​Les digo que esto es el guión de una película de terror, donde los descabezados son la pieza central y donde no hay quien no experimente lo que es el miedo.

Finalmente encontraron las cinco cabezas de los levantados de hace una semana. Las hallaron en una bolsa de plástico, lo que viene a confirmar su identidad y en cierta forma a cerrar este capítulo de violencia, este caso que en particular cimbró a toda la sociedad de las Choapas.

Los restos, esas cinco cabezas que habían cercenadas a sus cuerpos, aparecieron aproximadamente a las 13:00 horas de este miércoles 14, cuando unos obreros los distinguió en la batería de bombeo de crudo Los Soldados, sobre la carretera Paralelo-Las Choapas.

De inmediato dieron aviso a las autoridades. Llegaron elementos de la Policía Ministerial y el personal de Servicios Periciales. Acordonaron la zona y realizaron el traslado al área del forense en esta ciudad.

Las familias fueron enteradas y se presentaron a realizar el reconocimiento. Qué penoso momento, qué triste y qué dolor.

Las cinco personas, una mujer y cuatro varones, dos de los cuales eran menores de edad, fueron levantados el 6 de septiembre. Horas más tarde, en un camino vecinal a la altura del kilómetro 28 de la supercarretera Las Choapas-Raudales-Ocozocoaulta, aparecieron los cuerpos decapitados pero no se supo nada de sus cabezas.

Las notas que hablan sobre este hallazgo dicen que las cabezas estaban en estado de putrefacción, pero no tanto como se esperaba. Se presume que las pudieron haber tenido en condiciones de refrigeración y que en las últimas horas las arrojaron en el campo, dentro del área de perforación de la batería Los Soldados, con la intención de provocar terror.

Los nombres de los muertos son: María de la Cruz González Pedraza, de 41 años; Miguel Jacinto de la Cruz, de 22; Concepción Isidro González,de 31; Jacinto de la Cruz, de 16 y Rubén Félix Olán, de 17.

Al hallar los cuerpos se procedió a su identificación. Por tatuajes en la piel, un lunar cerca del ombligo o alguna otra seña particular, los familiares lograron saber y confirmar que se trataba de sus parientes.

Con eso bastaba para que se les diera sepultura aunque fue incompleta por no saberse el destino de las cabezas. Ahora, con el hallazgo en la batería Los Soldados, donde fue encontrada la bolsa negra con esos restos, se avanza en ese caso. Lo que queda por saber es quién o quiénes son los autores materiales e intelectuales del crimen múltiple y el móvil.

Pero la película no termina ahí y difícilmente tendrá final. Este miércoles, cerca de las 20:30 horas, fueron encontradas dos bolsas de plástico frente al rancho del alcalde Marco Antonio Estrada Montiel. Había en su interior una persona muerta.

La historia se repite. En las dos bolsas se halló el cuerpo mutilado de un desconocido. En una estaba la cabeza; en la otra el resto.

El rancho está ubicado frente a lo que sería la terminal de autobuses Uxpanapa, sobre la carretera Las Choapas-Cerro de Nanchital. Personas que pasaban por el lugar se percataron del hecho y lo reportaron a las autoridades.

En cuestión de minutos aquello se volvió un escenario judicial. Acudió la Policía Municipal, los de Seguridad Pública de Veracruz, los ministeriales, y el personal de Servicios Periciales. Una vez que realizaron el levantamiento del cadáver, fue trasladado al forense para que se le practicara la necropsia de ley.

Los datos que aportan los agentes indican que se trata de una persona de sexo masculino, de edad joven, delgado, alto. Y pareciera, por el corte en el cuello, que quien lo decapitó es la misma persona que lo hizo con los otros cinco.

Apenas siete horas antes habían sido halladas las cabezas que fueron cercenadas a los cinco cuerpos el 6 de septiembre, cuyo hallazgo cimbró a la sociedad choapense.

Este último caso reviste especial importancia. Nos indica que la violencia continuará. El mensaje es de terror, de sangre fría y una saña inaudita.

En el código del crimen organizado, los decapitados, los desmembrados, los encementados y los cocinados en ácido revelan la violencia extrema a que están dispuestos a llegar sus autores.

Entre los delincuentes el mensaje es que sus opositores están dispuestos a desatar la mayor violencia exhibiendo un grado de deshumanización total.

Ya hemos visto ejecutados con tiro de gracia. Hemos sabido de muertos por tortura. Hemos tenido casos de sepultados vivos. Hemos sabido de estrangulados.

Lo que ahora presenciamos es la decapitación. Y en los cinco primeros, los degollaron cuando aún estaban vivos.

Es una película de terror y no hay quien no viva con miedo.

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