La NASA señala que espera que tal investigación tome alrededor de una década para probar su viabilidad.
La NASA señala que espera que tal investigación tome alrededor de una década para probar su viabilidad.
La exploración de Marte es una de las que más llena de orgullo a la agencia espacial estadounidense (NASA). Sus robots viajan millones de kilómetros para estudiar un planeta con un suelo y unas condiciones tan duras, que a su costado el Polo Sur parece un paseo de niños. Lamentablemente, esas condiciones eventualmente terminan por destrozar a los robots.
Para solucionar ese problema, NASA ha anunciado un proyecto ambicioso: Marsbees, un enjambre de abejas robot que podrían volar en la delgada atmósfera marciana y captar información con sus sensores. Los enjambres podrían desplegarse desde una base y explorar la superficie desde una amplia gama de perspectivas.
"Nuestros resultados numéricos preliminares sugieren que un abejorro con alas de cigarra puede generar suficiente sustentación para flotar en la atmósfera marciana", dice uno de los integrantes del equipo, el ingeniero aeroespacial Chang-kwon Kang de la Universidad de Alabama. "Además, la potencia requerida por Marsbee se reducirá sustancialmente mediante el uso de estructuras de ala obedientes y un innovador mecanismo de recolección de energía".
Un reto de 125 mil dólares... como mínimo
El primer paso ha sido otorgar fondos a un equipo combinado de investigadores de la Universidad de Alabama y un equipo anónimo en Japón. El equipo del proyecto recibió 125,000 de dólares de parte del Innovative Advanced Concepts (NIAC) de la NASA, con los que se espera puedan construir una cámara de vacío diseñada para simular la densidad del aire de Marte.
En su anuncio, la NASA describe a los Marsbees como del tamaño de un abejorro, pero con alas más grandes. NASA quiere determinar cuál sistema sería mejor en la tenue gravedad marciana: si ala fija como un pequeño aeroplano, o aleteos como una abeja de verdad.
Por lo pronto el grupo japonés ya ha demostrado su experiencia en el desarrollo de robots que vuelan utilizando alas batientes e incluso ha demostrado uno que realmente funciona: el vehículo micro-aéreo colibrí (MAV).