Anita, madre de tres hijos era policía por necesidad

​Por su situación económica, y para poder sacar adelante a sus tres hijos, desde hace dos años, Anita Contreras López decidió ingresar a las filas de la Policía Municipal donde se desempeñaba como camarógrafa e integrantes de tropa; era una joven alegre, simpática y trabajadora, así la describen sus compañeros.

El asesinato de la mujer policía, junto con sus compañeros, Benjamín Montejo Ávalos de 23 años de edad, y Álvaro Navarrete Alducin, causó conmoción en la población choapense y entre sus mismos compañeros, ya que aseguran que era una mujer muy tranquila y que no tenía problemas con nadie.

Sin embargo, detrás del uniforme azul y el arma, había una mujer que luchaba por sacar a sus hijos adelante. 

Anita sufrió mucho cuando su primer esposo falleció a causa de una enfermedad, por lo que empezó a trabajar para sacar adelante a su hijo, pero con el paso de los años conoció a una segunda pareja con quien procreó dos hijos más.

Cuando su familia aumentó y al estar separada de su segunda pareja, decidió entrar a trabajar a la Policía Municipal hace dos años. Su función era grabar cada detención que realizaban durante su guardia de 24 horas.

El pasado viernes 27 de enero, Anita salió de su casa ubicada en la colonia Aviación, por la mañana, una de las primeras actividades que realizó con sus compañeros fue trasladar a una persona a un anexo para alcohólicos, ese día cumplieron con su encomienda, ella grabó todo y posteriormente continuaron con sus patrullajes de rutina.

Sus compañeros, consternados por los hechos, lamentaron que haya perdido la vida, pues era una oficial muy cariñosa con todos y siempre estaba alegre, jamás pensaron que algo como esto le hubiese pasado, era una mujer ejemplar para sus hijos.

Su familia ayer salió a Tabasco para reconocer el cuerpo, mismo que podría estar llegando hoy por la madrugada a esta localidad.

Por su parte, Benjamín, era padre de dos hijos, hace cuatro años ingresó a la Policía Municipal,  durante sus funciones, fue el encargado de barandilla, luego fue asignado a las motopatrullas y actualmente ya era tropa en una de las unidades.

Álvaro Navarrete era de recién ingreso, según sus compañeros, entró a trabajar como policía el año pasado y era una persona calmada, sin problemas, por lo que se les hace extraño lo ocurrido.​