Al ritmo de la música, junta recursos para que sus hijos estudien

​Desde una lejana comunidad perteneciente a Huajuapan de León, Oaxaca, llegó Lucía Pérez, de 30 años de edad, con sus dos hijos menores que la acompañan con los instrumentos y la sonrisa para que, a cambio de una rítmica y alegre canción, les den una moneda que les ayude a paliar el hambre y juntar para los útiles escolares de este próximo lunes.

Lucía cuenta que no es la primera vez que viene a Agua Dulce a trabajar, aunque en esta ocasión lo hizo acompañada de Miguel Ángel, de 11 años, quien entró al sexto año de primaria, y Evelyn, de 8, quien ya va al tercer año.

La humilde mujer lamenta que en su natal Oaxaca no haya trabajo, pues vive en ‘un pueblito’, de modo que desde hace más de 5 años decidió tomar un viejo tambor y con su hijo, que toca la trompeta, recorre diversas ciudades del sur de Veracruz como una opción para obtener ingresos.

En Agua Dulce partió desde la estación de autobuses de ADO para caminar a lo largo de la avenida Francisco I. Madero hasta llegar al centro de la ciudad y más allá, “hasta que termine el día o que salga al menos para la comida”, dice Lucía.

Ante la falta de oficio o escuela, esta mujer, como decenas de comunidades de Oaxaca, pero también de Chiapas, Veracruz o Puebla, intercambian su talento, flores que cultivan, dulces o pequeñas artesanías ante la falta de oferta laboral fija.

“Yo vi que otras personas hacían lo mismo, de ahí tome la idea”, dice la entrevistada acompañada de sus hijos, quienes esperan ya el arranque de clases como una oportunidad a la que no tuvo acceso su madre, con la esperanza de acceder a un futuro mejor.

Este próximo lunes sus hijos regresarán a la escuela en Oaxaca, en donde planea quedarse un tiempo, aunque después regresará a las ciudades del sur de Veracruz para ofrecer otro tipo de productos o llevar la música ella sola.​