No sé, no sé. Todavía no inicia esto y ya se bajó el chon. Y así como creerle. Por delante anuncia Héctor Yunes Landa que el goberts Javier Duarte de Ochoa ya la hizo, que él ni mothers que lo vaya a encarcelar.

Eso es ser ley. Sí, ser ley con los inches pillos a los que les dio chance cuando en 2010 le negaron la gubernatura, cuando le cerraron la puerta por órdenes de Fidel Herrera y tuvo que dejar pasar al gordo de Córdoba con la promesa que él sería el siguiente.

Y eso es ser ley, cuaderno de los que hundieron a Veracruz, porque favor con favor se paga y eso lo entendían hasta Al Capone, Lucky Luciano, los Soprano y Vito y Michael Corleone, que sabían que los pactos y la palabra, así como las deudas, son de honor.

Tú me diste chance de pasar, yo te dejo pasar. Yo me hice güey para que tú, panza, fueras goberts, y tú me das chance de que yo sea el nuevo goberts de Veracruz.

Entonces el asunto pinta bien suavecito, sencillísimo: Yo, Héctor Yunes Landa, les vendo primero el cuento de que soy como el shérif y al rato les salgo con que mi pistola no tiene balas. Y así quién sabe quién es el valiente que se atreve a meter a la cárcel a los pillos. Pero yo, Héctor, no soy.

No sé, les digo. Hace unas semanas, con López Dóriga y con Ciro Gómez Leyva, el Hétor ofrecía que iba a ponerse cañón con los que habían provocado el desastre de las finanzas de Veracruz. ¿También el gobernador, que además es de su mismo partido, el PRI?, le preguntaron. Sí güey, respondió. Contra él igual.

Upsss. Muchos, la mayoría, dijeron que Héctor Yunes ya no sabía ni cómo posicionarse; que ofrecía sanear las finanzas, traer la prosperidad yunista porque la duartista no sirvió para un carajo; que él sí iba a reactivar al estado de Veracruz; que implementaría un plan para frenar la violencia.

Pues nada le funcionó. Nadie lo cachó ni lo cacha. Nadie le cree al candidato del PRI por más que ofrezca que él sí va a transformar a Veracruz en los dos años que dure la próxima gubernatura.

Intentó todo Hétor, desde el asunto ese de que él no tiene ni una propiedad malhabida, que él es el hombre más honesto del mundo, que él tiene las manos limpias, que el presenta su 3 en 3 y si quieren su 6 en 6 o su 9 en 9. Él, Héctor Yunes Landa, no tiene pasado que lo averigüence como su primo Miguel Ángel Yunes Linares.

Ahí es está mi declaración patrimonial, la declaración de conflicto de interés y mi situación fiscal. ¿Y tú, Miguel Ángel, cuando?

Y entonces el Hétor sale con que él es incómodo. Harto incómodo para el gobierno, para Javier Duarte de Ochoa, para los rateros que han estado en el gobierno de Veracruz porque él no va a pasar dejar la corrupción.

Pues ni así. No levantó en las encuestas con nada. No pudo con el repudio de la gente a su partido, el PRI, al partido que llevó a Fidel Herrera y a Javier Duarte al poder, que una vez en el gobierno de Veracruz se robaron hasta las palmeras del arriate y los chicles de los pasillos.

Cuando escuché a Hétor decir que él sí encarcelaría a Javier Duarte, me dije sí chucha, y yo soy el papa.

Ahora sale que siempre no, que él quiere ser gobernador, no carcelero.

¡Pummm! Se mató el Héctor Yunes Landa.

Llegó a la convención del PRI y fue ungido candidato al gobierno de Veracruz. Y que se baja el chon.

En su gobierno estarán los mejores, dice el priista. Los inútiles se quedarán en la calle. Los corruptos irán a la cárcel. “Mi proyecto no se agota en temas penales, quiero ser gobernador no carcelero, eso no le sirve a Veracruz. No me he preparado para llegar a cobrar facturas. Propongo ser un gobernador respetable, cercano y eficiente. Los únicos problemas que quiero y que voy a resolver son los de ustedes, los de la gente”.

Y que le dispensa un saludito al panzagober de Veracruz, con abrazo y todo, al que decía que encarcelaría si fuera necesario, al que provocó esta debacle financiera de la que no se ve cómo salir, el que no ha podido acreditar qué hizo con los 35 mil millones que le reclama la Auditoría Superior de la Federación.

Entonces no entiendo. Si él no es carcelero, ¿cómo es que los deshonestos irán a la cárcel? Si Hetor es recto, ¿cómo le hará con Javier Duarte y sus cercanos cuando comience a revisar las cuentas y vea que todos le han metido la mano a los dineros de los veracruzanos y el lodo está por todas partes?

Pues así se va confirmando lo que todos hemos sospechado. Entre Yunes Landa y Javier Duarte hay entendimiento y complicidad, se cubren y se tapan.

Y así pasó de incómodo a cuate. Pasó de “voy a encarcelar a Duarte” a “no soy carcelero”.

A ver ahora cuantos le creen algo. Y cuantos votan por él.

Pero de mientras ya se bajó el chon.

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