​Los dos mienten. Los dos se dicen limpios, buenos e inocentes y ambos faltan a la verdad. Miguel Ángel Yunes Linares con lo de los paraísos fiscales en que está envuelto su hijo y Héctor Yunes Landa con lo de su negación de sus vínculos con el gobernador Javier Duarte de Ochoa.

Jodidos entonces los veracruzanos que nos tenemos que soplar a dos políticos que para granjearse el apoyo de los electores gustan de mentir.

Son un par de mentirosos, cortados por la misma tijera y ninguno de los dos garantizaría una pizca de credibilidad que hoy, más que nunca, le urge a Veracruz.

Empecemos por el mentiroso del PRD-PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, el que dice que su primo Héctor y Duarte, así como el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, son lo mismo y son los mismos.

Chida la frase pero hasta ahí.

El día que exhibió al gobernador como un saqueador de Veracruz y lo denunció por el desvío de 3 mil millones de pesos, la compra de propiedades en el extranjero y una red de prestanombres, lo exhibieron a él con lo de los Papeles de Panamá (Panamá Papers), donde su hijo Omar Yunes Márquez aparece tratando de constituir un fideicomiso para trasladar dinero desde México a un paraíso fiscal en Nueva Zelanda.

En México, dos medios formaron parte de esa investigación periodística de alcances internacionales. Ellos son Aristegui Noticias y Proceso. En ambos se dieron a conocer los detalles más relevantes de una operación de lavado de dinero, a través de una empresa llamada Mossack Fonseca, con sede en Panamá, que concentraba los recursos de empresarios, políticos, personajes adinerados de todo el mundo, sin distingo alguno, y los enviaba a diversos bancos en paraísos fiscales.

Entre los nombres citados está Omar Yunes Márquez, hijo del candidato del PRD-PAN a la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, quien habría iniciado los trámites para conformar un fideicomiso pero que se dio por cancelado.

Le preguntaron a Yunes Linares cómo podía explicar eso y dijo que eran puras habas, que su hijo estaba limpio, que se debía tratar de otro Omar Yunes, pues hay como 20, algunos familiares y otros no, que es otra trastada para complicarle su paso electoral y el triunfo en la elección por el gobierno veracruzano. Sólo faltó que dijera que los autores de tan osado señalamiento eran Fidel Herrera y Javier Duarte.

También le preguntaron a Omar Yunes y respondió que eran cuentos de los medios de comunicación que sacan cosas que no corresponden a la realidad, que él es un empresario de ideas, que tiene su buena lana con sus negocios restauranteros y que ni valía la pena demandar.

Pues resulta que el asunto fue cierto. Proceso publica más detalles del escándalo Panamá Papers y ahí consta que Omar Yunes Marquez sí realizó algunos movimientos financieros a través de Mossack Fonseca, lo que deja en el absoluto ridículo a su padre.

Si un buen número de veracruzanos ya veía a Miguel Ángel Yunes como el hombre que cambiaría el rumbo de Veracruz, que metería a la cárcel a Javier Duarte y a quienes han acabado con los recursos del gobierno estatal, que recuperaría el dinero robado, quien enfrentaría y aniquilaría a los narcos, acabando con la violencia, hoy se han dado cuenta que el candidato del PRD-PAN es igual de mentiroso que todos.

En la otra parte está Héctor Yunes Landa, el del PRI. Este pobre arrastra la cobija porque no hay quien le conceda un poco de credibilidad. Como viene del grupo que le ha dado en la madre a Veracruz, como nadie se traga que ya rompió con Javier Duarte de Ochoa, como tiene un pasado de mentiras, la desesperación se le refleja en cada palabra.

A mí no convence quien una semana se apapacha con el gobernador y a la otra dice que va a ser implacable con los corruptos.

A mí no me cae quien se rodea de gente que ha estado al servicio de Fidel Herrera y Javier Duarte y después dice que en su gobierno no tendrán cabida los deshonestos.

A mí no se me hace derecho alguien que inscribe a su papá y a su hermanos en el IPAX para que obtener un permiso para portar armas. Héctor lo hizo y luego lo niega, provocando que el Ejército interviniera, que los diputados del PAN en la Legislatura presentaran una denuncia penal.

Mintió para salvar el pellejo y después apareció el documento que demuestra que sus familiares habían sido asignados por el IPAX, con pistolas de la corporación, como escoltas suyos. Y decía que no sabía del asunto.

Por esa y por muchas cosas, la gente no le cree. Y menos cuando todos los días y a cada rato aparecen en Facebook los videos en que se la pasaba elogiando a Fidel Herrera cuando era gobernador y a Javier Duarte ahora que es gobernador.

Eso es lo gacho. Yo no les creo ni el saludo. No se le puede creer a políticos que se mueven entre la mentira y que con la mayor desfachatez dicen que van a cambiar a Veracruz cuando son sabidas sus corruptelas, su enriquecimiento, sus enredos con quienes ya pasaron por el gobierno.

Una cosa es que en su discurso traigan la promesa de que ellos sí van a combatir la corrupción y otra que realmente tengan una formación moral para oponerse a los actos de corrupción.

Ni Yunes Linares, el de la coalición PRD-PAN, ni Yunes Landa, el del PRI, garantizan la credibilidad que le urge a Veracruz.

La neta, ni a cual irle.

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