​

Chale. Lo que ellas dicen te cala y te enchila. Lo que ellas viven te llega, porque ha de ser terrible que te quiten a un familiar y no vuelvas a saber de él. Y lo que piden lo hago mío, lo suscribo, y muchos otros también, porque creo, creemos, que el gobernador Javier Duarte, el tal Bermúdez y el tal Bravo se deben ir.

Se manifestaron el viernes las familias de los desaparecidos de Córdoba, Xalapa y Coatzacoalcos, en una acción conjunta, colocando sus demandas en mantas y cartulinas, con la foto de las víctimas, exigiendo justicia, exigiendo que digan qué les hicieron, qué investigaron, qué hallaron.

En dos años, desde que se reunieron con el gobernador de Veracruz, acordando acciones inmediatas para dar con el paradero de los desaparecidos, todo pareciera ser una mentira, la mentira oficial, aplicándoles la aburridora, dándoles largas al asunto y sin aportar ni una pista de lo que pudo haber provocado que se los llevaran y no se volviera a saber de ellos.

En aquel entonces, Javier Duarte de Ochoa se las puso fácil. Abrimos un canal de comunicación, reuniones periódicas, revisamos el avance de las investigaciones y ustedes ven que el gobierno trabaja porque si algo tiene es interés por su gente.

Uta pa’ mentiroso. Las reuniones se dieron al principio y luego el silencio, las evasivas, sacándoles la vuelta el fiscal general, Luis Angel Bravo, echando discurso para que los que no saben cómo está la inseguridad en Veracruz, los de otras entidades, el mismo gobierno federal, en el extranjero, creyeran que este gobierno se preocupa por los veracruzanos. 

El asunto se ha puesto peor. Cada vez son más casos de desapariciones a manos de la policía estatal o de ex policías que se vincularon a las delincuencia, lo que hace responsable de muchas desapariciones al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.

La protesta del viernes la organizó la señora Aracely Salcedo, madre de Fernanda Rubí Jiménez Salcedo, desaparecida en Orizaba hace ya dos años y las autoridades se han hecho las occisas, sin investigar seguro porque en el asunto están metidos policías de Veracruz o porque los autores son delincuentes con protección oficial.

En Coatzacoalcos, quienes encabezaron esta protesta fueron las familias de los cinco jóvenes desaparecidos por presuntos elementos de la Fuerza Civil. Se plantaron justo cuando arrancaba el primer desfile de carnaval, atrayendo la mirada de todos y complicando la realización del evento.

Los familiares de los desaparecidos le están pidiendo al presidente Enrique Peña Nieto que intervenga, que haga algo, que los apoye a buscar a las víctimas, que detenga y le finque responsabilidades a las bandas que se dedican a la trata de blancas, que se llevan niños y niñas de 11 años y que muchas veces los asesinan y los sepultan en fosas clandestinas.

Reclaman que antes que dar con el paradero de los desaparecidos, ya los están criminalizando, que no dan resultados en las investigaciones. Y por ello exigen la denuncia del gobernador Javier Duarte, el secretario Bermúdez y el fiscal Bravo.

En su posicionamiento, firmado por varios colectivos y los familiares de los jóvenes de playa Vicente, levantados en Tierra Blanca, dicen:

“Estos señores solo han jugado con nuestro dolor y lo han administrado a su placer y antojo. Nos hemos convertido en su burla con tanta omisión por parte de sus agentes. Los señores nos han prometido una y otra vez ayuda y, hasta el día de hoy no hemos visto nada claro respecto a la resolución de nuestros casos. Dan la cara solo cuando se sienten presionados. 

“No somos un caso aislado y no estamos con ningún partido político. Esto que hacemos lo realizamos por amor a nuestros desaparecidos; ya no son solo nuestros familiares, somos ahora un solo cuerpo que les pedirá cuentas por todos los desaparecidos de Veracruz, ya sean residentes, migrantes de paso o turistas. Todos son desaparecidos y merecen que se les busquen con el mismo empeño. ¡Ya basta de tantas mentiras! Es necesario detener la violencia a la que nos enfrentamos día a día, nadie sabe quién será el siguiente. 

“Señor Gobernador, queremos a nuestros desaparecidos, ustedes mismos han lanzado una ola de difamación y calumnias a todos ellos solo porque no pueden defenderse, pero aquí estamos nosotros para pedirle no más simulación en su gobierno, ¡un gobierno fallido!”

Qué madrina. Ellas, las familias pero sobre todo las madres de las víctimas, ya no tienen nada que perder. Y lo que dicen es cierto. Su dolor es el dolor de millones de veracruzanos que reclaman justicia y que se largue el gobernador y su gente.

(Comentarios y tips a: [email protected])

​