Inoperante oficina de Derechos Humanos

​La dirección municipal de Derechos Humanos no funcionó durante la actual administración municipal, pese a las recomendaciones hechas por el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, de la Secretaría de Gobernación a nivel federal.

Esta instancia señala que los gobiernos municipales deben ser proactivos en cuanto a la implementación de acciones de promoción, garantía, respeto y protección de los derechos humanos.

Debido a que el Gobierno municipal es el primer contacto con la población, dicha interacción le permite al gobierno local conocer de las necesidades y problemáticas de su población y esa ventaja debe ser aprovechada para procurar la defensa de los derechos humanos y con ello garantizar el bienestar de su comunidad.

Aunque el municipio, al ser el orden de gobierno más cercano a la población, tiene una responsabilidad muy importante en ello, en Agua Dulce la dirección sólo existe pintada en la puerta del regidor comisionado, Julio César Morales Castillo.

El regidor cuarto de la actual comuna declaró que desde el principio de la administración que encabeza Daniel Martínez González no se nombró algún director o encargado de Derechos Humanos, por lo que las quejas que se generaron fueron enviadas directamente a Coatzacoalcos.

La mayoría de los casos tuvo que ver con abuso policíaco, aunque muchos reportes se resolvieron a través de Sindicatura, por ser el comisionado de Seguridad Pública o con la Contraloría Municipal.

Sin embargo, en otros temas relacionados con los Derechos Humanos, los pobladores se vieron sin respaldo o con la opción de viajar hasta Coatzacoalcos, lo que provocó que durante estos últimos cuatro años los reportes fueran mínimos.

De haber funcionado la dirección correspondiente, la ciudadanía podría haber gozado de un espacio para expresar las violaciones a sus derechos que son comunes, pero que por falta de información o de este tipo de oficinas, no son denunciadas.

Las principales faltas a los Derechos Humanos, entre los que se desprenden derechos económicos, sociales y culturales, son la denegación al derecho a la salud, que no se garantice un salario mínimo para llevar una vida digna, segregación sistemática de los niños con discapacidad de las escuelas generales, cuando por razones de sexo, discapacidad, raza, opinión política, origen social, situación en cuanto al VIH se niega un trabajo o la contaminación del agua.

La tortura, limitaciones a la libertad de movimiento, de pensamiento, a la Libertad de Expresión y los casos de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales por parte de organismos policíacos son algunas de las violaciones más graves y existentes en Agua Dulce, pero que pese a su incidencia no se han denunciado.

El tema de la equidad de género y la violencia contra mujeres y niñas encabezaría la lista de las violaciones a los Derechos Humanos en Agua Dulce, aunque en ambos casos existen algunos organismos alternos como el DIF Municipal o el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA). 

Sobre el por qué en estos cuatro años nunca se designó a una persona para el puesto, el regidor de la comisión fantasma sólo indicó que fue Daniel Martínez González el que no lo ordenó, pues el ejecutivo es el responsable de la contratación de los funcionarios y empleados de confianza, aunque en esto también destacó la falta de propuesta e iniciativa del mismo regidor Julio César Morales Castillo.​