El miedo no anda en burro. Y el miedo, lo sabe Antonio Macías Yazegey, suegro de Javidú, lo provoca Miguel Ángel Yunes Linares, el gober electo de Veracruz.

Por eso mejor se va. No como un mensaje de respeto a quien a partir del 1 de diciembre gobernará Veracruz, sino porque volver a la cárcel, la verdá, está cabrón.

Y les digo que volver a la cárcel porque el famoso Tony Macías ya estuvo tras las rejas cuando Miguel Ángel Yunes era secretario de gobierno con Patricio Chirinos, gobernador.

En aquellos días, como en los últimos seis años, Tony Macías era una especie de ser impune gracias a que alguien cerca de él tenía poder. Antes fue Fernando Gutiérrez Barrios y ahora era Javier Duarte, su yerno.

Pero la impunidad, tan chida para quienes la disfrutan, algún día llega a su fin. Y cuando termina ocurre aquello que en lenguaje bíblico se denomina el rechinar de dientes.

Así le está ocurriendo a los Duarte, a los Macías, a los Tubilla, que de poderosos pasan a perseguidos, de impunes a vulnerables y de respetados a insultados.

Este jueves ocurrió algo inusual. Dicen los portales de internet que en su casa en la zona residencial, en la colonia Petrolera de Coatza, comenzó a registrarse cierto movimiento. Algunos enseres fueron subidos en un camión de mudanza y la prensa que se encontraba en el exterior se percató que alguien estaba por marcharse.

De las sospechas pasaron a la certeza. A los pocos minutos salió Tony Macías y dialogó con los chicos de la prensa. Les dijo que sobre él no hay denuncia alguna, que sus negocios están en orden, que los señalamientos no existen y que él se va más tranquilo que una tortuga en la playa.

La razón, dice el suegro de Javidú, es sencilla: por respeto al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.

A ver si es que le entendí: que se va por respeto al nuevo gobernador de Veracruz.

¿Y si no se va de Coatza le estaría faltando al respeto a Yunes Linares?

El asunto, la verdá, no es por ahí. Pa’ mí que Tony Macías se pela porque el panista que será gobernador viene con todo y seguro que lo mete a la cárcel.

Los negocios que posee el padre de Karime Macías son parte del problema, entre ellos la tierra que le dio el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán en Coatzacoalcos y que hasta donde se sabe fue algo chueco.

La otra razón por la que Tony se pinta de colores es la seguridad de sus nietos, los hijos de Javier Duarte y Karime Macías, a los que tiene bajo su custodia porque no solo el ex gobernador sino también su hija andan escondidos para evitar ir a prisión.

Los niños están ahí. Ellos no se dan cuenta de la gravísima situación legal de sus papás. Están bajo el cuidado de sus abuelos y ellos, hay que reconocérselos, los han protegido y lo seguirán haciendo.

Tony Macías ayer mismo tomó camino y se fue. Su destino es Tuxtla Gutiérrez, capital del Chiapas, un estado donde tiene toda la seguridad que requiere pues es padrino del gobernador Manuel Velasco Coello.

Allá quizá el asedio de la Procuraduría General de la República será menor pero no dejarán que se les vaya. Quizá se refugie entre sus amigos de la Frailesca, que es la región natal de Tony Macías, donde la hermandad social se potencia como hermandad política y no hay gobernador chiapaneco que no haya tenido que comparecer ante los notables de aquella región.

Cuando los periodistas le preguntaban a Tony Macías sobre los delitos que se le achacan a Javier Duarte, mejor no se metió. De eso, dijo, no voy a hablar.

Pero luego se refirió a que él tiene 44 años de haber llegado a Coatzacoalcos, que ahí ha vivido siempre y pidió que le echen la mano, que digan las cosas como son.

Lo que le preocupa al padre de Karime Macías es que el infierno que están viviendo por las transas y la corrupción lo paguen todos con cárcel. Si se va a prisión Javier Duarte, allá él, pero si se van al frescobote Karime y la otra hija Mónica y el esposo de ésta, pues ta’ cañón.

El escándalo ya los jodió. Con Yunes Linares no habrá tregua porque lo que le hicieron en campaña e incluso antes, tirándole todo el lodo que pudieron para que no ganara la gubernatura, es algo que les va a cobrar a mil por uno.

Quién lo iba a pensar. Antes de la elección de gobernador los priistas presumían de que estarían en el poder por muchos años, que ésta no la perdían y que con el poder sepultarían a Yunes Linares. Y ahora se pela el suegro de Javidú.

Y no es por respeto a Miguel Ángel Yunes sino por un miedo cañón.

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