De por sí, la situación económica del ejido ya era precaria, el poco turismo no dejaba las ganancias suficientes para seguir manteniendo el lugar.
De por sí, la situación económica del ejido ya era precaria, el poco turismo no dejaba las ganancias suficientes para seguir manteniendo el lugar.
Playa Santa, cuyo nombre oficial es Luis Echeverría Álvarez, fue una de las zonas más importantes de Las Choapas, en cuanto a la actividad turística, incluso, en el año 2016 recibió al ex presidente México, Vicente Fox Quezada, sin embargo, actualmente es un poblado cerrado y sin acceso a nadie ajeno a la comunidad, por los hechos sangrientos ocurridos el 29 de abril de 2019, cuando tres visitantes fueron fusilados por autodefensas.
Desde el asesinato de Renato Cruz Mil, Gabriel Ramos López y Alberto de la Cruz Bocanegra, todo cambió; Playa Santa, quedó cerrada para todo extraño, pobladores aseguran que de por sí el turismo ni siquiera dejaba ganancias suficientes para el poblado, pues incluso en temporada vacacional sólo obtenían 120 pesos.
En este ejido, la mayoría de los campesinos se dedican a las parcelas; siembra de maíz, la ganadería y otras actividades agrícolas.
Playa Santa, tiene una población de 600 personas, como antecedentes tiene la visita del entonces Presidente de México, Vicente Fox Quesada, en el 2006.
Este lugar está ubicado en la zona serrana, a 100 kilómetros de la cabecera municipal de Las Choapas, se llega a este lugar por la carretera Raudales-Ocozocoautla-Tuxtla Gutiérrez, después de la caseta de cobro de raudales.
Su lengua original es el tzotzil. El mayor número de población son niños y mujeres, estas que se dedican a las labores del hogar, pero también practican el bordado de rebosos, blusas y bolsas, pero en el año 2017, eso fue en decadencia.
En el año 2008, ante las gestiones del ex alcalde Antonio Pouchoulén Cárdenas, mediante el programa Federal Hábitat, se construyeron cuatro cabañas y un área para acampar, en un intento por alentar la afluencia de visitantes y activar este renglón de la economía. Poco ha sido el interés gubernamental en darle seguimiento al ecoturismo y ahora con los recientes hechos violentos, todo eso acabó.
A raíz de los hechos de violencia, los pobladores decidieron cerrar el paso a toda persona ajena al lugar, sólo pueden entrar proveedores o funcionarios públicos, pero las cascadas y las bellezas naturales quedaron cerradas en su totalidad.
Hoy, Playa Santa, tiene cerrado el camino, es vigilando por una guardia comunitaria, impidiendo el paso a cualquiera que llegue a curiosear, este lugar, sólo quedó recuerdo de una zona turística, que la violencia y el olvido gubernamental, provocaron su extinción turística.
TIENE HISTORIA
El ejido que destaca por sus cascadas La Sirena y La Reyna, y por la cultura que fomentaban con mayor arraigo sus pobladores a través de artesanías comenzó a ser visitado por diversos medios televisivos que lo posicionaron como una riqueza natural por descubrir e invitaban a los turistas a conocer.
Cuenta don Guadalupe Hernández Pérez, ex encargado del mantenimiento de las cascadas que este lugar fue visitado por personas de Chiapas, Tabasco, Oaxaca, México, Cancún, entre otros estados, quienes se enteraron de la belleza de las cascadas.
Algunos turistas que decidieron hospedarse en las cabañas donde se cobraba 200 pesos por noche, tuvieron la dicha de escuchar por las mañanas el canto de los pájaros multicolores, mientras que la caída de agua de la cascada “La Reyna” los ayudaba a relajarse y olvidarse de toda preocupación.
Sus laderas hacen de este, el lugar ideal para practicar caminatas y deportes de montaña, por lo que el proyecto contempló la renta de bicicletas de montaña para que los visitantes hicieran ejercicio, mientras las mujeres les preparaban un caldo de gallina y tortillas de maíz hechas a mano, pues no tienen permitido cazar animales de monte como tepezcuinte o armadillos, para no atentar contra la fauna del lugar.
Los habitantes de esa región esperaron durante años que el Gobierno municipal, estatal o federal volvieran a invertir en el ecoturismo que ofrece Playa Santa, el cual podría lograrse a través de la rehabilitación de 20 kilómetros de camino que inicia desde la caseta de Malpasito, en los límites entre Chiapas y Tabasco, hasta subir por toda la sierra y llegar a la comunidad rural, aunque lo ideal sería contemplarlo hasta la comunidad Amatán, seis kilómetros más delante de Playa Santa, pero esto nunca llegó.
La comunidad fue fundada hace más de 36 años, con familias que habitaban cerca del volcán El Chichonal, ubicado al noreste de Chiapas, el cual hizo erupción el 28 de marzo de 1982. Muchos de los heridos y personas que se quedaron sin casa recorrieron varios kilómetros hasta encontrar este rinconcito veracruzano y comenzar a construir chozas con la madera que le ofrecieron los árboles.
Fueron más comunidades las que se fueron agregando a la zona indígena entre las que se encuentran Revolución, La Barrosa, Comitán, La Candelaria, Plutarco Elías Calles, Amatán y Playa Santa.