La obra no aguantó ni una década funcionando, pues fue hecha en el período 2011–2013 con una calidad dudosa que ahora pasa “factura” a la población.
La obra no aguantó ni una década funcionando, pues fue hecha en el período 2011–2013 con una calidad dudosa que ahora pasa “factura” a la población.
Habitantes de la colonia El Palmar reclamaron que desde hace varias semanas sus calles están inundadas de aguas negras debido a que el sistema de drenajes está colapsado, además de que hay fugas de agua, por lo que se combinan y generan desbordamientos.
Los quejosos señalaron que sus hijos han sido víctimas de enfermedades gastrointestinales debido a la permanencia de las aguas de alcantarilla, de modo que han buscado a las autoridades locales para pedir una intervención ante este problema originado por una mala planeación en administraciones anteriores.
Entre el 2011 y 2013, durante la gestión de Alejandro Torruco como presidente municipal, la colonia irregular de El Palmar fue beneficiada con su primera gran obra, la construcción del sistema de drenaje, el cual ahora es obsoleto, pues las aguas negras se desbordan hacia las calles.
Vecinos de las calles Encino, Cedro y la avenida Las Palmas, diariamente tienen que caminar sorteando los charcos de aguas fétidas que se forman luego de que salen desde los boca-tormenta y los registros ubicadas al frente de cada domicilio.
María del Carmen González Flores es una de las habitantes de esta colonia, quien decidió acudir al Palacio Municipal para solicitar el apoyo del departamento de Obras Públicas, pues la situación es cada vez más insoportable.
“Además del olor a podrido, estos provoca enfermedades en los niños, principalmente males estomacales derivados del contacto directo con las aguas negras”, aseguró la quejosa, quien presentó una solicitud ante el Ayuntamiento.
Se cree que el sistema de drenaje construido de manera deficiente, podría estar colapsando, lo que implicaría una gran inversión para el cambio de alcantarillas en toda esta colonia, cuyos desechos terminan en el arroyo Agua Dulce.
Además del colapso de los drenajes también hay fugas en las líneas de la CAEV, mientras que en otras partes del municipio los pobladores experimentan el tandeo por la falta de presión, de modo que el problema es por partida doble.