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Mussio Cárdenas Arellano

Informe Rojo

Duarte, de la complicidad a la justicia

15/03/2011 09:39 a.m.
* Por segunda ocasión, se apodera chofer de Sánchez Abreu de la presidencia del PRI en Coatza  * Lo instigan operadores de Hernández Toledo  * Pulgoso no pagaba colegiaturas escolares  * Se le cae el teatro al director de CMAS Coatzacoalcos  * Anuncia playas limpias pero no revierte el pasivo ecológico  * Escándalo en puerta en el PAN  * No cuadran las cuentas  * Dirigentes se dan vida de rey
 
No hay cómo creerle a Javier Duarte de Ochoa en su cruzada contra la corrupción, si se parte de la premisa de que a un buen número de constructores, impunemente fieles, que hoy persigue, fue él, entonces como secretario de Finanzas de Veracruz, quien les untó la mano.

Hace una semana el gobernador de Veracruz abrió la Caja de Pandora y reveló lo que todo mundo sabía: hubo corrupción, y de la buena, en el régimen de la fidelidad.

De sus propios labios se escuchó que son cerca de mil millones de pesos pagados irregularmente a constructores de obra pública; que las obras carecían de contrato o de presupuesto, o que eran de ínfima calidad, incluidas las licitaciones amañadas, que son el pan nuestro en los gobiernos priístas. Dijo que quien la hubiera hecho, la tendría que pagar.

Duarte supuso que con ese golpe publicitario revitalizaría su imagen y haría creíble su deslinde de su antecesor, impulsor y padrino, Fidel Herrera Beltrán. Apostó a la ignorancia popular, a la manipulación de las conciencias y al embuste como estrategia moral.

No era necesario escuchar al delfín rojo para tener la certeza de que en el gobierno de la fidelidad se auspició la corrupción en forma demencial. De esos contratistas tramposos se valió la gran pandilla para construir fortunas escandalosas, para financiar campañas políticas, para cimentar un proyecto transexenal y para darle cuerda al sueño demencial de Fidel Herrera de ser Presidente de México.

No son, tampoco, mil millones de pesos pagados en obras chuecas. Al paso de los días se han acreditado cifras mayores, cubiertas con dinero del erario público. Diversas afianzadoras, según reveló el diputado panista Oscar Lara Hernández, interpusieron denuncias desde 2006 pues el gobierno de Veracruz otorgaba anticipos a las constructoras, la cuales otorgaban fianzas apócrifas, y no realizaban las obras que se les encomendaban. A sabiendas del delito en que esas empresas incurrían se les solapó alegremente.

De acuerdo con la revelación del legislador panista, existió complicidad del ex secretario de Comunicaciones y actual alcalde de Coatzacoalcos, Marco César Theurel Cotero, y de su sucesor, José Guillermo Herrera Mendoza, de la contralora Clara Luz Prieto Villegas; del ex procurador fiscal, Leonardo Cruz Casas, y del ex procurador de Justicia de Veracruz, Salvador Mikel Rivera.

Duarte de Ochoa, desde su condición de favorito del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, no era ajeno a lo que ocurría con las obras publicas y, sobre todo, con lo que debía cubrirse con el dinero de la Secretaría de Finanzas y Planeación, de la que era titular.

Duarte fue el pagador de las obras públicas —carreteras, espacios educativos, oficinas de gobierno, entre otros— y corresponsable de los desvíos que hiciera la pandilla fiel. Miles de millones fueron a parar a cuentas personales y otras sirvieron para financiar a candidatos del PRI.

Javier Duarte fue pieza clave en el engranaje que endeudó, como nunca, a Veracruz; en la quiebra de las finanzas; en el uso de los recursos públicos para impulsar su imposición como candidato a la gubernatura.

Pretende ahora ser el paladín de la justicia, persecutor de contratistas a los que él mismo, directa o indirectamente, consintió.

¿Se le puede creer?
 
