El último baile en el “Caballo Blanco”

​Dos marinos de origen filipino, que son parte de la tripulación de un buque que atracó en el puerto de Coatzacoalcos, y un joven originario de Las Choapas, están entre las víctimas de la masacre ocurrida en el bar “Caballo Blanco”, ocurrido la noche del martes.

SUMAN 29 MUERTOS

Hasta el momento se reportan 29 muertos y 8 heridos de gravedad por el ataque al bar, un hecho que estaría relacionado con disputas entre grupos del crimen organizado, informaron este miércoles las autoridades a cargo de la investigación.

“¡Familiares de Israel Martínez López! ¡Familiares de Israel Martínez López!", grita un empleado de la Fiscalía General del Estado (FGE) que sale del área de servicios periciales y entra a la sala de espera del Centro Integral de Justicia (CIJ).

También son nombrados Ulises Ramos, Ozuki Rodríguez Pacheco, Alidan Natananiel, pero nadie responde al llamado. 

Al fondo se oye el llanto de los familiares de otra persona, que identificó a una de las víctimas del atentado en el centro nocturno "Caballo Blanco".

Uno a uno, los deudos van pasando luego a realizar el papeleo, que incluye el acta de nacimiento y otros documentos oficiales. Faltan abrazos y palabras de consuelo para tantas caras largas, de tristeza e impotencia.

Al frente de la sala, cuatro personas tratan de consolar a una mujer que llora. Las escenas se repiten  por doquier.

"Ya está confirmado nada más estoy esperando a traer los documentos. Estoy esperando a mi hermana para que traiga mis papeles están pidiendo que su mamá esté presente.

“Me quedé, así como de cómo es posible que le haya pasado esto”, cuenta al teléfono una conocida de una de las empleadas que perdió la vida tras el ataque.

Antes de las nueve de la mañana llegan trabajadores de crematorios y funerarias. 

En la recepción, una mujer nombra a 13 personas presuntamente muertas tras el atentado.

"Pedro Ricardo García, Carlos Alberto Arreola, Óscar Pérez Soto, Erick Hernández Enríquez, Abril Ojeda Sierra, Catalina Cecilio Díaz, Anahí Granados de la Paz, Antonio de Jesús Olaf Sadir, Romeo Antonio López Rodríguez, Agustín Cortés Santos, Samuel Morales López, Mario Alejandro Martínez Lugo y Miguel Ángel González ¿alguien más que haga falta de anotar en esa lista?", expresó la mujer.

La lista crece conforme transcurre el día, poco a poco llegan más personas a preguntar por sus familiares. 

Durante las últimas horas han recorrido hospitales y panteones, pero sin saber nada de sus consanguíneos.

MARINOS DE FILIPINAS

Entre las víctimas del atentado ocurrido la noche del martes en el centro nocturno “Caballo Blanco” hay dos extranjeros, se trata de los marinos de Filipinas, Bryan G. Varrón, del barco Caribe Liza, que desembarcó en el puerto de Coatzacoalcos y fue a divertirse al antro de vicio junto con otro marino identificado como Nathaniel Alindan.

Ambos buscaban distraerse durante su estancia en esta ciudad y decidieron entrar al centro nocturno en mención, sin imaginar la tragedia.

Personal de la embarcación en la que llegó a Coatzacoalcos arribó este miércoles al Centro Integral de Justicia para identificar los cuerpos en fotografías, ya que los restos fueron enviados a la morgue en Cosoleacaque. 

Nathaniel es uno de los nombres mencionados en la lista de servicios periciales en el CIJ, pero fue hasta las 10:30 de la mañana que llegaron a reclamarlo.

HAY DESAPARECIDOS 

Don Emeterio Martínez aún tiene la esperanza que Miguel, su único hijo varón, esté con vida en algún hospital de Coatzacoalcos luego del atentado en el centro nocturno “Caballo Blanco”.

Cabizbajo, el hombre de avanzada edad que recién sufrió de dengue, relató a PRESENCIA que junto con familiares ha recorrido hospitales sin saber nada de su familiar. 

“Fueron a buscarlo, no lo encontraron. Yo tengo esperanza de que esté en el hospital, es el único varón que tengo”, expresó mientras se sienta frente al Centro Integral de Justicia.

Miguel Martínez Loyo tiene 34 años y trabaja como chofer de una camioneta de alquiler. 

La última vez que su padre supo de él fue a las dos de la tarde del martes cuando dejó la unidad en la colonia Palmitas y se fue con su amigo Israel. Ambos estaban en el antro de vicio incendiado por la delincuencia organizada.

Miguel es alcohólico. En más de una ocasión su padre le pidió dejar de beber, pero no hacía caso.

“Varias veces le llamé la atención, pero ya dejé de hablarle, agarrarlo a palos pues tampoco, nunca entendió”, relata su padre.

Don Emeterio no usa celular, pero un familiar le avisó del atentado porque vio la información en redes sociales. Así, inició la búsqueda de Miguel y aún espera encontrarlo, ya que no tiene esposa ni hijos.

EL ÚLTIMO BAILE

La noche del martes prometía ser una velada desenfrenada para los asistentes del modesto bar “Caballo Blanco” al ritmo de regguetón y bailes sensuales encabezados por mujeres en poca ropa. Pero la fiesta terminó en tragedia.

Sobrevivientes aseguraron que unos ocho sujetos armados irrumpieron en el lugar lanzando disparos y bombas  molotov.

“Los agresores llegaron en varios vehículos, con armas largas y cortas. Amagaron a los vigilantes de la entrada y tomaron el control del acceso principal", contó un testigo.

El interior del bar estaba destrozado y carbonizado, sillas volcadas y escombros en el suelo. El cuerpo desnudo de una mujer que había estado bailando yacía a un costado de la pista de baile junto a dos tubos de striptease.

De las 25 bailarinas que tenía el centro nocturno, 10 fallecieron, dijo un encargado del bar.

“Mi sobrina se metió de bailarina hace unos meses, quería sacar adelante a su hija y cursar una carrera, era mamá soltera”, dijo María Vázquez, tía de una de las bailarinas de 22 años, una de las que perecieron.

Mario Cortés es padre de otra víctima de 32 años. “Mi muchacho ayer se fue a buscar trabajo como cargador al puerto con dos amigos, pero no les dieron nada, y se pasaron a tomar unas cervezas al Caballo Blanco, y le tocó”, relató.

FGR ATRAE INVESTIGACIÓN

La Fiscalía General de la República (FGR) ya atrajo la investigación sobre el ataque al bar “Caballo Blanco”  que dejó, hasta el momento, un saldo de 28 personas muertas.

Fuentes de la FGR dieron a conocer que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) encabeza las pesquisas para confirmar las versiones que señalan a Ricardo Romero alias “La Loca” como autor intelectual o material de los hechos y quien presuntamente pertenece al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En tanto, elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) fueron enviados al estado para realizar los primeros peritajes en criminalística con apoyo de la Fiscalía General de Veracruz.

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El operativo para dar con los responsables del ataque se mantiene por parte de fuerzas federales en la zona sur de la entidad.