Dos años después de los sucesos que marcaron al normalismo en México, en esta capital, docentes, estudiantes y activistas volvieron a las calles.
Dos años después de los sucesos que marcaron al normalismo en México, en esta capital, docentes, estudiantes y activistas volvieron a las calles.
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"Ni perdón ni olvido", consignaron en la marcha que inició en la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana (UV), hasta la plaza Lerdo, en el corazón de Xalapa,
" ¿Por qué, por qué nos asesinan, si somos el futuro de América Latina?", cuestionaban una y otra vez los manifestantes.
A dos años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural "Isidro Burgos" de Ayotzinapa, la asistencia se vio mermada, más no la exigencia de justicia.
Previo a la marcha, Luis Bello Estrada, profesor de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana "Enrique C. Rébsamen", dijo que existe en el país una situación de represión y criminalización contra los jóvenes, como consecuencia de un Estado que no es de bienestar para el pueblo.
"Las cosas no han cambiado, se han exacerbado, tenemos Noxchistlán, Tlatlaya; Veracruz ha sido uno de los estados más golpeados por esta falta de democracia y falta de oportunidades".
Mientras llegaban los manifestantes, el profesor señalaba que se requiere de un cambio verdadero para lograr una democracia, pues actualmente hay un sentimiento de fracaso y frustración en la sociedad, lo cual es agravado por la represión contra el sector educativo.
La baja respuesta de los asistentes, dijo, es porque ahora hay mayor conciencia y mayor reconocimiento de lo que ocurrió hace dos años, aunque reconoció que hay desánimo por la falta de respuesta de las protestas ciudadanas.
Los manifestantes avanzaron por la avenida Xalapa, tomaron Clavijero, Lucio y llegaron a la Plaza, a diferencia de otras marchas.
Los manifestantes exigieron la renuncia del presidente Enrique Peña, la aparición con vida de los estudiantes, y el esclarecimiento de este caso.
"No han querido investigar a los funcionarios como el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre. Porqué no quieren investigar, si ellos son los culpables", señaló uno de los oradores en la plaza.
Por ello, con las 43 sillas de los estudiantes vacías, exigieron justicia para los jóvenes y sus familias, así como su presentación con vida, pues advirtió que la conciencia mexicana no olvidará lo que ocurrió hace dos años.