​Aquí, cerquita, en el mero Las Choapas, los tuvimos y lo dejamos ir. Andaba de refugiado, huyéndole a la justicia porque una acusación por pederastia le desgracia la vida a cualquiera, peor que como este vato se la destrozó a la jovencita violada.

Hablo de Enrique Capitaine Marín, uno de los Porkys de Veracruz, acusado de ultrajar a Daphne Fernández, y del que decían que andaba por los yunaited esteits para que evadir la acción de la justicia.

Quesque aquí halló refugio porque tiene familiares choapenses que le dieron abrigo cuando le giraron la orden de aprehensión. Y el Porky más pinche se pasó unos días a la sombra para evitar ser descubierto y que se le complicara su situación legal.

Este es el Porky con mayor responsabilidad. De él era el auto en que se llevaron a Daphne; en su auto la fueron manoseando; de su auto no la dejaban bajar; en su casa perpetró la violación.

Los hechos se remontan al 2 de enero de 2015, cuando la jovencita fue a un antro, en Veracruz, junto a varias amigas. Al salir abordó el automóvil del novio de una de ellas y se dispusieron a partir. Fue en eso que llegaron Capitaine y sus tres amigos, de nombres Diego Cruz Alonso, Gerardo Rodríguez Acosta y Jorge Cotaita Cabrales. 

Del vehículo fue sustraída por la fuerza Daphne y se la llevaron a toda velocidad. Ahí hay privación ilegal de la libertad.

Aunque sus amigas los seguían en el otro vehículo, los Porkys se les perdieron. En el camino, dos de los tipos, Diego Cruz y Jorge Cotaita Cabrales, casi le arrancaron la ropa y la tocaron en diversas partes del cuerpo. Eso es pederastia agravada, pues Daphne tenía en ese entonces 17 años de edad.

Enrique Capitaine dirigió el auto hacia su domicilio, en el fraccionamiento Costa de Oro, y cuando llegaron hicieron descender del carro a la jovencita. Uno de ellos, Jorge Cotaita, la llevaba sometiéndola, para después dejarla en manos del dueño de la casa.

Capitaine la llevó al baño y con lujo de fuerza la violó. Después uno de los secuaces llamó por teléfono a las amigas de Daphne, les dijo donde estaban y que pasaran por ella. Ahí hay pederastia simple.

Daphne guardó silencio por unos días. Cuando su hermana se dio cuenta que algo andaba mal, le hizo hablar. Se lo comunicaron a su padre y él se propuso denunciar. No lo hizo porque Daphne se lo pidió, porque tenía miedo, porque no quería pasar una vergüenza pública, porque  temía que los familiares de los Porkys les hicieran algún daño.

Así pasó el tiempo. Su padre buscó entonces una solución. Habló con los familiares de los Porkys y a cambio de no denunciarlos les exigió que se alejaran de Daphne cuando coincidieran en algún lugar, que se disculparan ante ella y que tomaran terapia psicológica.

Los Porkys no cumplieron, en redes sociales comenzaban a burlarse de Daphne e iniciaron una campaña de desprestigio contra ella. En Facebook salió a relucir entonces que no era ese el único caso, que habían violado a por lo menos seis jovencitas más, que mucha gente en el colegio Rougier sabía de las violaciones y callaba.

El padre de la joven decidió denunciar el ataque, en mayo de 2015, y a partir de entonces la Fiscalía General de Veracruz se la pasó demorando la consignación del caso.

Se supo entonces que los padres de los Porkys son empresarios ligados a políticos y también son políticos de negro historial. Uno de ellos es Felipe Capitaine, padre de Enrique Capitaine Marín, el aprehendido en Torreón, Coahuila, que a su vez estuvo de incógnito en Las Choapas.

A regañadientes la Fiscalía consignó el caso ante un juez y solicitó las órdenes de aprehensión. Trascendió que Capitaine se encontraba en Woodlands, Texas, en Estados Unidos, y que Diego Cruz se hallaba en Bilbao, España.

El miércoles 11 Capitaine Marín fue localizado y detenido en Torreón, Coahuila, y traído a Veracruz. El jueves se le internó en el Penalito de Veracruz y el juez le tendrá que dictar auto de formal prisión porque de no hacerlo se va a armar otro escándalo nacional, ya que las pruebas con las que está acusado son contundentes.

En cuestión de horas o días habrá otras aprehensiones. Diego Cruz y Jorge Cotaita también fueron consignados. A Gerardo Rodríguez la Fiscalía lo relevó de culpa, a pesar de que estuvo en el momento de la privación de la libertad, del abuso sexual y en la violación. Si bien no participó activamente, fue cómplice.

Ya se esperaba que Enrique Capitaine fuera detenido. Lo que no se esperaba era que estuviera en Las Choapas.

Ahora a saber quién lo escondió. Sabiendo que estaba siendo buscado, pues era público que pesaba sobre él una orden de aprehensión, alguien fue su cómplice.

Creo que alguien más irá a prisión.

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