Alguien de buena fe, con poder de convencimiento, con capacidad para persuadir, que le hable a Marco Estrada y le haga ver que los baches son vacíos y si no los tapa, habrá quien lo haga. Y sobre todo, habrá quien llene el vacío de poder.

Nuestro bulevar está del nabo, jodido y lo que le sigue, lleno de huecos que a veces, con un poquito de imaginación, llego a pensar que es zona de guerra, horadado por granadas y bombas que estallan destruyendo donde impactan.

El bulevar Antonio M. Quirasco, que es un punto de conexión crucial en Las Choapas, ofrece un panorama de abandono, atestado de baches que no sólo entorpecen el tránsito de vehículos sino que además exhiben a un alcalde, Marco Estrada, que no ata ni desata, que todavía no se da cuenta para qué llegó a la presidencia municipal.

En el cabildo se han cansado de decirle a Marco que ese bulevar requiere atención por ser una vía de alta importancia para conectar la ciudad. Y a todos los ediles les respondió que sí, que ya pronto, que en cuanto caiga la lana echaría a andar la inversión.

Fuera del ayuntamiento, entre los petroleros, los comerciantes, los chavos y chavas, los de la tercera edad, se repite con insistencia que si el alcalde no se pone las pilas, si no se aplica, cualquier grupo se lo va a comer.

Marco anda en Babilonia. Por más que lo instan a atender los asuntos gruesos y no tan gruesos del municipio, él como que no cacha la realidad.

¿Tapar los baches? Sí, dice el alcalde, nomás espérenme tantito, que mi pie derecho le tiene que pedir permiso a mi pie izquierdo para comenzar a andar.

Primero ofreció que este año se realizaría el bacheo en el bulevar Antonio M. Quirasco. Ahora sale que sí lo hará pero con el presupuesto del 2017.

Y es ahí donde los que lo conocen tuercen la boca porque ya para entonces, siendo año electoral, nada se podrá hacer. Por un lado los recursos se van a obras de carácter social y por otro, que la legislación dice que una vez que inician las campañas hay que suspender todo acto que pudiera ayudar a los partidos políticos a levantar imagen y ganar votos.

El asunto está cañón porque deja en claro que este alcalde es un pazguato, que da largas a los reclamos de la sociedad y que le importa un comino y la mitad del otro si los vehículos pueden circular por el bulevar o no.

Pero mientras el alcalde Marco Estrada le da vueltas al tema de los baches en el bulevar, llegan los taxistas y se ponen a trabajar, rellenando los huecos, generando la idea de que si hay que rebasar al presidente municipal, pues hay que rebasarlo.

Lo que tampoco se dice es que algunos de los que bachean por su cuenta, los que lanzan algunas carretadas de arena y medio compactan el terreno, también traen otra intención.

Lo del bulevar viene de hace meses cuando se agudizó el problema por el deterioro natural de los materiales con que está construido y la falta de acción de la autoridá municipal, que viendo cómo se destruye la carpeta asfáltica, decidió hacer de cuenta que era algo que podía esperar.

Le entraron los taxistas pero también el tronquismo. Echaron paladas de arena y pronto hicieron ver mal a Marco Estrada, que seguía con su habitual pasividad, que desespera hasta al ser más paciente sobre la faz de la tierra.

Aja, güey. Ora resulta que al tronquismo le surgió el amor por Las Choapas cuando hemos visto que los único que les interesa es engañar a todo el pueblo con el disfraz de que ahora sí se preocupan porque todos tengan un lugar para vivir digno.

Que su abuelita se los crea. Los tronquistas buscan exhibir a Marco Estrada, un alcalde sin voluntad, sin empuje, sin interés por sus gobernados, que no se preocupa siquiera por el bulevar donde él mismo transita.

Como buenos samaritanos hoy nos dan algo que alivie nuestras demandas, lo que no hicieron hace meses sino hasta ahora que se avecina la elección para renovar las alcaldías en Veracruz.

La intención es clara. Si Marco Estrada no tapa los baches, se genera un vacío de autoridad, porque aquel que no cumple su función termina siendo despreciado y lo que representa, en este caso la alianza PRD-PAN, tendrá el rechazo de la sociedad.

Marco no tapa los baches. Por eso es ignorado mientras que los tronquistas pretenden llenar el espacio que deja, dando muestra que se preocupan por la ciudad. Sí, cuando faltan unos meses para haya elección de alcalde.

Ahí donde Marco Estrada genera vacíos, llega el pueblo, sus adversarios, los enemigos y hasta los oportunistas que saben que las condiciones se dan para que los ratones de Renato Ratón vuelvan al poder.

Carajo, alcalde, despierte antes que le arrebaten el poder.

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