Uy sí, los corruptos son otros. Javidú no es de los nuestros, ni lo conocemos, y si tiene que pagar, que pague. Nosotros los buenos, aquellos los malos.

En eso se resumen las patrañas de Enrique Peña Miento, el copetón que ya no sabe ni qué onda con la próxima elección presidencial, en la que su partido, el PRI puede hacer RIP y dejar otra vez Los Pinos.

Anda con la colita entre las patitas el preciso, nomás viendo que su nivel de popularidad bucea en los océanos, tocando fondo el reyezuelo porque a estas alturas, cuando lleva cuatro años en el poder, su gobierno ya valió.

Este domingo hubo cónclave de priistas en la capirucha para integrar el Consejo Político Nacional del PRI y ahí estaban el EPN, los gobernadores, los alcaldes y los líderes nacionales del expartidazo tricolor, obvio con los dirigentes de sectores, organizaciones, grupos y mafias, como debe de ser entre tan finísimos ladrones.

Tomó la palabra Peña Miento y aquello se puso chido. Nomás chútense algunas de las frases más significativas del discurso del presidente:

“Quienes violan la ley, traicionan a los electores. La deshonestidad no tiene cabida en el PRI del siglo XXI”.

“Vamos a defender lo alcanzado, porque en 2018 está en juego lo que construimos. No se trata de ganar una elección, ganar por ganar, está en juego no la Presidencia, sino el futuro de México”.

“Con responsabilidad asumo los costos de transformar México. Esa es nuestra causa y nuestra misión… México es lo que es por el PRI”.

“Sí, vamos por el triunfo. Habrá quienes cuestionen mi optimismo, pero conozco a mi partido y a su militancia guerrera”.

“Primero el plan y después los hombres”.

Me cai que este güey o no sabe cuándo se lo llevaron a Júpiter o de veras se cree un chingón pa’ mentir.

Otra vez ésta, que me gustó un buen: “Quienes violan la ley, traicionan a los electores. La deshonestidad no tiene cabida en el PRI del siglo XXI”.

No manches EPN. Te quemaste la única neurona que te quedaba.

De pelos, caray. Sobre todo pa’ los veracruzanos, que pasaremos a la historia por haber aguantado al gobernador priista más rata a nivel mundial, el inche Javidú, que no se llevó los sanitarios del palacio de gobierno porque no le dio tiempo de arrancarlos.

Ratero sí, pero con ayuda del gobierno de Peña Miento porque Javier Duarte de Ochoa robó con la venia del presidente de México, protegido por su partido, el PRI, que conocieron de las denuncias que hubo en su contra desde 2013 por parte de la Auditoría Superior de la Federación y que congelaron cualquier acción legal porque en el saqueo a todos les tocaba su parte.

Chéquense las fotos de las visitas de Peña Miento a Veracruz. Se abrazaba con el gordo Duarte. Reía a carcajadas con los chistes del gordo Duarte. Ponía en un altar al gordo Duarte.

Y el gordo Duarte resultó el mayor ladrón de la historia de la política mundial porque hasta Fidel Herrera, su padre político, se quedó corto con los millones que saqueó y eso que lo del ex gober también fue escandaloso.

Dice Peña Miento que “la deshonestidad no tiene cabida en el siglo XXI”. ¿Y en el XX sí? ¿Y en el XXII también?

Puro cuento del presidente. La corrupción la tiene hasta en el calzón el PRI. Es la carta de presentación de los priistas que en el arte de robar son campeones olímpicos.

La deshonestidad es propia del PRI y Peña Miento lo sabe. Son deshonestos los de arriba y los de abajo, los que robaron con Javidú y los que robaron con Fidel, los que roban con el preciso y los que roban en otras entidades del país.

Ahí está la Casa Blanca y los negocios de los favoritos de Peña Miento. Y la falta de justicia a los de abajo, a los pobres de toda la vida y la pinche desigualdad en la que cada día hay más pobres mientras un puñado de ricos se queda con toda la riqueza de este país.

Y esta otra frase no tiene abuela: “México es lo que es por el PRI”

Putísima madre, tiene razón.

México está pobre, echado a perder, en manos de la delincuencia organizada, saqueado por los políticos, perdiendo el control sobre sus recursos estratégicos, volviéndose cada día más dependiente del exterior porque las reformas estructurales de EPN se quedaron a medias y en las que logró cuajar el capital privado se agandalló lo mejor.

Señaló Peña Miento que lo que estará en juego en el año 2018 no será sólo la Presidencia sino el futuro de México.

Pues con él en la Presidencia lo que se ha ido el caño es el futuro del país. Y todavía nos viene a decir que los deshonestos no tienen cabida en el PRI, cuando que fue el PRI, su gobierno y el mismo Peña Miento quienes dejaron que Javidú provocara el quebranto financiero del gobierno de Veracruz y lo llevara a la parálisis total.

Así que a otro perro con el hueso de que en el PRI los corruptos no caben.

Y si pierden la presidencia, qué bueno, por corruptos.

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