La tradición de vestir a los niños de ‘inditos’ durante el 12 de diciembre.
La tradición de vestir a los niños de ‘inditos’ durante el 12 de diciembre.
La tradición de vestir a los niños de ‘inditos’ durante el 12 de diciembre, que se festeja a la Virgen de Guadalupe, es cada vez menos entre la ciudadanía de Agua Dulce, principalmente por la falta de recursos económicos ante los recortes de personal y el aumento del precio de la canasta básica.
Alicia Morfines Cortés, de 25 años de edad, proveniente de Texmelucan, Puebla, es vendedora de artículos alusivos a la celebración, tal como blusas bordadas, faldas, camisas y pantalones de manta, huipiles, huaraches, huacales, collares y pulseras artesanales, quien da cuenta de la difícil situación económica.
Para la poblana, esta es la primera vez que viene a Agua Dulce dentro de sus 6 años de experiencia, pues anteriormente durante esta temporada viajaba a Puerto Vallarta. “Aunque había muchos ‘gringos’ que sí compraban, también regatean y quieren rebajas aunque tienen dinero”, comenta.
Puesto que la renta y los alimentos en el destino turístico eran más elevados, este año prefirió venir al municipio hidrómilo por la recomendación de una amiga suya. “Es una ciudad tranquila, pero las ventas están bajas, pues no dinero no hay ahorita, todo está carísimo”.
El juego de ropa para niño (pantalón y camisa) o niña (falda, blusa y cinturón) se cotiza de 80 pesos en adelante, dependiendo la talla. Un juego completo, que incluye el huacal, sombrero y otros accesorios junto con la ropa puede llegar a salir hasta en 180.
Aunque todavía hay muchos ciudadanos que, por tradición, llevan a los niños pequeños a la Iglesia el 12 de diciembre vestidos como San Juan Diego, algunos padres de familia prefieren ahorrarse el gasto debido a que muchos de ellos no tienen trabajo o no han recibido la totalidad de sus prestaciones laborales.
Los puestos a lo largo de las calles del primer cuadro de la ciudad son, en su mayoría, operados por foráneos, quienes el resto del año se dedican a elaborar los trajes y los accesorios: “Todavía es artesanal, nada de ‘hecho en China’”, concluyen sonriendo.