El obispo de la Diócesis de Coatzacoalcos, Rutilo Muñoz Zamora, afirmó que la iglesia católica ha tratado de mantener la fe de los porteños en Dios pese a la ola de violencia e inseguridad.
Destacó que esta situación ha golpeado a gran parte de la población, lo que ha traído consigo mucho sufrimiento.
“Como creyentes pues está nuestra solidaridad con todos aquellos que están sufriendo y colaborar con todos en este ambiente. Y cuando nos dicen que qué hacen ustedes, primero como creyentes es nuestra fe firme en Dios y vivir como lo pide el señor sobre todo en el cuidado de la vida y el respeto por todos e ir haciendo mejores ambientes de convivencia familiar”, expresó.
En entrevista, dijo que a lo anterior se suman otros factores como la injusticia, la corrupción y la impunidad por parte de las autoridades.
Por su parte, el padre de la iglesia de la Virgen de Guadalupe, Alejandro Cañetas Gamboa, reconoció que la gente se encuentra atemorizada, lo que incluso los ha obligado a dejar la ciudad.
Sin embargo, expuso que algunas familias han decidido unirse en las colonias para protegerse de la delincuencia.
“Yo espero que todos desde su trinchera busquemos el bien de Coatzacoalcos y llámese las familias, el clero, los políticos, los empresarios y que no tengamos miedo porque la lucha no es contra las personas, sino contra el mal que le hemos dado lugar: el pecado, la corrupción, que es lo que contamina el hombre y lo daña”, expresó.
Los presbíteros atestiguaron la ordenación de los diáconos Gilberto Arellano González y Daniel Enrique Morales, quienes egresaron del seminario.