“Playa Santa no los mató”: testimonio de pobladores

​Hoy, Playa Santa vive uno de los peores días desde su fundación, las clases fueron suspendidas porque los maestros abandonaron la comunidad por órdenes de la Secretaría de Educación de Veracruz; las mujeres y niños tuvieron que dormir en el monte ante el rumor de que un grupo armado llegaría a cobrar venganza y ahora están bajo resguardo militar, aunque temen lo peor cuando la Guardia Nacional los abandone.

“Playa Santa no se manchó las manos”, dicen los pobladores entrevistados ayer por PRESENCIA en su comunidad a tres días de que fueron asesinados por presuntos autodefensas, Renato Cruz Mil, Alberto de la Cruz Bocanegra y Edgar Gabriel Ramos López.

El pasado domingo este lugar, que está en los límites con Veracruz, Tabasco y Chiapas, fue visitado  por Renato, de 34 años de edad; Alberto de 31 años; Bernabé Barrios Méndez, de 57 años; Estephani Vidal Díaz, de 21 años de edad, Rodrigo Cruz Mil, de 18 años y dos menores de edad.

La idea era visitar unas cascadas y Renato, mejor conocido como “El Brujo”, aprovecharía para hacer oraciones de sanación.

En la comunidad fueron recibidos por los pobladores Adán Díaz Díaz, de 36 años de edad, y su esposa, Martha Elena Díaz Pérez, de 33 años, ambos con domicilio en el ejido Playa Santa, ya que de tiempo conocían a Renato.  

Tras llegar al ejido, solicitaron la ayuda de un niño de 11 años de edad para que sirviera como guía, salieron cerca de las seis de la tarde hacia la zona boscosa, en busca de un ojo de agua, donde realizarían las oraciones.

El niño, salió sin el permiso de su madre, las horas pasaron y no regresaban, esto llevó a pensar que se podría tratar de un secuestro y otras comunidades como La Candelaria, Amatan y otras de Chiapas se unieron en su búsqueda.

Las horas pasaron y fue hasta las siete de la mañana que el grupo de turistas regresó; la población ya estaba enardecida, los acusaron de secuestradores, ellos negaron en todo momento haber cometido tal delito, el niño llegó sano, incluso hasta de comer le dieron.

Desde la mañana fueron amarrados, Renato, Alberto y Edgar fueron amagados en un corredor de la ganadera cercana a la plaza pública, los demás fueron encerrados en una celda, incluso Martha y Adán también fueron aprehendidos acusados de ser cómplices.

Alrededor de las 16:45 horas, llegó un grupo de al menos 100 sujetos armados, algunos portaban armas M16, Ak47, llamados cuernos de chivos y los ejecutó.

Testimonios de pobladores

Ayer, los pobladores aseguran que jamás habían visto a estas personas, los supuestos autodefensas, tampoco los llamaron, cuando se dieron cuenta había personas de otros poblados y nadie entraba en razón.

En el poblado viven alrededor de 900 personas, pero ese día en la plaza llegaron más de mil, la mayoría foráneos, “No sabemos ni de donde salió tanta gente, Playa Santa no los mató”, dice un poblador que por temor pide que su identidad se mantenga bajo resguardo.

Señalan que el grupo armado que llegó a ellos ni los tomaron en cuenta, sólo acudieron a asesinar y se marcharon, acabando no sólo con la vida de estas tres personas, sino también con las actividades de la población.

En asamblea, acordaron que de ahora en adelante el acceso a los turistas queda suspendido, nadie extraño puede entrar, además colocarán barricadas en la entrada al poblado, ellos mismos se encargarán de la seguridad del poblado.

El día lunes por la tarde, los 13 maestros que atienden el telebachillerato y la secundaria fueron concentrados en sus supervisiones, por órdenes de Xalapa, no saben hasta cuando regresarán.

La supuesta amenaza

El pasado miércoles por la tarde comenzó a correr un fuerte rumor de que llegaría un grupo armado para hacerles daño, el miedo se apoderó de todos, mujeres y niños decidieron escapar hacia la montaña, ahí, arriesgando sus vidas durmieron entre el monte.

Por la madrugada llegó un convoy compuesto por 18 vehículos artillados de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Policía Federal, todos integrantes de la Guardia Nacional, además eran acompañados por Policías Municipales y Estatales.

Cuando llegó el grupo de soldados y policías, la tranquilidad de los pobladores regresó, por altavoz avisaron que ya podían regresar y poco a poco las mujeres acudieron a ver a sus familias, los hombres montaron guardia toda la noche “yo aquí nací y aquí moriré, si tenemos miedo, pero no nos queda de otra, este es nuestro hogar”, dice un campesino mayor a los 60 años.

Ayer jueves los pobladores se unieron para matar una vaca y alimentar a soldados y federales, ya que están agradecidos por el apoyo, aunque tienen miedo porque este viernes se retirarán del lugar.

Pedimos a AMLO que no se vaya la seguridad

Viviano Bautista Pérez, Comisariado Ejidal de Playa Santa, dijo: “Quiero decirle al licenciado Andrés Manuel López y al gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez, que mande seguridad permanente por todos los hechos que han acontecido, espero que ellos entiendan nuestras necesidades, porque en este momento están cerradas las escuelas en todos los niveles, pedimos que nos ayuden en esta necesidad, tenemos a los militares resguardado, pero pedimos que sean permanentes para seguridad de todos, estamos dispuestos a darles un espacio y todo lo necesario”.

Yo soy un campesino 

Manuel Hernández Hernández, es un campesino que toda su vida ha vivido en este ejido, es padre de familia y lo único que hace es trabajar para el sustento de su hogar, ayer, sentado en el corredor de una tienda de Playa Santa, dice sentirse tranquilo, porque sabe que no hizo nada malo, a él, lo tienen identificado como líder de autodefensas.

“Yo no tengo nada que ver con las autodefensas, ese día yo estuve aquí y apoyé a las autoridades, me pidieron el favor si podía organizar a la gente para que nos reuniéramos, y lo hice, me pidieron mi nombre y ahora me entero que me mencionan como líder, pero la verdad no tengo miedo porque yo no soy nada de eso, soy un padre de familia trabajador”, dijo a PRESENCIA.

Ahora Playa Santa quedará cerrado para todo extraño al ejido, aseguran de que por sí la cuestión turística ni siquiera dejaba ganancias para el poblado, ahora en Semana Santa la única ganancia fue de 120 pesos.

La mayoría de los campesinos de esta comunidad se dedican al campo, sembrar maíz, a la ganadería y otras actividades agrícolas, pero ahora por seguridad de todos ya no permitirán el acceso de nadie ajeno al lugar.

Dejaron en claro, “Playa Santa no los mató, Playa Santa no se manchó las manos, fue gente de otro lado quien cometió este crimen”.

En el lugar predominan dos religiones, católica y adventista, incluso el pasado domingo por la tarde iniciaría una campaña del Séptimo Día llamada “Gran Campaña Oferta de Salvación” que duraría hasta el hoy viernes.

Se esperaba la llegada de unas 250 personas, pero a raíz de que reportaron la desaparición de un niño, se suspendió y el lunes ya no se continuó por la tragedia ocurrida.

Hoy, Playa Santa pide paz, sus pobladores quieren seguridad, dicen que actuaron por protección de las familias, pero jamás quisieron hacerles daño a estas personas, solo querían justicia, fueron grupos ajenos que llegaron a cometer este crimen.