San Marco Estrada, ruega por nosotros. San Marco Estrada haznos otro puente. San Marco Estrada, échanos una camionada de arena. San Marco Estrada pon chida la zona rural.

Santo, santo, santo es este hombre de Dios que ha venido a poner de su bolsillo para que el progreso llegue a Las Choapas, que multiplica los esfuerzos y que le da al que no tiene.

Santo es Marco Estrada que no multiplica los panes pero sí los billetes y con su salario de 30 mil pesos al mes hace maravillas que ni el ser más milagroso podría lograr.

No sé qué onda en otros lugares pero aquí ya nos sacamos la lotería. Ante la falta de recursos, nuestro alcalde Marco Antonio Estrada Montiel mete la mano a la bolsa del pantalón, saca lo que agarra —en el buen sentido de la palabra— y lo destina a las obras tan necesarias para nuestro municipio choapense.

No le pide a nadie porque sabe que el dinero escasea. Su maquinaria y su salario lo destina para la zona rural desde hace 28 meses. Les construye puentes. Les arregla algunos accesos. Eso es trabajar con sentido social.

Como buen santo, no pela a sus críticos. A Marcos Carrillo Coll, quien denunciara que las obras las acapara el alcalde y que él y sus hijos se están llenando, dice que no le va a contestar. 

El ayuntamiento de Las Choapas no tiene dinero y la maquinaria de Obras Públicas está jodida. Lo que envían la Federación y el gobierno del estado de Veracruz no sirve, no alcanza. Si la gente se atuviera a lo que pudieran enviarles, entonces la cosa se pondría peor.

Es ahí donde se aparece San Marco Estrada. Dice que con su salario, el salario cobrado de julio de 2014 a la fecha, y con su maquinaria, se pone pilas y les lleva un poco de alivio a la gente del campo.

Si las cosas son como las platica, la verdá ya nos llegó la bendición. O mejor dicho, diosito ya nos mandó un ángel y el milagro se está haciendo realidá.

Pero Marco es un santo medio soberbio, presumidón, no como lo que Jesús recomienda y como lo dice en un sinnúmero de ocasiones la Biblia.

“Con recursos míos, de Marco Estrada, estamos haciendo obras porque con mi salario puedo hacer lo que yo quiera”.

No pos wow. Claro que yes. Con su salario puede hacer lo que él crea mejor. Y qué bueno que así lo haga, que cada pesito ganado como alcalde vuelva a la sociedad.

No sé de ningún otro presidente municipal, qué digo en Veracruz, en todo México, que destine todo su salario a los problemas del municipio que gobierna.

Como San Marco Estrada no hay dos.

Sólo un pero. 

O Marco Estrada es un santo milagroso o Marco Estrada es un tremendo mentiroso.

Díganme si no. En 28 meses, a razón de 30 mil pesos mensuales, ya debe haber invertido 840 mil pesos en el municipio de Las Choapas.

Sabiendo cómo son estos hombres de Dios, en los que su mano izquierda no sabe lo que hace la derecha, es obvio que nada de lo realizado en esas comunidades rurales habrá de aparecer en las cuentas públicas de los años 2014, 2015 y próximamente en la del 2016.

Con su salario ha realizado puentes en los ejidos Las Tijeras, Hueyapan de Mimendi, Peña Blanca, Aquiles Serdán y Plan de Iguala. Todo lo ha realizado con su maquinaria y conminando a la gente a que pongan algo de su parte pues esta no es obra realizada con el presupuesto asignado al municipio, sea con recursos propios o con partidas estatales o federales.

San Marco Estrada reaccionó así, poniendo todo en claro, diciéndonos que los milagros existen, tras las declaraciones de Marcos Carrillo Coll, quien lo acusa de estarse beneficiando, junto con sus hijos, de las obras públicas.

El alcalde descarta estar inflando el precio de las obras públicas y que está consciente que nada de esto puede ir a la relación de inversiones con recursos del erario. Son, digámosle así, obras nacidas de su corazón generoso.

Marcos Carrillo dice que las obras de San Marco Estrada son de mala calidad y que el área de Obras Públicas del ayuntamiento es espacio de corrupción. A su esposa le sacaron más de 25 mil pesos por diversos conceptos, obviamente fuera de la ley.

“Ella tuvo que pagar como 25 mil pesos por papelería, estimaciones, lonas para colocarlas en la obra. Todo se paga al supervisor directamente. En el caso de esa aula, mi esposa pagó al señor Juan López (+) que tuvo el accidente y falleció, él fue el supervisor”, señala Carrillo Coll.

Es palabra contra palabra. Marcos Carrillo contra San Marco Estrada, el santo señor de las obras gratuitas.

Si las cosas son como las dice San Marco Estrada, el milagro social existe.

Pero si son como sostiene Marcos Carrillo Coll, entonces estamos ante un caso de corrupción.

Dios dirá.

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