Hallan 25 casquillos de alto poder, ejecutan a ganadero

Con armas largas de grueso calibre, este domingo un grupo de hombres encapuchados acribilló a un ganadero delante de su familia, en hechos ocurridos sobre el camino de terracería que lleva el ejido Ignacio Zaragoza, conocido como Tronconada, en este municipio.

El fusilamiento de la víctima identificada como Esteban V. HZ, de 45 años de edad, ocurrió alrededor de las 10:00 de la mañana de este domingo, a la altura del ejido Emiliano Zapata, hasta donde se movilizaron elementos de la Policía Municipal y Policía Ministerial del Estado. Los agresores huyeron impunemente.

Con base a la declaración de un familiar que lo acompañaba, refiere que se desplazaban en una camioneta Nissan color roja, del ejido Trinidad García de las Cadenas hacia el Cerro de Nanchital, pero a la altura del ejido Emiliano Zapata, se les ponchó el neumático delantero izquierdo, por lo que detuvieron su marcha para hacer el cambio de la llanta.

La testigo manifestó que el hoy extinto hacía talacha cuando pasó otra camioneta de batea color roja y detuvo su marcha como a diez metros, de dicha unidad descendieron cinco sujetos con armas largas y encapuchados, los cuales llamaron a Esteban: “Ven para acá”.

El occiso acudió al llamado y uno de los tipos lo tomó por los hombros, alejándolo unos 150 metros de su camioneta, lo pararon de frente y acto seguido lo fusilaron con 19 disparos de fusil calibre 5.56; uno más del calibre 7.62 y 5 tiros más del calibre 3030, que impactaron en su humanidad.

El cuerpo quedó inerte y la mujer que lo acompañaba entró en pánico pero no se movió del vehículo para no llamar la atención de los asesinos, quienes procedieron a perderse en el camino rumbo al Cerro de Nanchital.

Posteriormente, la testigo pidió apoyo a otros automovilistas que circulaban en ese tramo de terracería y enseguida se corrió la voz de los hechos, por lo que una patrulla de la Policía Municipal acudió al lugar para confirmar la muerte del ganadero y dar parte a la Policía Ministerial, que más tarde acudió a dar fe de los hechos y ordenar el levantamiento del cadáver.

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ZONA DE MUERTE

Como ya lo dio a conocer PRESENCIA Sureste, en los últimos meses, los caminos que conectan con el Cerro de Nanchital se han convertido en una zona de muerte, pues han sido escenario de ejecuciones de personas con fusiles de alto poder como AR-15 y AK-47.

El pasado 14 de junio, fue ejecutado a balazos un hombre que se desplazaba en una motocicleta sobre la carretera Las Choapas-Cerro de Nanchital, exactamente en la curva conocida como ‘el Caracol’, donde hombres armados lo atacaron a balazos.

En el lugar de los hechos, las autoridades encontraron el cuerpo tirado a orillas de la carretera, junto a su motocicleta, una Italika modelo FT-150, color negro con amarillo y diversos casquillos percutidos del calibre .223 y 7.62 mm.

En ese mismo mes Magdaleno Monterd Tolentino, quien era ampliamente conocido como ‘el Toro’, y radicaba en el ejido San Pablo, perteneciente a la congregación Cerro de Nanchital, también fue acribillado en un camino de terracería cuando regresaba a su rancho, tras haber ido a comprar ganado.

Una mujer y dos adolescentes que lo acompañaban fueron testigos de la acción, afortunadamente, los ejecutores les perdonaron la vida.

Mientras que el pasado viernes 14 de agosto, un joven ganadero fue emboscado en la carretera Las Choapas-Cerro de Nanchital. Se trató de Joel Cruz Manzano, de 36 años de edad, habitante del ejido El Desengaño, quien fue “cazado” cerca del puente “Mancuernillón” por sujetos hasta ahora desconocidos, quienes lo esperaban armados con fusiles de alto poder.

De acuerdo con información del personal de la Fiscalía General del Estado, hasta el momento en ninguna de las carpetas de investigación hay nombres de posibles sospechosos detrás de estos crímenes.

Un recuento periodístico de esta casa editorial, revela que en la franja fronteriza de los municipios del sur de Veracruz (Las Choapas, Minatitlán y Uxpanapa), han sido ajusticiados de 2017 a la fecha alrededor de 36 personas, sin que haya investigación alguna y mucho menos que sea patrullada por fuerzas estatales o federales.