Colocan piedras en la pista con intenciones de asalto y choca vehículo

​La noche del pasado sábado, presuntos asaltantes colocaron piedras sobre la autopista Las Choapas-Raudales, a la altura del kilómetro 75, posiblemente con intenciones de parar algún autobús de pasajeros, pero quien terminó impactándose con una de estas enormes piedras fue un auto compacto en el que viajaban unos religiosos, mismos que fueron auxiliados por pobladores cercanos.

De acuerdo con la información recabada por este medio informativo, los hechos ocurrieron alrededor de las nueve y media de la noche, cerca de la entrada a la congregación Pedregal, y los pobladores de esa zona suponen que la intención de los delincuentes era parar algún autobús de pasajeros porque es el método que usan, colocar piedras grandes a manera de evitar el paso vehicular.

Sin embargo, un par de pastores de iglesia evangélica que salían del ejido Arroyo Grande hacia la cabecera municipal de Las Choapas, fueron los primeros en impactarse contra la muralla de piedras colocadas en la autopista, por lo que rápidamente se les brindó auxilio, aunque la unidad quedó totalmente destrozada de la parte frontal.

Propios lugareños llamaron a esta ciudad para que los auxiliara personal de Seguridad Pública del Estado; sin  embargo cuando llegaron al punto, los mismos pobladores ya habían remolcado el vehículo con una camioneta particular, en tanto que los pastores quienes resultaron ilesos, buscarán la manera de que Caminos y Puentes Federales (Capufe) les responda por los daños.

Apenas el pasado 2 de noviembre, se registró el tercer asalto en la supercarretera, a la altura del kilómetro 103, ya en territorio tabasqueño.

Esa noche, los asaltantes además de colocar palos y piedras también dispararon contra el autobús 2041 de la línea Cristóbal Colón que tenía como destino la Ciudad de México; una vez que lo pararon, subieron a la unidad y encañonaron al conductor para obligarlo a manejar hacia una brecha fuera de la autopista.

Mario Martín Marín, conductor del autobús, declaró que los 40 pasajeros salieron del municipio de Comitán, Chiapas con dirección hacia la capital del país. Todos los tripulantes y los dos operadores de la unidad fueron despojaron de sus pertenencias de valor, dejándolos prácticamente incomunicados porque se llevaron todos los celulares.