Se trata de Bryan G. Varrón, de 36 años, y Nathaniel A. Alindan, de 31 años, quienes se encontraban tomando unas copas en el bar cuando ocurrió el ataque.
Se trata de Bryan G. Varrón, de 36 años, y Nathaniel A. Alindan, de 31 años, quienes se encontraban tomando unas copas en el bar cuando ocurrió el ataque.
Los cuerpos de los dos marinos originarios de Filipinas que murieron en la masacre del bar ‘el Caballo Blanco’ en la ciudad de Coatzacoalcos, partieron la noche del lunes de Las Choapas a la Ciudad de México, para su respectiva repatriación a su país de origen.
Se trató de Bryan G. Varrón, de 36 años, y Nathaniel A. Alindan, de 31 años, quienes se encontraban tomando unas copas en el bar, el pasado martes 27 de agosto por la noche, cuando ocurrió el ataque del grupo armado que dejó un total de 30 muertos.
Los cuerpos de los dos filipinos estuvieron por 36 horas en este municipio, bajo resguardo de la “Funeraria Velasco”, quien por su relación con la Secretaría de Relaciones Exteriores y cónsules de diversos países, le dieron la encomienda y la confianza de encargarse del embalsamamiento de los dos cadáveres para aguantar el tiempo que sea necesario, para llegar a su país.
La noche del lunes, vía terrestre, partieron a la Ciudad de México y se preveía que este martes fueran enviados vía aérea con destino a su país de origen.
El trámite por el que los cuerpos de los filipinos no habían podido ser repatriados era por la legalización de sus actas de nacimiento a través de la embajada de su país.
Estos marinos se encontraban en la ciudad de Coatzacoalcos porque el barco que tripulaban hizo una escala en el puerto y ellos aprovecharon para ir a tomarse unas copas al bar ‘el Caballo Blanco’, sin imaginar que serían los últimos tragos de su vida, pues fueron parte de las 30 personas que murieron por el ataque de un grupo armado que incendió el inmueble, tiró bombas molotov y disparó a las víctimas.