Archivo muerto
 
En Coatzacoalcos tiene Héctor Yunes Landa, nuevo líder estatal del PRI, un conflicto creado y dimensionado por las rémoras de la fidelidad. Son días de trueno para el PRI, atizados por la nostalgia del poder perdido del ex dirigente venido a menos, Juan de Dios Sánchez Abreu, quien en diciembre renunció a la presidencia del comité municipal priísta para asumir la secretaría de Organización del Comité Estatal, o sea para convertirse en cola de león. Sánchez Abreu se fue pero dejó incrustados a su hermano Felipe de Jesús en la Dirección Jurídica, y a su chofer Alberto Clara, quien sin decir agua va se apoderó de la oficina del presidente del PRI municipal. Así estuvo, tirado a la dolce vita, gozando de 10 mil pesos de salario mensual, climatizada su haraganería, deglutiendo pizzas, tortas y tacos a diario, hasta que el ex dirigente del PRI estatal, Ranulfo Márquez Hernández, hizo cumplir los estatutos y determinó que el secretario general, Vicente Ramón Uscanga, aplicara como presidente interino. Quizá el PRI se hubiera enderezado y cubierto las deudas que dejó Sánchez Abreu, pero el boicot de los grupos priístas a Vicente Ramón provocaron la renuncia de éste cuando sólo contaba con 37 días en el cargo. Ha transcurrido una semana y el PRI permanece acéfalo y al garete. No se ha oficializado si la renuncia de Ramón Uscanga se hace efectiva, aunque él ya volvió a su cargo de secretario general. Este lunes 14, en un hecho insólito, Alberto Clara, el chofer incómodo, volvió a apoderarse del PRI. Acuerpado por los operadores del líder de la Sección 11 del sindicato petrolero, Ramón Hernández Toledo, Alberto Clara cambió las cerraduras de la oficina del presidente del PRI. Ahí permanece sin hacer más, alardeando cómo debe ser un inútil con suerte, mientras el PRI, gracias a la indiferencia del alcalde Marcos Theurel, primer priísta de Coatzacoalcos, se cae a pedazos. Buena tarea la que tiene enfrente el nuevo líder estatal del PRI, Héctor Yunes Landa. Ojalá que pueda con Sánchez Abreu… Otra de Pulgoso Lagunes, el regidor del Clan de la Succión: tenía a sus hijos matriculados en un prestigiado colegio, ubicado en la avenida Sonora, en la colonia Petrolera, en Coatzacoalcos; ahí, por meses, tomaron clases, hicieron vida social y se formaron en el esquema de una institución educativa de excelencia. Pulgoso no cabía de felicidad, y más porque, fiel a su norma de conducta, había decidido no cubrir las colegiaturas bajo el argumento de ¡háganle como quieran que, al fin, soy canino y muerdo! Así se mantuvo varios meses más, no rehuyendo sino desdeñando las súplicas para que pagara las colegiaturas atrasadas. Cuando la administración del centro educativo decidió no soportar más abuso y prepotencia, lo conminó a cubrir sus adeudos o correr el riesgo de no recibir la documentación de sus hijos. Pulgoso finalmente cedió y cerró así un episodio más de su habitual prepotencia… Se le destiñe la patraña al director de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos (CMAS), Eduardo García Luna. Exageradísimo, anunció que gracias a la clausura de las descargas de agua residuales de drenaje y el bombeo hacia la planta de tratamiento, las playas de Coatzacoalcos estarían libres de contaminación en unas cuantas semanas. Falso. El viernes 11 se produjo la ruptura de una línea en el malecón, frente al cárcamo de rebombeo No. 1 y frente a la pirámide seudolmeca, que obligó a realizar trabajos de reparación a lo largo de dos días. García luna es fantasioso y poco fino para tejer mentiras. Que ya no se viertan aguas residuales a las playas, no significa que se ha acabado con la contaminación. El pasivo ecológico seguirá presente y no se disolverá por arte de magia. A lo largo de diez años, los drenajes han inundado las playas con coliformes fecales, mismos que se hallan en la arena y todo espacio donde se conserva humedad. Decir que las playas están limpias es tan irresponsable como criminal; es exponer a la ciudadanía a una grave contaminación, con el consecuente riesgo para la salud… Vientos de tormenta en el Partido Acción Nacional. Crece la efervescencia por saber cómo ha sido el manejo financiero, el uso de las cuotas pagadas por los militantes, pero sobre todo por lo que han aportado los servidores públicos de extracción albiazul. Se sabe que los ingresos son superiores a 60 mil pesos mensuales, que sirven para cubrir los servicios básicos —agua, luz, renta, teléfono y personal— pero también para los viajes y hospedaje de cuando menos uno de sus dirigentes en hoteles de cinco estrellas, lo mismo en Xalapa, la capital de Veracruz, que en la ciudad de México. Por cuestiones de transparencia, hay militantes que exigen cuentas claras a y que será tema de conflicto en días por venir…

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