Qué generoso es Javier Duarte… pero con sus cuates. Saca dinero de donde sea, como sea y a costa de quien sea, para no quedar mal con esos periodistas que en años sólo se dedicaron a aplaudirle, a quienes pretende pagarles más de 600 millones de pesos.

Esa es, en parte, la razón de que el gobernador de Veracruz haya propuesto al Congreso estatal la creación de un nuevo fideicomiso, tomando dinero del de la nómina, para saldar adeudos, entre ellos los de los empresarios periodísticos.

El caso lo revela el gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, alertando que estamos ante otro atraco de Javier Duarte, quien nos vende el cuento de que saldará los pagos pendientes con el dinero que debió destinarse a obras públicas en la entidad.

Méndigo goberts, no hay dinero para atender los hospitales, para surtirlos de medicinas, para aplicar hemodiálisis, para colocar una sonda, y lo poco que hay lo quiere destinar a pagarle a sus amigos de la prensa vendida, que no sirven para informar pero qué tal para llenarlo de elogios.

Méndigo le digo al ex panzón, que por cierto se ve acabado y enflaquecido, no por la dieta de la luna sino por la dieta azul, la que no lo deja dormir, que le quita el sueño porque su sucesor en el gobierno, Yunes Linares, ya lo sentenció que le va a aplicar la ley y lo va a enviar a prisión.

Mugre Javier Duarte, quitándole a Veracruz obras que son necesarias para crecer como estado y tener mayor desarrollo como sociedad, entre ellas las carreteras que son indispensables para que los productos del campo se puedan comercializar, los puentes para comunicar poblaciones, los sistemas de agua que lo mismo sirven para que los veracruzanos gocen de ese servicio como para que el campo sea una palanca económica.

Jijuesuchi el Javidú, porque es un crimen que a los niños del campo no se les aplicaran vacunas cuando que en los reportes de la Secretaría de Salud decía que todos se encontraban protegidos de las enfermedades más propias en los menores de edad. Y entonces se encuentra uno ante un grupo de seres sin alma que prefieren robarse los recursos para la salud que cumplir con los programas de vacunación.

Y así, interminable la lista de temas que no abordó el gobierno de Veracruz, pero que aparecen como ya realizados justificando el dinero, sobre todo el de origen federal, que fue remitido a Javier Duarte para que se cumplieran las metas de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad social.

Ahora se sabe que el dinero que venía del gobierno federal lo desapareció Javier Duarte, y fue una millonada. De ahí las denuncias por desvío de recursos, pues llegaban a la Secretaría de Finanzas y Planeación y de ahí no pasaban. Ni los remitían a los ayuntamientos ni los aplicaba el gobernador. Simplemente desaparecían el dinero.

Ahora está en pleno Año de Hidalgo. Se lleva Javier Duarte lo que tiene a su alcance. Y que chingue su madre el que deje algo.

De pronto nos sale Javidú con que hay que tomar el dinero del 3% a la nómina de las empresas para pagarle a los empresarios a los que se les adeudan diversas cantidades.

Uno dice entonces que el ex gordo sí tiene conciencia, no es tan malo el güey, y que decidió que contra viento y marea les paga a los constructores y prestadores de servicio.

Los empresarios reflejaron que el asunto traía doble intención. Condicionaron su voto al interior del fideicomiso a la nómina porque estaban seguros que una vez que liberaran los recursos, el gobnerts se lo iba a chingar.

Pero lo que ha revelado Yunes Linares explica todo. La intención es saldar adeudos con empresas fidelistas o duartistas, incluidos los periódicos y medios electrónicos con los que Javier Duarte tiene una relación estrecha.

La cifra es espeluznante: 600 millones de pesos. Al periódico AZ le debe el gobierno de Javier Duarte 70 millones; al semanario Centinela, que es un instrumento para recibir adulación y golpear a los enemigos del fidelismo y el duartismo, otros 40 millones.

Entre los medios que pronto verán saldados sus pendientes, está El Golfo Info, de Othón González, que se ha vuelto multimillonario con la agencia de noticias que por cierto casi nadie lee.

Resultó plan con maña. Yunes Linares exhibe nuevamente al goberts, lo muestra realizando sus últimas trampas, pretendiendo que con cargo a lo poco que queda en las arcas se beneficien sus amigos, consumando el robo de las migajas que le quedan a Veracruz.

Que la prensa vendida no se quede sin cobrar, piensa Javier Duarte. Así se queden inconclusas muchas obras públicas en Veracruz.

La opción preferente son los cuates. Sí señor.

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