La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.

Juan Ciudadano

Los Gobernados

Héctor, la vaca y el agravio a los priistas

27/10/2016 08:15 a.m.

​Hasta por una vaca votan los priistas, dice Héctor Yunes Landa. Sí, pero por este buey no votaron los veracruzanos y desde entonces quedó tocado.

Ah, qué bruto el senador. Miren que comparar a los candidatos del PRI con vacas (vacas, no dije cacas) y a los militantes con imbéciles que votan sin razonar, fue como escupir pa’ arriba.

Vean lo que dijo el buey de Soledad de Doblado:

“En la última elección, en la mía, votaron cerca de un millón, pero de ellos, le calculamos que la mitad, 500 mil, es lo que le llaman el voto duro del PRI, que son priistas que votan por el candidato que le pongan. Si les pones una vaca dormida votan por ella”.

Ah chingá. Me quedé corto. No dijo “una vaca”. Dijo “una vaca dormida”, que está peor.

Por supuesto, se le armó un destolinche de poca abuela en el que hablaron los militantes eligevacas y hasta el delegado del PRI en el estado de Veracruz, Vicente Luna Hernández, le salió al paso.

“El ser militante priista es sinónimo en los tiempos de hoy de una militancia informada, preparada y de una militancia que conoce a sus dirigentes y el voto duro no es ningún cheque al portador”, señaló el delegado del PRI.

¿Y la vaca dormida? ¿Votarían por ella?

“En esta ocasión, dijo el muy solemne delegado, no coincido con el senador Héctor Yunes porque si bien es cierto somos militantes priistas convencidos, también es cierto que el partido tiene que postular a hombres y mujeres preparados”.

¿Nada más?

“Y con una honestidad para que nosotros como militantes nos sintamos orgullos de apoyar a nuestros candidatos.”

—¿No votan por una vaca dormida?, se le insistió.

—Por supuesto que no, porque votamos por hombres y mujeres priistas preparados, capacitados y sobre todo con honestidad, con un proyecto de gobierno para su respectivo municipio.

¿Y si la vaca fuera sagrada, como en la India? No, verdad. Acá no hay.

Vicente Luna no es priista consentidor. Siempre ha mantenido una posición crítica hacia las chingaderas que son propias del PRI: la imposición de vacas, perdón de candidatos, las cuotas de ciertos grupos que se agandallan todo.

Por eso salió a responderle a Héctor Yunes.

“En este tipo de declaraciones no concuerdo en ningún aspecto porque el voto duro no es ningún cheque al portador para ningún candidato o candidata que postule nuestro partido. El ser militante priista es sinónimo en los tiempos de hoy de una militancia informada, preparada y de una militancia que conoce a sus dirigentes.”

No totol, se le armó al senador por andar de dicharachero. Quiso ser como Fidel Herrera Beltrán, el ex gobernador de Veracruz, y no le salió Lo que no le pasaron fue que haya reducido a los priistas, sus compañeros de partido, a la condición de eligevacas, casi casi ignorantes que votan sin razonar por quién.

Y al rato se puso a querer limpiar la mezcolanza. Dijo Héctor Yunes que su intención no era herir a nadie, que a los priistas los tiene en su corazón y que lo único que hizo fue echar mano de una expresión muy propia de su pueblo, Soledad de Doblado.

Chútense la justificación del senador: 

“El voto duro de los partidos, incluido el de mi instituto político, el PRI, se significaba por ser un voto de afinidad partidista, que solo toma en consideración las siglas bajo las que postula para ejercerse”.

(Que alguien me diga, plis, qué madre quiso decir con eso).

A fin de cuentas se doblegó: “Para ejemplificar esto, utilicé indebidamente un ejemplo campirano, propio de la región de la que soy oriundo, diciendo que votaban hasta por una vaca. Es una expresión coloquial, que de ninguna manera pretendía ofender ni a candidatos ni a militantes de mi partido”.

(No le saque, güey, que lo dicho, dicho está).

Y se quebró: “Ofrezco una disculpa por la expresión de una alegoría que no debí utilizar. Respeto mucho a la gente que ha entregado su confianza, su trayectoria, su trabajo y su voto al PRI. Nuevamente les expreso mi disculpa a quienes se hayan sentido ofendidos”.

No, pues fueron un chingo, los que votan a ciegas, previa torta, frutsi, despensa, lámina y cemento, el voto duro, el voto indigno del PRI, los que votan por vaquitas y vacotas y vacas jijuesuchis.

No, no, no. Héctor Yunes ya chupó faros. Se le enredó la lengua y se le trabó el cerebro. Y cuando andaba en plena laguna mental, exhibió a los priistas como seres que no piensan a quien eligen. Y así quiere volver a ser candidato de los priistas al gobierno de Veracruz.

No faltó quienes salieron al paso, quienes le gritaron que él ni a vaca llega y que por eso los veracruzanos no lo eligieron para ser gobernador.

Si hubiera sido vaca dormida quizá habría tenido un poco más de votos, pero no lo es.

Ah, qué buey resultó el senador.

(Comentarios y tips a: [email protected])​


¿Te ha parecido interesante la columna?

Comentarios

Comparte
La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.