Llegó la hora. Ellos, que le ponen la pata a cuanto güey se les atraviesa, sean alcaldes, diputados, a Fidel o a Javidú, ora sí que demuestren que tienen con qué doblegar a Miguel Ángel Yunes.

Amagan los ejidatarios del Yuribia con tomar la presa y dejar sin agua a los vatos de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, algo así como medio millón de personas, quesque porque el gobierno de Veracruz no cumple los acuerdos y ellos, como étnias dueñas de todo lo que comprende el suelo y el subsuelo en que habitan, pueden actuar como les plazca.

El conflicto debe estallar en cuestión de horas, este martes 27, tal y como ofrecen y amenazan los tatahuis. Ellos insisten en que el gobierno no les está cumpliendo y van a presionar.

En cambio, el gober Yunes ya se las cantó derecha: quien tome el Yuribia y afecte a terceros se pone fuera de la ley. Y habrá respuesta.

Suena como si fuera película de vaqueros en el viejo oeste. Se ven de frente, se retan con la mirada, mantienen la mano cerca del arma, prestos a sacarla y disparar.

El asunto, más que obedecer a una demanda social, es político. Involucra a Morena, PRD, PRI y PAN.

Por años, desde que Fidel Herrera Beltrán era gobernador de Veracruz, se convirtió en un tema de disputa con los habitantes de Tatahuicapan, de jaloneo por obras y dinero, que a la fecha es motivo de broncas y chantaje.

Los primeros en enfrentar a Fidel fueron los perredistas. Los comandaba el profe Esteban Bautista, quien obligó a que se cumplieran los acuerdos sostenidos con el gobierno de Veracruz desde la época de Agustín Acosta Lagunes.

Desde entonces se les realizaron algunas obras carreteras y puentes en la sierra de Soteapan y entregas de dinero mensual, pero los tatahuis siempre han dicho que no les han cumplido al 100.

Al principio los recursos los administraba el grupo de Esteban Bautista. Después se vio rebasado por los ejidatarios, quienes usaban la lógica de que si la presa Yuribia se encuentra en terrenos del ejido, ellos son los dueños. Y como tales, cierran las válvulas y suspenden el suministro cuando así lo quieran.

Los ejidatarios el día de hoy están controlados por los líderes del partido Movimiento de Regeneración Nacional, profesores que tienen un gran ascendiente entre la población. Lo que dicen es ley. Y si deciden que se cierra el Yuribia, se cierra.

No hay forma de hacerles entender que el agua es un recurso natural que proviene del subsuelo y que por ello es un bien de la nación.

Tampoco se les ha hecho entender que coartar un bien de la nación y dañar válvulas y tuberías es un delito federal.

Un día cerraron las válvulas y le dieron en la madre a 500 mil habitantes de Coatza, Mina y Cosolea. Se armó la grande y el gobierno les presentó denuncias y amagó con encarcelarlos. Ahí comenzaron a sentir que las consecuencias iban a ser mayores.

Independientemente de las obras carreteras, unas realizadas y otras que nunca se hicieron, los ejidatarios reprochan que la reforestación de la zona aledaña a los afluentes que nutren el Yuribia no se ha efectuado. Se están secando los riachuelos y algún día no habrá una gota de lo que fue el manantial. Y cuando eso suceda, pierden todos.

Pero eso es asunto aparte. El pleito es por el dinero. Cada mes los tatahuis reciben 2.5 millones de pesos en efectivo. Lo usan para el ejido y reparten una buena parte entre su gente, que a su vez son militantes o simpatizantes de Morena. Pero con la crisis que provocó Javidú, el billete escasea.

Yunes Linares ya les dijo que tendrán las obras y que se cumplirán los compromisos. Pero que no se les dará un peso más a los ejidatarios y que se le aplicará la ley quien crea que cortando el suministro de agua va a doblegar a su gobierno.

Yunes recuerda que se comprometió a restaurar el estado de derecho. Dice que en el caso Yuribia hay una “relación pervertida entre el gobierno y los ejidatarios” y que “de ninguna manera vamos a permitir el chantaje”.

Y precisa que “si alguien toma la presa Yuribia, estará cometiendo un delito y se le tendrá que aplicar la ley”, porque “quien se quiera poner fuera de la ley, que se ponga. Habrá respuesta”.

Ora sí, los ejidatarios del Yuribia tienen la mejor oportunidad para demostrar que pueden doblegar a Yunes Linares y, a su vez, ya se verá si el gobernador de Veracruz les aplica la ley o si termina pactando y concediéndoles impunidad y que se joda el medio millón de habitantes de Coatza, Mina y Cosolea.

Véase el pleito como tatahuis contra el gobernador, Morena contra el PAN-PRD o los dueños del Yuribia contra el que afirma que no permitirá un chantaje.

A ver quién es más fregón.

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