se disparó gacho, más o menos como un 5 mil por ciento. Ufffff.

De 2006 a 2010, cuando Fidel Herrera Beltrán gobernaba, sólo se reportaron 32 denuncias. Pero de 2011 a 2015, en el duartismo, el asunto va por los mil 647 casos. Recontraufffff.

Grueso, compadre. Pero hay más. En 2014 las autoridades ministeriales de Veracruz recibieron 597 denuncias por desaparición de mujeres. Casi dos desaparecidas por día.

Eso corresponde a los casos denunciados, pero como ocurre con el secuestro y la extorsión, son unos cuantos los que acuden a las autoridades mientras la mayoría se queda callada por temor a los delincuentes, o porque no creen en el gobierno, o de plano porque suponen que el personal que conoce de la denuncia está coludido con los malos y de inmediato los alertarán.

Denuncia sólo un 10 por ciento de las víctimas y el resto prefiere olvidar, si es que algo así como la desaparición o el secuestro algún día se puede olvidar.

Y ahora lo que expresa el gobierno. Dice la Fiscalía de Veracruz que de las mil 647 mujeres desaparecidas, mil 341 fueron localizadas. De maravilla.

Y podríamos creerle al gobierno, y pensar que ya se pusieron las pilas, y hasta suponer que trabajan al 100 buscando y hallando, pero lo que no nos dicen es en qué condiciones están esas desaparecidas, si las hallaron con vida, si están muertas, si fueron víctimas de trata de personas, insertándolas en la prostitución o en el crimen organizado, o si se fueron y regresaron por su enterita voluntad. Eso no lo esclarecen

En tiempos de Fidel Herrera, el gobierno de Veracruz incurrió en excesos bien pinches. La excusa era que las chavas se iban con su gordito, que eran requeteenamoradas y ya saben, la calentura es la calentura, aunque luego el galán se hiciera güey y ahí las ve uno regresando con su panza por delante, y solas.

Y con esa excusa le valió a Fidel Herrera si las mujeres veracruzanas comenzaban a correr riesgos. Recuerdo el caso de Gaby Benítez. La jovencita desapareció en Xalapa. Su mamá comenzó a buscarla y al rato toda la capital estaba sensibilizada. Veíamos su foto por toda la ciudad. Entonces entrevistaron al secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar. Pasu. Estuvo feo. Dijo Rey que la chica se fue porque la mamá la trataba mal.

A los pocos días encontraron su cadáver. La habían violado y luego la asesinaron. Y ahí comenzó el desmadre. El gobierno fidelista exhibió su desprecio por la vida de los veracruzanos. Queriendo demostrar que no había desapariciones, lo único se les ocurrió decir es que las mujeres se fugan por un amor.

La curva de las desapariciones de mujeres se incrementó cañón. El fiscal Bravo Contreras incurre en dos errores: dice que de las mil 647 mujeres desaparecidas, aparecieron mil 341. Pero no dice en qué condiciones. ¿Y las otras 306? 

Eso es en cuanto a desapariciones. Lo otro son los feminicidios. De 2012 a la fecha van 161 asesinatos de mujeres en Veracruz, de los cuales 55 ocurrieron sólo en 2015, considerado el año más violento para las damas.

Los municipios más peligrosos son Poza Rica y Xalapa con 13 casos. Le siguen Córdoba, Coatzacoalcos y Veracruz con seis.

La mayoría de los casos aún no se resuelve y según los expertos, tanto las desapariciones como los feminicidios se derivan de la violación a los derechos humanos de la mujer.

Pero cuando las organizaciones defensoras de la mujer le piden al gobierno de "Javidú" que decrete la alerta de género, el panzón se resiste. Es su responsabilidad y si hubiera generado condiciones de seguridad, combatiendo a la delincuencia, Veracruz no sería un lugar donde la mujer corre tanto peligro.

Si las mujeres son lo mejor que tenemos, si de ellas venimos, si con ellas procreamos, si son tan empeñosas, perfeccionistas, aguantadoras, solidarias, cariñosas, organizadas, responsables, etecé, etecé y etecé, cómo no las vamos a cuidar.

Y claro, si "Javidú" no lo hace, nosotros sí.​