​Si así trabaja la policía de Veracruz, con razón esto es el infierno. Un día levantan. Otro día ejecutan. Todos los días roban, asaltan, extorsionan. Y el subsecretario Nabor Nava dice que ellos trabajan.

Cada cosa que nos pasa, que no damos crédito. Cada cosa que leemos, que nos mueve a preguntarnos dónde nos perdimos. O dónde perdimos a los señores que se suponía nos iban a garantizar nuestra seguridad.

Mejor bájele, señor subsecretario. No presuma que la policía trabaja y poquito a poquito se va abatiendo la delincuencia y los índices delictivos disminuyen.

Lo que a diario sufrimos los veracruzanos es todo lo contrario. La inseguridad es cada día mayor, en el campo y en la ciudad, llenándonos de miedo y también de ira, porque podemos vivir en la estrechez pero no con el Jesús en la boca, sabiendo que salimos a trabajar pero no sabemos si podremos regresar a casa.

Y sale el subsecretario Nabor Nava Holguín con que ellos, la policía de Veracruz, está trabajando y que todo indica que hay resultados y que esos resultados son signo de que vamos bien.

Úchale con el policarpio. Se me hace que entró a la sala equivocada y está viendo otra película, no la que corresponde al Veracruz de todos nosotros, el Veracruz donde morir es un destino anticipado y la violencia es como el ambiente normal.

Nava habló al término de la ceremonia en que cinco policías fueron reconocidos por algo, en Coatzacoalcos. Qué se yo por qué les dieron el reconocimiento, pero fue por algo, quizá por puntualidad, o porque sus uniformes los traen bien planchaditos, o por buena conducta, o porque cobran bien su cuota.

Por algo será que los premiaron pero no creo que haya sido porque hayan logrado que la tranquilidad reine en las calles o porque ahora se pueda andar de noche sin riesgo de ser asaltados, levantados o asesinados.

La violencia está de suchi y a la Secretaría de Seguridad Pública se le ocurre que a cinco de los elementos de tropa se les debe reconocer.

Les digo, no entiendo. En Coatzacoalcos mataron a la empresaria propietaria del Smiling Games, un negocio con juegos infantiles. Fue asesinada ella y su chofer. A los tres días levantaron a un comerciante y sus hijos dijeron que se lo llevaron en una patrulla de la Fuerza Civil. Pretendieron interponer su denuncia ante la Fiscalía General de Veracruz y les dijeron que no. Entonces se trasladaron a las oficinas de la Naval y del Ejército y ahí pudieron hacerlo.

Ahí está el caso de los médicos secuestrados en Minatitlán y Coatzacoalcos, que provocó la movilización de sus colegas y el cierre de consultorios y clínicas. Pagaron sus familiares y lograron rescatar a tres, dos doctoras y un varón. A otro más lo asesinaron. El hijo de otro médico también perdió la vida.

Se llevaron al propietario del bar El Vergel y apareció dos días después asesinado y con un mensaje del crimen organizado clavado en el pecho.

No hay semana que no haya ejecutados en el sur de Veracruz. No hay mes que el Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos no nos dé una cifra alarmante. En febrero nos decía que en un par de meses se habían registrado 40 secuestros en el sur de la entidad. Esa cifra alarmó y provocó que reaccionaran diversos miembros del sector público.

En Las Choapas desaparecieron a ocho personas, incluidos los cuatro campesinos miembros de una sola familia, y las ejecuciones nos alarman pues los hechos ocurren a plena luz del día y a la vista de todos.

Matan a la propietaria de Smiling Games y el candidato del PRI a diputado local en Coatzacoalcos, Víctor Rodríguez Gallegos, señala que el Mando Único está rebasado y que urge que llegue la Gendarmería Nacional.

El alcalde de Coatza, Joaquin Caballero Rosiñol, se une a quienes demandan que se vaya el Mando Único y que llegue la Gendarmería porque fracasó el operativo de Seguridad Pública para garantizar la seguridad de los veracruzanos.

Y ahora nos sale la SSP conque hay que reconocer a cinco de los elementos por “acciones destacadas”, sin precisar cuáles son y qué tanto sirvieron para combatir la oleada de violencia.

Suena a burla lo que dice el subsecretario Nabor Nava. “Estamos trabajando”, señala. Mi pregunta sería: ¿A favor de quien? Porque, neta, a favor de la sociedad no es.

La violencia crece y se sale de control. La violencia mantiene a los veracruzanos viviendo un infierno que nunca nos habríamos imaginado nunca. La violencia siembra luto y dolor y desmembra familias. Y sale el subsecretario con que “estamos trabajando”.

Como se ve que el subsecretario está viendo otra película, que nos quiere vender la visión optimista de esta catástrofe y que el cinismo es lo último de lo que los gobernantes pueden echar mano cuando la realidad los rebasó.

(Comentarios y tips a: [email protected])​