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Manuel Barclay Galindo, gerente de INVIVIENDA, suele ser tan maniobrero y falaz como su patrón, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.

Llegó el viernes 20 a Coatzacoalcos. Presenció la primera piedra de la construcción del Holiday Inn. Capoteó a la prensa que lo inquiría cómo había vendido dos hectáreas de terreno que son propiedad privada, en los cuales se edificaría el hotel, y negó que el gobernador y su séquito hayan violado una suspensión definitiva dentro de un juicio de amparo promovido por los propietarios del predio, Enrique Orta y Alejandro Morales.

Barclay se distingue por tener la lengua suelta y la mañas largas. Frente a los reporteros, aludió que el juez federal 14o de distrito, con residencia en Coatzacoalcos, Pedro Antonio Rodríguez Díaz, incurrió en un error al dictar su resolución, y rechazó que la construcción del Holiday Inn pudiera suspenderse.

No se sabe si Barclay Galindo es un demagogo compulsivo o si encubre con mentiras sus habituales patrañas. Lo que sí es un hecho es la resolución del juez federal, de fecha 11 de agosto, otorgó a los propietarios del predio, cuya extensión total es de 23 hectáreas y los están despojando de dos de ellas, una suspensión provisional a fin de dejar estudiar la demanda interpuesta por violaciones a sus garantías de propiedad.

Cinco días después, el lunes 16, el mismo juez Pedro Antonio Rodríguez Díaz, otorgó la suspensión definitiva con lo cual deben ser suspendidos los trabajos de edificación del hotel Holiday Inn.

Según consta en la página en internet del Poder Judicial de la Federación, en punto número 8 del juicio de amparo 558/2010, el juez 14o concedió a Enrique Orta y Alejandro Morales la suspensión definitiva sin efectos para restituirle la tierra hasta que sea dictada la sentencia del fondo del juicio.

Cuando Fidel Herrera realizó la colocación de la primera piedra del hotel Holiday Inn, y se le hizo saber que estaba violando una suspensión definitiva y que era autoridad señalada en el juicio de amparo, se limitó a decir que asumiría su responsabilidad al respecto. Minutos después, instó a las partes en conflicto a dialogar. Al fin que hay mucha tierra para todos, les dijo el gobernador.

Dejó la impresión que el derecho de propiedad en Veracruz es letra muerta. Otros dos incautos, Rodolfo Azuara, representante de Grupo Hotelero Dupor, y José Paoli Montesinos, de la Asociación Internacional de Propietarios de Hoteles Holiday en México, lanzaron sus propios dardos. Azuara dijo que Enrique Orta pretende sorprender con un título de propiedad que carecer de validez. Paoli aseguró que el gobernador Fidel Herrera les dio su palabra de que todo estaba en regla.

Ambos desconocen otro juicio de amparo, radicado en un tribunal de Villahermosa, Tabasco, en que quedó constancia de que INVIVIENDA no presentó el decreto expropiatorio del régimen lopezportillista que dio pie a la reserva territorial que el gobierno de Veracruz asumió en su totalidad. Y no lo hizo porque habría dejado en claro que se apropió de 6.6 millones de metros de más, incluidas las dos hectáreas que INVIVIENDA le vendió al grupo hotelero, o mejor dicho, con lo que sorprendió su buena fe.

No es la primera vez que Manuel Barclay se enreda en sus mentiras. Le ocurrió lo mismo en otro predio de 10 hectáreas, denominado Punta Diamante, y tuvo que recular y entregarlo a sus auténticos propietarios.
Si no lo sabían Azuara, Paoli y Holiday Inn, que se enteren.
Barclay es un mentiroso compulsivo. Fidel también.

Archivo muerto

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